EL Señor es el Dios de las venganzas; y el Dios de las venganzas ha obrado con libertad. 2 Haz, pues, brillar tu grandeza, ¡oh Juez supremo de la tierra!; da su merecido a los soberbios. 3 ¿Hasta cuándo, Señor, los pecadores, hasta cuándo estarán vanagloriándose? 4 ¿Charlarán, hablarán inicuamente, se jactarán siempre todos los que obran iniquidad? 5 ¡Ah! Señor, ellos han abatido a tu pueblo, han devastado tu heredad. 6 Han asesinado a la viuda y al extranjero, y han quitado la vida al huérfano. 7 Y dijeron: No lo verá el Señor; no sabrá nada el Dios de Jacob . 8 Reflexionad, ¡oh hombres los más insensatos del pueblo!, entrad en conocimiento; tened finalmente cordura, vosotros, mentecatos. 9 Aquel que ha dado los oídos, ¿no oirá? El que ha dado los ojos, ¿no verá? 10 ¿No os ha de llamar a juicio el que castiga a todas las naciones?, ¿aquel que da la ciencia al hombre? 11 Conoce el Señor los pensamientos de los hombres, y cuán vanas son sus ideas.

12 Bienaventurado el hombre a quien tú ¡oh Señor!, hayas instruido y amaestrado en tu ley, 13 para hacerle menos penosos los días aciagos, mientras tanto que al pecador se le abre la fosa. 14 Porque no ha de abandonar el Señor a su pueblo, ni dejar desamparada su heredad; 15 sino que el juicio se ejercerá con justicia, y le seguirán todos los rectos de corazón. 16 Mas entretanto, ¿quién se pondrá de mi parte contra los malvados?; ¿quién saldrá a favor mío contra los que obran la iniquidad? 17 ¡Ah! Si el Señor no me hubiese socorrido, seguramente sería ya el sepulcro mi morada. 18 Si yo, ¡oh Señor!, te decía: Mi pie va a resbalar, acudía a sostenerme tu misericordia. 19 A proporción de los muchos dolores que atormentaron mi corazón, tus consuelos llenaron de alegría mi alma. 20 Porque, ¿acaso estás tú sentado en algún tribunal injusto, cuando nos impones penosos preceptos? 21 Andan los malvados a caza del justo, y condenan la sangre inocente. 22 Pero el Señor me ha servido de refugio; ha sido mi Dios el sostén de mi esperanza. 23 Y hará caer sobre ellos la pena de sus iniquidades; y por su malicia los hará perecer. Destruirálos el Señor Dios nuestro.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas