SALMO de David, cuando fué restaurada su tierra. El Señor es el que reina: Regocíjese la tierra; muestre su júbilo la multitud de islas. 2 Rodeado está de una densa y oscura nube; justicia y juicio son el sostén de su trono. 3 Fuego irá delante de él, que abrasará por todas partes a sus enemigos. 4 Alumbrarán sus relámpagos la tierra, que lo vio, y se estremeció. 5 Se derritieron, como cera, los montes a la presencia del Señor; a la presencia del Señor se derretirá la tierra toda. 6 Anunciaron los cielos su justicia; y todos los pueblos vivieron su gloria. 7 Que se confundan todos los adoradores de los ídolos y cuantos se glorían en sus simulacros. Adorad al Señor vosotros todos ¡oh ángeles suyos!

8 Lo oyó Sión, y se llenó de alborozo. Saltaron de alegría las hijas de Judá en vista, ¡oh Señor!, de tus juicios. 9 Porque tú eres el Señor Altísimo sobre toda la tierra; tú eres infinitamente más elevado que todos los dioses. 10 ¡Oh vosotros, los que amáis al Señor!, aborreced el mal. El Señor guarda las almas de sus santos; las librará de las manos del pecador.

11 Amaneció la luz al justo, y la alegría a los de recto corazón. 12 Alegraos, pues, ¡oh justos!, en el Señor, y celebrad con alabanzas su santa memoria.
Pater
Filius
Spiritus Sanctus
Angelorum
Satan
Commentarium
Nexus
Graphice
Atlas