Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

III Rey 22:6 Juntó, pues, el rey de Israel a sus profetas en número de cerca de cuatrocientos, y les dijo: ¿Debo emprender la guerra contra Ramot de Galaad, o estarme quieto? Empréndela, respondieron ellos; que el Señor entregará la plaza en poder del rey.
III Rey 22:7 Mas Josafat dijo: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, a fin de consultar por medio de él?
III Rey 22:8 Le respondió el rey de Israel: Uno ha quedado, por cuyo medio podemos consultar al Señor; mas yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino mala: ése es Miqueas, hijo de Jemla. Replicó Josafat: Oh rey, no hables de esa manera.
III Rey 22:11 Y Sedecías, hijo de Canaana, se había hecho fabricar unos cuernos de hierro, y dijo: Esto dice el Señor: Con estos aventarás la Siria, hasta que no dejes rastro de ella.
III Rey 22:12 A este tenor los demás profetas profetizaban, diciendo: Sal a campaña contra Ramot de Galaad, ve en hora buena; que el Señor la entregará en manos del rey.
III Rey 22:14 Le respondió Miqueas: Vive el Señor, que no hablaré otra cosa que lo que el Señor me dijere.
III Rey 22:14 Le respondió Miqueas: Vive el Señor, que no hablaré otra cosa que lo que el Señor me dijere.
III Rey 22:15 Llegó, pues, delante del rey, el cual le preguntó: Miqueas, ¿debemos ir a hacer la guerra contra Ramot de Galaad, o estarnos quietos? Le respondió Miqueas: Anda, y ve en hora buena; que el Señor la entregará en manos del rey.
III Rey 22:16 Le replicó el rey: Te conjuro una y mil veces en el nombre del Señor, que no me digas sino la verdad.
III Rey 22:17 Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor; y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo; vuélvase cada uno en paz a su casa.
III Rey 22:19 Pero Miqueas, ratificándose, añadió: Por tanto, oye la palabra del Señor: He visto al Señor sentado sobre su solio, y a toda la milicia celestial que estaba a su alrededor a la derecha y a la izquierda.
III Rey 22:19 Pero Miqueas, ratificándose, añadió: Por tanto, oye la palabra del Señor: He visto al Señor sentado sobre su solio, y a toda la milicia celestial que estaba a su alrededor a la derecha y a la izquierda.
III Rey 22:20 Y dijo el Señor: ¿Quién engañará a Acab, rey de Israel, para que vaya y perezca en Ramot de Galaad? Sobre lo cual uno dijo una cosa, y otro otra.
III Rey 22:21 Mas salió del abismo el espíritu maligno, y se presentó al Señor, diciendo: Yo lo engañaré si me lo permites. Le preguntó el Señor: ¿De qué manera?
III Rey 22:21 Mas salió del abismo el espíritu maligno, y se presentó al Señor, diciendo: Yo lo engañaré si me lo permites. Le preguntó el Señor: ¿De qué manera?
III Rey 22:22 Y él respondió: Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas. Y dijo el Señor: Lo engañarás, y lograrás tu intento; vete, y haz lo que dices.
III Rey 22:23 Mira, pues, concluyó Miqueas; mira que el Señor ha puesto o dejado entrar el espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas que están aquí; mientras que el mismo Señor tiene decretados contra ti desastres.
III Rey 22:23 Mira, pues, concluyó Miqueas; mira que el Señor ha puesto o dejado entrar el espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas que están aquí; mientras que el mismo Señor tiene decretados contra ti desastres.
III Rey 22:24 Se acercó entonces Sedecías, hijo de Canaana, y dio un bofetón a Miqueas, diciendo: ¿Con que a mí me ha desamparado el espíritu del Señor y te ha hablado a ti?
III Rey 22:28 A lo que dijo Miqueas: Si tú vuelves victorioso, el Señor no habló por mi boca. Y añadió: Pueblos todos estad alerta, y sedme testigos.
III Rey 22:32 Como fuesen, pues, los capitanes de los carros a Josafat, se figuraron que era el rey de Israel, y arrojándose encima, peleaban contra él. Josafat entonces dio voces al Señor;
III Rey 22:38 Y lavaron su carroza y las riendas de los caballos en el estanque de Samaria; y los perros lamieron su sangre, conforme a la palabra que había el Señor pronunciado.
III Rey 22:43 Josafat siguió en todo los pasos de su padre Asa, sin desviarse jamás; haciendo lo que era recto delante del Señor.
III Rey 22:53 E hizo lo malo delante del Señor, y siguió el camino de su padre y de su madre, y las huellas de Jeroboam, hijo de Nabat, el cual indujo a pecar a Israel. Sirvió también a Baal, y lo adoró, e irritó al Señor Dios de Israel, haciendo todo lo malo que había hecho su padre.
III Rey 22:53 E hizo lo malo delante del Señor, y siguió el camino de su padre y de su madre, y las huellas de Jeroboam, hijo de Nabat, el cual indujo a pecar a Israel. Sirvió también a Baal, y lo adoró, e irritó al Señor Dios de Israel, haciendo todo lo malo que había hecho su padre.
IV Rey 1:3 Al mismo tiempo el ángel del Señor habló a Elías, tesbita, diciendo: Marcha y sal al encuentro de los mensajeros del rey de Samaria, y diles: Pues, ¿no hay Dios en Israel que vais a consultar al Beelzebub, dios de Accarón?
IV Rey 1:4 Por tanto, esto dice el Señor: De la cama en que te has acostado no te levantarás, sino que morirás infaliblemente. Dicho esto, se marchó Elías.
IV Rey 1:6 A lo que respondieron: Hemos encontrado un hombre, y nos ha dicho: Id y volved al rey que os ha enviado, y decidle: Esto dice el Señor: 28. y le habló con amor, y le puso un trono o asiento superior al de los demás reyes subyugados que tenía consigo en Babilonia,
IV Rey 1:15 Entonces el ángel del Señor habló a Elías, diciendo: Desciende y vete con él, no temas. Se levantó pues; y marchó con él a encontrar al rey,
IV Rey 1:16 al cual dijo: Esto dice el Señor: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Beelzebub, dios de Accarón, como si no hubiera Dios en Israel, a quien pudieras consultar, por esto, de la cama en que te acostaste no te levantarás; sino que morirás indefectiblemente.
IV Rey 1:17 Murió, pues, según la palabra del Señor, pronunciada por Elías; y como no tenía hijo ninguno, lo sucedió en el trono su hermano Joram, en el año segundo del otro Joram hijo de Josafat, rey de Judá.
IV Rey 2:1 Y sucedió que cuando el Señor quiso arrebatar al cielo a Elías en un torbellino de fuego, venían Elías y Eliseo caminando de Gálgala.
IV Rey 2:2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me envía a Betel. Al cual respondió Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida, que no te dejaré. Llegados que fueron a Betel,
IV Rey 2:2 Y dijo Elías a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me envía a Betel. Al cual respondió Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida, que no te dejaré. Llegados que fueron a Betel,
IV Rey 2:3 fueron los hijos o discípulos de los profetas que estaban allí a encontrar a Eliseo y le dijeron: ¿No sabes tú cómo hoy se llevará el Señor a tu amo? Sí que lo sé, respondió él; callad.
IV Rey 2:4 Dijo nuevamente Elías a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta Jericó . Te juro por el Señor y por tu vida, le respondió, que no te dejaré. Así que llegaron a Jericó ,
IV Rey 2:4 Dijo nuevamente Elías a Eliseo: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta Jericó . Te juro por el Señor y por tu vida, le respondió, que no te dejaré. Así que llegaron a Jericó ,
IV Rey 2:5 se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que moraban allí y le dijeron: ¿No sabes tú que hoy el Señor se llevará a tu amo? Sí, lo sé, respondió él; pero callad.
IV Rey 2:6 Le dijo otra vez Elías: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta el Jordán. Le replicó Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida que no me apartaré de ti. Marcharon, pues, ambos;
IV Rey 2:6 Le dijo otra vez Elías: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta el Jordán. Le replicó Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida que no me apartaré de ti. Marcharon, pues, ambos;
IV Rey 2:16 y le dijeron: Aquí hay entre tus siervos cincuenta hombres robustos que pueden ir en busca de tu amo, no sea que el espíritu del Señor lo haya arrebatado y arrojado sobre algún monte o en algún valle. Respondió Eliseo: No tenéis que enviarlos.
IV Rey 2:21 se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad.
IV Rey 2:24 Eliseo, volviéndose hacia ellos, los miró, y maldijo en nombre del Señor; y saliendo dos osos del bosque, despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos.
IV Rey 3:2 E hizo el mal delante del Señor; mas no como su padre y madre; pues quitó las estatuas de Baal, que había hecho su padre.
IV Rey 3:10 Dijo entonces el rey de Israel: ¡Ay, ay, ay de nosotros! El Señor nos ha juntado aquí tres reyes para entregarnos en poder de Moab.
IV Rey 3:11 Pero dijo Josafat: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, para implorar por medio de él el socorro del Señor? A esto respondió uno de los criados del rey de Israel: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que daba aguamanos, o servía, a Elías.
IV Rey 3:11 Pero dijo Josafat: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, para implorar por medio de él el socorro del Señor? A esto respondió uno de los criados del rey de Israel: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que daba aguamanos, o servía, a Elías.
IV Rey 3:12 Dijo Josafat: El Señor habla por su boca. Fueron, pues, a encontrarlo el rey de Israel, y Josafat, rey de Judá, y el rey de Idumea.
IV Rey 3:13 Mas Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tienes tú que ver conmigo? Anda, ve a los profetas de tu padre y de tu madre. Le dijo el rey de Israel: ¿Por qué habrá juntado el Señor estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab?
IV Rey 3:14 Vive el Señor de los ejércitos, en cuya presencia estoy, respondió Eliseo, que si no respetara a Josafat, rey de Judá, no te hubiera atendido, ni aun siquiera mirándote la cara.