DEL mismo David. Te alabaré, Señor, con todo mi corazón; porque oíste las peticiones de mi boca. En presencia de los ángeles te cantaré himnos. 2 Te adoraré en tu santo templo, y tributaré alabanzas a tu Nombre, por la misericordia y verdad de sus promesas, con que has engrandecido sobre todas las cosas tu Nombre santo. 3 En cualquier día que te invocare, óyeme benigno; tú aumentarás la fortaleza de mi al-ma. 4 Alábente, ¡oh Señor!, todos los reyes de la tierra, ya que han oído todas las palabras de tu boca. 5 Y celebren las disposiciones del Señor, visto que la gloria del Señor es tan grande. 6 Porque siendo el Señor, como es altísimo, pone los ojos en las criaturas humildes y mira como lejos de sí a las altivas. 7 Si me hallare, oh Señor, en medio de la tribulación, tú me animarás, porque extendiste tu mano contra el furor de mis enemigos, y me salvó tu poderosa diestra. 8 El Señor tomará mi defensa. Eterna es, ¡oh Señor!, tu misericordia, no deseches las obras de tus manos.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas