Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Ezeq 5:16 Y conocerán que yo el Señor he hablado, cuando yo arroje contra ellos las funestas saetas del hambre; las cuales llevarán consigo la muerte: que para mataros las despediré yo; y amontonaré sobre vosotros el hambre, y os quitaré el sustento del pan.
Ezeq 5:17 Despacharé, pues, contra vosotros el hambre y las bestias y fieras hasta destruiros enteramente; y se pasearán por en medio de ti, ¡oh pueblo infiel!, la peste y la mortandad, y haré que la espada descargue sobre ti. Yo el Señor lo he dicho.
Ezeq 6:1 Y me habló el Señor, diciendo:
Ezeq 6:3 y dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes y a los collados, a los peñascos y a los valles: Mirad, yo haré que descargue sobre vosotros la espada, y destruiré vuestros lugares altos;
Ezeq 6:3 y dirás: Montes de Israel, escuchad la palabra del Señor Dios: Esto dice el Señor Dios a los montes y a los collados, a los peñascos y a los valles: Mirad, yo haré que descargue sobre vosotros la espada, y destruiré vuestros lugares altos;
Ezeq 6:7 Y se hará una gran mortandad entre vosotros, y conoceréis que yo soy el Señor.
Ezeq 6:10 Y conocerán que no en balde dije yo el Señor, que haría en ellos tal escarmiento.
Ezeq 6:11 Esto dice el Señor Dios: Hiere una mano con otra, y da golpes con tu pie, y di: ¡Ay de la casa de Israel, a causa de sus inicuas abominaciones, porque todos ellos han de perecer al filo de la espada, y de hambre, y de peste!
Ezeq 6:13 Y vosotros conoceréis que yo soy el Señor, cuando vuestros muertos estuvieren en medio de vuestros ídolos, alrededor de vuestros altares, en todos los altos collados, sobre todas las cimas de los montes, y debajo de todo árbol frondoso y de toda robusta encina; lugares en donde se quemaron olorosos inciensos a todos sus ídolos.
Ezeq 6:14 Y yo sentaré bien mi mano sobre ellos, y dejaré asolado y abandonado su país, desde el desierto de Deblata en todos los lugares en que habitan; y conocerán que yo soy el Señor.
Ezeq 7:1 Y me habló el Señor, y dijo:
Ezeq 7:2 Tú, pues, oh hijo de hombre, atiende: Esto dice el Señor Dios a la tierra de Israel: El fin llega, ya llega el fin por todos los cuatro lados de este país.
Ezeq 7:4 Y no te miraré con ojos compasivos, ni tendré de ti misericordia; sino que pondré tus obras encima de ti, y en medio de ti tus abominaciones, y conoceréis que yo soy el Señor.
Ezeq 7:5 Esto dice el Señor Dios: La aflicción única, la aflicción singularísima, he aquí que viene.
Ezeq 7:9 Y no te miraré con ojos benignos, ni me apiadaré de ti, sino que te echaré a cuestas todas tus maldades, y pondré delante de ti tus abominaciones; y conoceréis que yo soy el Señor que castigo.
Ezeq 7:12 Llega el tiempo, se acreca el día; no tiene que alegrarse el que compra, ni que llorar el que vende; porque la ira del Señor va a descargar sobre todo su pueblo.
Ezeq 7:19 Arrojada será por la calle la plata de ellos, y entre la basura su oro. Pues ni su plata ni su oro podrán salvarlos en aquel día del furor del Señor, ni saciar su alma, ni llenar sus vientres, pues les ha servido de tropiezo en su maldad.
Ezeq 7:27 Sumergido quedará el rey en la aflicción, y cubiertos de tristeza los príncipes o magnates, y temblando de miedo las manos del pueblo. Los trataré yo como merecen, y los juzgaré según sus obras; y conocerán que yo soy el Señor.
Ezeq 8:1 Y sucedió en el año sexto, el sexto mes, el día cinco, que estando yo sentado en mi casa, estándolo alrededor mío los ancianos de Judá, súbito se hizo sentir sobre mí la virtud del Señor Dios.
Ezeq 8:3 Y vi la figura de una mano extendida que me cogió de una guedeja de mi cabeza, y me levantó en espíritu entre cielo y tierra, y me llevó a Jerusalén en una visión maravillosa de Dios, junto a la puerta de adentro del templo, que miraba al norte, en donde estaba colocado el ídolo de los celos, o celotipia, para provocar los celos del Señor.
Ezeq 8:12 Y él me dijo: Hijo de hombre, bien ves tú lo que están haciendo los ancianos de la casa de Israel, en la oscuridad, cada cual en lo escondido de su aposento; porque dicen ellos: No, no nos ve el Señor, desamparó el Señor la tierra.
Ezeq 8:12 Y él me dijo: Hijo de hombre, bien ves tú lo que están haciendo los ancianos de la casa de Israel, en la oscuridad, cada cual en lo escondido de su aposento; porque dicen ellos: No, no nos ve el Señor, desamparó el Señor la tierra.
Ezeq 8:14 Y me llevó a la entrada de la puerta del templo del Señor, que caía al norte, y vi a unas mujeres que estaban allí sentadas llorando a Adonis.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 9:1 Y gritó el Señor con gran voz a mis oídos, diciendo: Se acerca la visita o castigo de la ciudad, y cada uno tiene en su mano un instrumento de muerte.
Ezeq 9:3 Entonces la gloria del Señor de Israel se trasladó desde los querubines, sobre los cuales residía, al umbral de la casa, o templo; y llamó al varón que llevaba la vestidura de lino, y tenía en su cintura recado de escribir.
Ezeq 9:4 Y le dijo el Señor: Pasa por medio de la ciudad, por medio de Jerusalén , y señala con la letra Tau las frentes de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella.
Ezeq 9:8 Y acabada la mortandad, quedé yo allí, y me postré sobre mi rostro, y levantando el grito, dije: ¡Ay, ay, Señor Dios! ¡Ay! ¿Por ventura destruirás todos los restos de Israel, derramando tu furor sobre Jerusalén ?
Ezeq 9:9 Y me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es excesivamente grande, y la tierra está cubierta de enormes delitos, y llena de apostasías la ciudad; pues dijeron: Abandonó el Señor la tierra; el Señor no lo ve.
Ezeq 9:9 Y me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es excesivamente grande, y la tierra está cubierta de enormes delitos, y llena de apostasías la ciudad; pues dijeron: Abandonó el Señor la tierra; el Señor no lo ve.
Ezeq 10:2 Y el Señor habló al varón aquel que llevaba la vestidura de lino, y le dijo: Métete por entre las ruedas que están bajo los querubines, y coge con tu mano brasas de fuego de las que están entre los querubines, y arrójalas sobre la ciudad. Y entró aquél a vista mía.
Ezeq 10:4 Y se trasladó la gloria del Señor desde encima de los querubines al umbral del templo y se llenó el templo de una nube tenebrosa; el atrio quedó lleno del resplandor de la gloria del Señor.
Ezeq 10:4 Y se trasladó la gloria del Señor desde encima de los querubines al umbral del templo y se llenó el templo de una nube tenebrosa; el atrio quedó lleno del resplandor de la gloria del Señor.
Ezeq 10:18 Y la gloria del Señor partió del umbral del templo, y se puso sobre los querubines.
Ezeq 10:19 Extendiendo los querubines sus alas, se remontaron del suelo a mi vista; y al marcharse ellos, les siguieron también las ruedas; y se pararon a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor; y la gloria del Dios de Israel iba sobre los querubines.
Ezeq 11:1 Me arrebató el espíritu, y me condujo a la puerta oriental del templo del Señor que mira hacia el oriente, y vi que a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y vi en medio de ellos a Jezonías, hijo de Azur, y a Feltías, hijo de Banaías, príncipes del pueblo.
Ezeq 11:2 Y me dijo el Señor: Hijo de hombre, éstos son los varones que meditan la maldad; y forman en esta ciudad pésimos designios,
Ezeq 11:5 Y vino sobre mí el Espíritu del Señor, y me dijo: Habla: Esto dice el Señor: Vosotros habéis hablado así, ¡oh familia de Israel!, y yo conozco los pensamientos de vuestro corazón.
Ezeq 11:5 Y vino sobre mí el Espíritu del Señor, y me dijo: Habla: Esto dice el Señor: Vosotros habéis hablado así, ¡oh familia de Israel!, y yo conozco los pensamientos de vuestro corazón.
Ezeq 11:7 Por tanto, esto dice el Señor Dios: Aquellos que vosotros habéis muerto y arrojado en medio de la ciudad, ésos son las carnes; y ella, (la ciudad) es la caldera; mas yo os echaré fuera de ella.
Ezeq 11:8 Temisteis la espada de los caldeos, pues la espada enviaré yo sobre vosotros, dice el Señor.
Ezeq 11:10 Al filo de la espada pereceréis; en los confines de Israel os juzgaré a vosotros, y conoceréis que yo soy el Señor.
Ezeq 11:12 Y conoceréis que yo soy el Señor; por cuanto no habéis vosotros procedido según mis mandamientos, ni observado mis leyes, sino que habéis seguido los ritos de los gentiles que viven alrededor vuestro.
Ezeq 11:13 Y acaeció que mientras estaba yo vaticinando, cayó muerto Feltías, hijo de Banaías. Y yo me postré sobre mi rostro, gritando en alta voz, y diciendo: ¡Ay, ay, Señor Dios, ay! ¿Quieres acabar tú con los restos de Israel?
Ezeq 11:14 Y me habló el Señor, diciendo:
Ezeq 11:15 Hijo de hombre, a tus hermanos, a los hermanos tuyos, y a tus parientes, y a todos los hombres de la casa de Israel les dijeron esos moradores de Jerusalén : Andad lejos del Señor, a nosotros se nos ha dado en posesión esta tierra.
Ezeq 11:16 Por tanto esto dice el Señor Dios: Si yo los envié lejos entre las naciones, y los dispersé en países extraños, yo mismo les serviré de santuario en ese breve tiempo, en el país a donde fueron.
Ezeq 11:17 Por eso les dirás: Así dice el Señor Dios: Yo os recogeré de entre las naciones, y os reuniré de los países por los cuales habéis sido dispersados, y os daré la tierra de Israel.