Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Lc 22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón mira que Satanás va tras de vosotros para zarandearos, como el trigo:
Lc 22:33 Señor, respondió él, yo estoy pronto a ir contigo a la cárcel y aun a la muerte.
Lc 22:38 Ellos dijeron: Señor, he aquí dos espadas. Pero Jesús les respondió: Basta.
Lc 22:49 Viendo los que acompañaban a Jesús lo que iba a suceder, le dijeron: Señor, ¿heriremos con la espada?
Lc 22:61 Y volviéndose el Señor, dio una mirada a Pedro. Y Pedro se acordó luego de la palabra que el Señor le había dicho: Antes que cante el gallo, tres veces me negarás.
Lc 22:61 Y volviéndose el Señor, dio una mirada a Pedro. Y Pedro se acordó luego de la palabra que el Señor le había dicho: Antes que cante el gallo, tres veces me negarás.
Lc 23:42 Decía después a Jesús : Señor, acuérdate de mí, cuando hayas llegado a tu reino.
Lc 24:3 Pero habiendo entrado dentro, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús .
Lc 24:34 que decían: El Señor ha resucitado realmente, y se ha aparecido a Simón.
Jn 1:23 Yo soy, dijo entonces, la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como lo tiene dicho el profeta Isaías.
Jn 4:11 Le dijo la mujer: Señor, tú no tienes con qué sacarla, y el pozo es profundo: ¿dónde tienes, pues, esa agua viva?
Jn 4:15 La mujer le dijo: Señor, dame de esa agua, para que no tenga yo más sed, ni haya de venir aquí a sacarla.
Jn 4:19 Le dijo la mujer: Señor, yo veo que tú eres un profeta.
Jn 4:49 Le rogaba el de la corte: Ven, Señor, antes que muera mi hijo.
Jn 5:4 pues un ángel del Señor descendía de tiempo en tiempo a la piscina, y se agitaba el agua. Y el primero que después de movida el agua entraba en la piscina, quedaba sano de cualquiera enfermedad que tuviese.
Jn 5:7 Señor, respondió el enfermo, no tengo una persona que me meta en la piscina, cuando el agua está agitada; por lo cual mientras yo voy, ya otro ha bajado antes.
Jn 6:23 Arribaron a la sazón otras barcas de Tiberíades, cerca del lugar en que el Señor, después de haber dado gracias o echado su bendición, les dio de comer con los cinco panes.
Jn 6:34 Le dijeron ellos: Señor, danos siempre ese pan.
Jn 6:68 Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Jn 8:11 Ella respondió: Nadie, Señor. Y Jesús compadecido le dijo: Pues tampoco yo te condenaré. Anda, y no peques más.
Jn 9:36 Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que yo crea en él?
Jn 9:38 Entonces dijo él: Creo, Señor. Y postrándose a sus pies, le adoró.
Jn 11:2 (Esta María es aquella misma que derramó sobre el Señor el perfume, y le limpió los pies con sus cabellos; de la cual era hermano el Lázaro que estaba enfermo).
Jn 11:3 Las hermanas, pues, enviaron a decirle: Señor, mira que aquel a quien amas está enfermo.
Jn 11:12 A lo que dijeron sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
Jn 11:21 Dijo, pues, Marta a Jesús : Señor, si hubieses estado aquí, no hubiera muerto mi hermano.
Jn 11:27 Le respondió: ¡Oh Señor!, sí que lo creo, y que tú eres el Cristo , el Hijo de Dios vivo, que has venido a este mundo.
Jn 11:32 María, pues, habiendo llegado a donde estaba Jesús , viéndole, se postró a sus pies, y le dijo: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Jn 11:34 y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Ven, Señor, le dijeron, y lo verás.
Jn 11:39 Dijo Jesús : Quitad la piedra. Marta, hermana del difunto, le respondió: Señor, mira que ya hiede, pues hace ya cuatro días que está ahí.
Jn 12:13 cogieron ramos de palmas y salieron a recibirle, gritando: ¡Hosanna! ¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor, el rey de Israel!
Jn 12:21 se acercaron a Felipe, natural de Betsaida en Galilea, y le hicieron esta súplica: Señor, deseamos ver a Jesús .
Jn 12:38 De suerte que vinieron a cumplirse las palabras que dijo el profeta Isaías: ¡Oh Señor! ¿quién ha creído lo que oyó de nosotros? ¿Y de quién ha sido conocido el brazo del Señor?
Jn 12:38 De suerte que vinieron a cumplirse las palabras que dijo el profeta Isaías: ¡Oh Señor! ¿quién ha creído lo que oyó de nosotros? ¿Y de quién ha sido conocido el brazo del Señor?
Jn 13:6 Vino a Simón Pedro, y Pedro le dijo: ¡Señor!, ¿tú lavarme a mí los pies?
Jn 13:9 Le dijo Simón Pedro: Señor, no solamente mis pies, sino las manos también, y la cabeza.
Jn 13:13 Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.
Jn 13:14 Pues si yo, que soy el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, debéis también vosotros lavaros los pies uno al otro.
Jn 13:25 El entonces, recostándose más sobre el pecho de Jesús , le dijo: Señor, ¿quién es?
Jn 13:36 Le dijo Simón Pedro: Señor, ¿a dónde te vas? Respondió Jesús : A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora; me seguirás, sí, después.
Jn 14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos adónde vas; pues ¿cómo podemos saber el camino?
Jn 14:8 Le dijo Felipe: Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.
Jn 14:22 Le dijo Judas, no el Iscariote: Señor, ¿qué causa hay para que te hayas de manifestar claramente a nosotros, y no al mundo?
Jn 20:2 y sorprendida echó a correr, y fue a estar con Simón Pedro y con aquel otro discípulo amado de Jesús , y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.
Jn 20:13 Le dijeron ellos: Mujer, ¿por qué lloras? Les respondió: Porque se han llevado de aquí a mi Señor; y no sé dónde le han puesto.
Jn 20:15 Le dijo Jesús : Mujer, ¿por qué lloras?; ¿a quién buscas? Ella suponiendo que sería el hortelano, le dice: Señor, si tú le has quitado, dime dónde le pusiste; y yo me lo llevaré.
Jn 20:18 Fue, pues, María Magdalena a dar parte a los discípulos, diciendo: He visto al Señor, y me ha dicho esto.
Jn 20:20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Se llenaron de gozo los discípulos con la vista del Señor.
Jn 20:25 Le dijeron después los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Mas él les respondió: Si yo no veo en sus manos la hendidura de los clavos, y no meto mi dedo en el agujero que en ellas hicieron, y mi mano en la llaga de su costado, no lo creeré.
Jn 20:28 Respondió Tomás, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!