Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Sof 3:20 En aquel tiempo, cuando yo os haya traído, y os haya reunido, haré que adquiráis fama y seáis alabados en todos los pueblos de la tierra; entonces os veréis librados por mí de vuestro cautiverio, dice el Señor.
Ag 1:1 En el año segundo del rey Darío, en el sexto mes, el día primero del mes, el Señor habló por medio de Ageo, profeta, a Zorobabel, hijo de Salatiel, príncipe o gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, diciendo:
Ag 1:2 Esto dice el Señor de los ejércitos: Dice este pueblo: No es llegado aún el tiempo de reedificar la casa del Señor.
Ag 1:2 Esto dice el Señor de los ejércitos: Dice este pueblo: No es llegado aún el tiempo de reedificar la casa del Señor.
Ag 1:3 Pero el Señor ha hablado a Ageo, profeta, diciendo:
Ag 1:5 Ahora, pues, esto dice el Señor de los ejércitos: Poneos a considerar seriamente vuestros procederes.
Ag 1:7 Así habla el Señor de los ejércitos: Poneos a reflexionar atentamente sobre vuestros procederes.
Ag 1:8 Subid al monte, traed de allí maderos y reedificad mi casa, y yo me complaceré en ella y seré en ella glorificado, dice el Señor.
Ag 1:9 Vosotros esperabais lo más, y os ha venido lo menos, y aun ese poco lo metisteis dentro de vuestras casas, y yo con un soplo lo hice desaparecer. ¿Y por qué?, dice el Señor de los ejércitos. Porque mi casa está abandonada, y cada uno de vosotros se ha dado gran prisa a reparar la suya propia.
Ag 1:12 Y Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo oyeron la voz del Señor Dios suyo en las palabras del profeta Ageo, que les envió el Señor su Dios; y temió el pueblo al Señor.
Ag 1:12 Y Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo oyeron la voz del Señor Dios suyo en las palabras del profeta Ageo, que les envió el Señor su Dios; y temió el pueblo al Señor.
Ag 1:12 Y Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo oyeron la voz del Señor Dios suyo en las palabras del profeta Ageo, que les envió el Señor su Dios; y temió el pueblo al Señor.
Ag 1:13 Y Ageo, uno de los enviados del Señor, dijo al pueblo: El Señor ha dicho: Yo estoy con vosotros.
Ag 1:13 Y Ageo, uno de los enviados del Señor, dijo al pueblo: El Señor ha dicho: Yo estoy con vosotros.
Ag 1:14 Y excitó el Señor el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y emprendieron la construcción del templo del Señor de los ejércitos, su Dios.
Ag 1:14 Y excitó el Señor el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y emprendieron la construcción del templo del Señor de los ejércitos, su Dios.
Ag 2:2 En el mes séptimo, a veintiún días del mes, habló el Señor al profeta Ageo, diciéndole:
Ag 2:5 Pues ahora, ¡oh Zorobabel!, ten buen ánimo, dice el Señor, buen ánimo también, ¡oh Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote; y buen ánimo tú, pueblo todo del país!, dice el Señor de los ejércitos, y cumplid, pues yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos,
Ag 2:5 Pues ahora, ¡oh Zorobabel!, ten buen ánimo, dice el Señor, buen ánimo también, ¡oh Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote; y buen ánimo tú, pueblo todo del país!, dice el Señor de los ejércitos, y cumplid, pues yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos,
Ag 2:5 Pues ahora, ¡oh Zorobabel!, ten buen ánimo, dice el Señor, buen ánimo también, ¡oh Josué, hijo de Josedec, sumo sacerdote; y buen ánimo tú, pueblo todo del país!, dice el Señor de los ejércitos, y cumplid, pues yo estoy con vosotros, dice el Señor de los ejércitos,
Ag 2:7 Porque esto dice el Señor de los ejércitos: Aún falta poco tiempo y yo pondré en movimiento el cielo y la tierra, y el mar y todo el universo.
Ag 2:8 Y pondré en movimiento las gentes todas, porque vendrá el deseado de todas las gentes; y henchiré de gloria este templo, dice el Señor de los ejércitos.
Ag 2:9 Por lo demás mía es la plata, dice el Señor de los ejércitos, y mío el oro.
Ag 2:10 La gloria de este último templo será grande, será mayor que la del primero, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar daré yo la paz o felicidad, dice el mismo Señor de los ejércitos.
Ag 2:10 La gloria de este último templo será grande, será mayor que la del primero, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar daré yo la paz o felicidad, dice el mismo Señor de los ejércitos.
Ag 2:11 A veinticuatro días del mes noveno, en el año segundo del rey Darío, el Señor habló al profeta Ageo, y le dijo:
Ag 2:12 Esto dice el Señor de los ejércitos: Propón a los sacerdotes esta cuestión legal:
Ag 2:15 A lo que repuso Ageo, y dijo: Así es este pueblo, y así es esta gente delante de mí, dice el Señor, y así sucede con todas las obras de sus manos; pues todo cuanto han ofrecido en este lugar, todo es inmundo.
Ag 2:16 Y reflexionad ahora vosotros lo sucedido desde este día atrás, antes que comenzaseis a construir el templo del Señor,
Ag 2:18 yo destruí con viento abrasador, y con plagas, y con pedrisco todas las labores de vuestras manos; y no hubo entre vosotros quien se convirtiese a mí, dice el Señor.
Ag 2:19 Pero fijad vuestra atención desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del mes noveno, desde el día en que se echaron los cimientos del templo del Señor, parad vuestra atención.
Ag 2:21 Y habló el Señor por segunda vez a Ageo, a los veinticuatro días del mes y le dijo:
Ag 2:24 En aquel tiempo, dice el Señor de los ejércitos, yo te ensalzaré, ¡oh Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío!, dice el Señor, y te tendré como un anillo de sellar; pues a ti te he escogido, dice el Señor de los ejércitos.
Ag 2:24 En aquel tiempo, dice el Señor de los ejércitos, yo te ensalzaré, ¡oh Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío!, dice el Señor, y te tendré como un anillo de sellar; pues a ti te he escogido, dice el Señor de los ejércitos.
Ag 2:24 En aquel tiempo, dice el Señor de los ejércitos, yo te ensalzaré, ¡oh Zorobabel, hijo de Salatiel, siervo mío!, dice el Señor, y te tendré como un anillo de sellar; pues a ti te he escogido, dice el Señor de los ejércitos.
Zac 1:1 En el mes octavo del año segundo del rey Darío, el Señor habló a Zacarías, profeta, hijo de Baraquías, hijo de Addo, y le dijo:
Zac 1:2 El Señor estuvo altamente irritado contra vuestros padres.
Zac 1:3 Mas tú dirás a estos sus hijos: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos a mí, dice el Señor de los ejércitos; y yo me volveré a vosotros, dice el Señor de los ejércitos.
Zac 1:3 Mas tú dirás a estos sus hijos: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos a mí, dice el Señor de los ejércitos; y yo me volveré a vosotros, dice el Señor de los ejércitos.
Zac 1:3 Mas tú dirás a estos sus hijos: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos a mí, dice el Señor de los ejércitos; y yo me volveré a vosotros, dice el Señor de los ejércitos.
Zac 1:4 No seáis como vuestros padres, a los cuales exhortaban los anteriores profetas, diciendo: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos de vuestros malos pasos y de vuestros malvados designios, ellos no me escucharon, ni hicieron caso, dice el Señor.
Zac 1:4 No seáis como vuestros padres, a los cuales exhortaban los anteriores profetas, diciendo: Esto dice el Señor de los ejércitos: Convertíos de vuestros malos pasos y de vuestros malvados designios, ellos no me escucharon, ni hicieron caso, dice el Señor.
Zac 1:6 Pues las palabras mías y los decretos míos, comunicados a mis siervos los profetas, ¿por ventura no alcanzaron a vuestros padres? Ellos se convirtieron y dijeron: El Señor de los ejércitos ha hecho con nosotros aquello mismo que pensó hacer en vista de nuestras obras y de nuestros procederes.
Zac 1:7 A veinticuatro días del mes undécimo llamado Sabat, el año segundo de Darío, el Señor habló de esta manera a Zacarías profeta, hijo de Baraquías, hijo de Addo:
Zac 1:9 Y dije yo: ¿Qué son éstos, Señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Yo te haré conocer lo que son estas cosas.
Zac 1:10 En esto, aquel hombre que estaba parado entre los mirtos, respondió y dijo: Estos son los ángeles que envió el Señor a recorrer la tierra.
Zac 1:11 Y respondieron aquellos al ángel del Señor que estaba parado entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y hemos visto que toda está poblada, y que goza de reposo.
Zac 1:12 A lo que replicó el ángel del Señor, y dijo: ¡Oh Señor de los ejércitos!, ¿hasta cuándo no te apiadarás de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás enojado? Este es ya el año septuagésimo.
Zac 1:12 A lo que replicó el ángel del Señor, y dijo: ¡Oh Señor de los ejércitos!, ¿hasta cuándo no te apiadarás de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás enojado? Este es ya el año septuagésimo.
Zac 1:13 Y respondió el Señor al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras de consuelo.