SALMO del mismo David. Cantaré, Señor, las alabanzas de tu misericordia y de tu justicia. 2 Las cantaré al son de instrumentos músicos y estudiaré el camino de la perfección. ¿Y cuándo vendrás a mí para fortalecerme? He vivido con inocencia de corazón en medio de mi familia. 3 Jamás he puesto la mira en cosa injusta; he aborrecido a los transgresores de la ley. 4 Conmigo no han tenido cabida hombres de corazón depravado; ni he querido conocer al que con su proceder maligno se desviaba de mí. 5 Al que calumniaba secretamente a su prójimo, a éste lo he perseguido. No admitía en mi mesa a hombres de ojos altaneros y de corazón insaciable. 6 Dirigí mi vista en busca de los hombres fieles del país, para que habiten conmigo; los que procedían irreprensiblemente, ésos eran mis ministros. 7 No morará en mi casa el que obra con soberbia o dolo; ni hallará gracia en mis ojos aquel que habla iniquidades. 8 Al levantarme por la mañana mi primer cuidado era exterminar a todos los pecadores del país, para extirpar de la ciudad del Señor a todos los facinerosos.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas