SALMO y Cántico. Para el dia del sábado. 2 Bueno es tributar alabanzas al Señor; y salmear a tu Nombre, ¡oh Altísimo!, 3 celebrando por la mañana tu misericordia, y por la noche tu verdad; 4 acompañando el canto con el salterio, y con el sonido de la cítara. 5 Porque me has recreado, oh Señor, con tus obras, y al contemplar las obras de tus manos salto de placer. 6 ¡Cuán grandes son, Señor tus obras! ¡Cuán insondable la profundidad de tus designios! 7 El hombre insensato no conoce estas cosas, ni entiende de ellas el necio. 8 Apenas los pecadores brotarán como el heno, y brillarán todos los malvados, cuando perecerán para siempre. 9 Pero tú, ¡oh Señor!, serás eternamente el Altísimo. 10 Así es, Señor, que tus enemigos, sí, tus enemigos perecerán, y quedarán disipados cuantos cometen la maldad.

11 Y mi fortaleza se levantará como la del unicornio, y mi vejez será vigorizada por tu misericordia. 12 Y miraré con desprecio a mis enemigos, y oiré hablar sin susto de los revoltosos que maquinan contra mí. 13 Florecerá como la palma el varón justo, y descollará cual cedro del Líbano. 14 Plantados los justos en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios florecerán. 15 Y aun en su lozana vejez se multiplicarán; y se hallarán con vigor y robustez, 16 para predicar que el Señor Dios nuestro es justo, y que no hay en él ni sombra de iniquidad.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas