SALMO de David. ¡Ah, Señor!, ¿quién morará en tu celestial tabernáculo?; ¿o quién descansará en tu santo monte? 2 Aquel que vive sin mancilla, y obra rectamente.

3 Aquel que habla la verdad que tiene en su corazón y no ha forjado ningún dolo con su lengua; ni ha hecho mal a sus prójimos ni ha consentido que fuesen infamados. 4 El que en su estimación tiene al malvado por nada, mas honra a aquellos que temen al Señor; que si hace juramento a su prójimo, no le engaña. 5 Que no da su dinero a usura, ni se deja cohechar contra el inocente. Quien así se porta, no será conmovido por toda la eternidad.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas