LELUYA. Alabad al Señor, porque es tan bueno; porque hace brillar eternamente su misericordia.
Diga ahora Israel que el Señor es bueno, y que es eterna su misericordia.
Diga ahora la casa de Aarón, que es eterna la misericordia del Señor.
Digan ahora también los que temen al Señor, que su misericordia es eterna.
En medio de la tribulación invoqué al Señor, y me otorgó el Señor libertad.
El Señor es mi sostén, no temo nada de cuanto pueda hacerme el hombre.
El Señor está de mi parte; yo despreciaré a mis enemigos.
Mejor es confiar en el Señor, que confiar en el hombre.
Mejor es poner la esperanza en el Señor, que ponerla en los príncipes.
Me cercaron todas las naciones; mas yo en el Nombre del Señor tomé venganza de ellas.
Me cercaron estrechamente; pero me vengué de ellas en el Nombre del Señor.
Me rodearon a la manera de un enjambre de irritadas abejas, y ardieron en ira como fuego que prende en secos espinos; pero en el Nombre del Señor tomé de ellas su venganza.
A empellones procuraban derribarme, y estuve a punto de caer; mas el Señor me sostu-vo.
El Señor es mi fortaleza y mi gloria; el Señor se ha constituido salvación mía.
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Voces de júbilo y de salvación son las que se oyen en las moradas de los justos.
La diestra del Señor hizo proezas; la diestra del Señor me ha exaltado, triunfó la diestra del Señor.
No me moriré, sino que viviré aún, y publicaré las obras del Señor.
Me ha castigado el Señor severamente; mas no me ha entregado a la muerte.
Abridme, ¡oh sacerdotes!, las puertas del Tabernáculo de la justicia y santidad; y entrado en ellas tributaré gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor, por ella entrarán los justos.
Aquí cantaré himnos de gratitud, por haberme oído y sido mi salvador .
La piedra que desecharon los arquitectos, esa misma ha sido puesta por piedra angular del edificio.
El Señor es quien lo ha hecho, y es una cosa sumamente admirable a nuestros ojos.
Este es el día que ha hecho el Señor. Alegrémonos y recocijémonos en él.
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¡Oh Señor!, sálvame; concede, Señor, un próspero suceso.
Bendito sea el que viene en el Nombre del Señor. Os hemos echado mil bendiciones desde la casa del Señor.
El Señor es Dios, y él nos ha alumbrado. Celebrad el día solemne de los Tabernáculos; celebradle con enramadas de árboles frondosos que lleguen hasta los lados del altar.
¡Oh Señor!, tú eres mi Dios, y a ti tributaré acciones de gracias; tú eres mi Dios, y tu gloria ensalzaré. Tus alabanzas cantaré, porque me has oído, y te hiciste mi salvador .
Alabad al Señor por ser infinitamente bueno, por ser eterna su misericordia.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas