I Par 23:1
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Siendo ya David anciano y lleno de días, constituyó a Salomón , su hijo, por rey de Israel.
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I Par 24:6
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Semeías, hijo de Natanael, de la tribu de Leví, secretario o canciller, formó la lista de ellos en presencia del rey, y de los magnates, y de Sadoc sumo sacerdote, y de Ahimelec hijo de Abiatar, como también de las cabezas de las familias sacerdotales y levíticas; tomando alternativamente de la casa de Eleazar, que era sobre las otras, y de la casa de Itamar, que tenía también otras bajo de sí.
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I Par 24:31
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Y éstos también echaron suertes a imitación de sus hermanos los hijos de Aarón, en presencia del rey David, y de Sadoc, y de Ahimelec, y de los príncipes o cabezas de las familias sacerdotales y levíticas; desde el mayor hasta el menor, todos igualmente fueron distribuidos por suerte, en veinticuatro clases de levitas.
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I Par 25:2
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De los hijos de Asaf fueron Zaccur, y José, y Natanías, y Asarela, bajo la dirección de su padre Asaf, el cual cantaba cerca del rey.
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I Par 25:5
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todos hijos de Hemán, que era profeta del rey en los cánticos de Dios para ensalzar su poder; y le dio Dios a Hemán catorce hijos y tres hijas.
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I Par 25:6
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Todos los referidos estaban distribuidos bajo la dirección de sus padres, esto es, de Asaf, y de Iditún, y de Hemán, para cantar en el templo del Señor con címbalos, y salterios, y cítaras, en servicio de la casa del Señor cerca del rey.
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I Par 26:26
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Selemit, pues, con sus hermanos, tenían la custodia de los tesoros del santuario, que habían consagrado a Dios el rey David y los príncipes de las familias, y los tribunos, y centuriones, y demás capitanes del ejército,
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I Par 26:30
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Hasabías, de la familia de los hebronitas, y sus hermanos, en número de mil setecientos, hombres muy valerosos, gobernaban la parte de Israel que está al otro lado del Jordán hacia el poniente, en todos los negocios concernientes al servicio del Señor y del rey.
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I Par 26:32
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y de sus hermanos en el mayor vigor de la edad, se hallaron dos mil setecientas cabezas de familia. Y el rey David les dio el mando sobre los rubenitas, y gaditas, y la media tribu de Manasés, en todo lo tocante al servicio de Dios y del rey.
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I Par 26:32
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y de sus hermanos en el mayor vigor de la edad, se hallaron dos mil setecientas cabezas de familia. Y el rey David les dio el mando sobre los rubenitas, y gaditas, y la media tribu de Manasés, en todo lo tocante al servicio de Dios y del rey.
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I Par 27:1
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Los hijos de Israel, que bajo sus jefes de familias, tribunos, y centuriones, y prefectos servían al rey, repartidos en escuadrones, cambiándose todos los meses del año, eran en número de veinticuatro mil hombres mandados por sus respectivos capitanes.
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I Par 27:24
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Joab, hijo de Sarvia, había comenzado el encabezamiento, pero no lo finalizó; porque esta empresa había acarreado la ira de Dios sobre Israel, y por lo mismo el número de los que fueron contados no fue escrito en las fastos del rey David.
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I Par 27:25
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El superintendente de los tesoros del rey fue Azmot, hijo de Adiel. Pero de aquellos tesoros o almacenes que había en las ciudades, y en las aldeas, y en los castillos, era superintendente Jonatán, hijo de Ozías.
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I Par 27:31
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De las ovejas Jaziz, agareno. Todos éstos eran administradores de la hacienda del rey David.
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I Par 27:32
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Jonatán, tío paterno de David, varón instruido y prudente, era su consejero. El y Jahiel, hijo de Acamoni, estaban de compañeros con los hijos del rey.
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I Par 27:33
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Asimismo era consejero del rey Aquitofel, y Cusai, araquita, amigo del rey.
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I Par 27:33
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Asimismo era consejero del rey Aquitofel, y Cusai, araquita, amigo del rey.
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I Par 27:34
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Después de Aquitofel lo fueron Joíada, hijo de Banaías, y Abiatar. El generalísimo del ejército del rey era Joab.
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I Par 28:1
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Finalmente el rey David convocó en Jerusalén todos los príncipes de Israel, los jefes de las tribus, y los comandantes de los cuerpos de ejército que servían al rey, como también a los tribunos y centuriones, y a los administradores de la hacienda y posesiones del rey, y a sus hijos, con los eunucos o cortesanos, y a los más poderosos y a los más valientes del ejército.
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I Par 28:1
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Finalmente el rey David convocó en Jerusalén todos los príncipes de Israel, los jefes de las tribus, y los comandantes de los cuerpos de ejército que servían al rey, como también a los tribunos y centuriones, y a los administradores de la hacienda y posesiones del rey, y a sus hijos, con los eunucos o cortesanos, y a los más poderosos y a los más valientes del ejército.
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I Par 28:1
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Finalmente el rey David convocó en Jerusalén todos los príncipes de Israel, los jefes de las tribus, y los comandantes de los cuerpos de ejército que servían al rey, como también a los tribunos y centuriones, y a los administradores de la hacienda y posesiones del rey, y a sus hijos, con los eunucos o cortesanos, y a los más poderosos y a los más valientes del ejército.
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I Par 28:2
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Y levantándose el rey, puesto en pie, dijo: Escuchadme, oh hermanos míos, y pueblo mío: Yo tuve intención de construir un templo en que fuese colocada el arca del Testamento del Señor, que es como la tarima de los pies de nuestro Dios, y tengo preparados todos los materiales que he podido para la construcción.
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I Par 28:4
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Verdad es que el Señor Dios de Israel me escogió a mí de entre toda la familia de mi padre, para que fuese rey de Israel perpetuamente; porque de Judá ha escogido los príncipes o soberanos; de las familias de Judá la familia de mi padre; y entre los hijos de mi padre, quiso elegirme a mí por rey de todo Israel.
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I Par 28:4
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Verdad es que el Señor Dios de Israel me escogió a mí de entre toda la familia de mi padre, para que fuese rey de Israel perpetuamente; porque de Judá ha escogido los príncipes o soberanos; de las familias de Judá la familia de mi padre; y entre los hijos de mi padre, quiso elegirme a mí por rey de todo Israel.
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I Par 29:1
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Habló después así el rey David a toda la asamblea: Dios ha escogido entre todos los demás a mi hijo Salomón , que es aún jovencito y tierno; y la empresa es grande; porque no se trata de disponer habitación para un hombre, sino para Dios.
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I Par 29:6
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Los príncipes, pues, de las familias, y los magnates de las tribus de Israel con los tribunos y centuriones, y administradores de la hacienda del rey, prometieron
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I Par 29:9
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Y el pueblo mostró su alegría al prometer estas ofrendas voluntarias; porque las hacía al Señor de todo su corazón; por lo cual el mismo rey David se llenó de gozo.
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I Par 29:20
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Después dijo David a toda la asamblea: Bendecid al Señor Dios nuestro. Y toda la asamblea bendijo al Señor Dios de sus padres; y postrándose adoraron a Dios, y rindieron en seguida su homenaje al rey.
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I Par 29:22
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Con lo cual comieron y bebieron aquel día en presencia del Señor con gran alegría. Ungieron después por segunda vez a Salomón , hijo de David. Y lo ungieron por rey por orden del Señor; y a Sadoc por sumo sacerdote.
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I Par 29:23
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Y Salomón se sentó como rey sobre el trono del Señor en lugar de su padre David, y fue del agrado de todos; y todo Israel le prestó obediencia.
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I Par 29:24
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Al mismo tiempo todos los príncipes y magnates, y todos los hijos del rey David le juraron fidelidad, y se sometieron al rey Salomón .
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I Par 29:24
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Al mismo tiempo todos los príncipes y magnates, y todos los hijos del rey David le juraron fidelidad, y se sometieron al rey Salomón .
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I Par 29:25
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Y el Señor ensalzó a Salomón sobre todo Israel; y lo colmó de tanta gloria en el reino, cual no la tuvo antes de él ningún rey de Israel.
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II Par 1:8
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Respondió Salomón a Dios: Tú usaste de gran misericordia para con David, mi padre, y a mí me has constituido rey en su lugar.
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II Par 1:9
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Ahora, pues, oh Señor Dios, cúmplase la promesa que hiciste a David, mi padre; y pues tú me has hecho rey de este pueblo tuyo tan crecido, tan innumerable como las partículas del polvo de la tierra,
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II Par 1:11
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Dijo entonces Dios a Salomón : Ya que esto es lo que ha agradado más a tu corazón, y no has pedido riquezas, ni hacienda, ni gloria, ni la muerte de aquellos que te odian, ni tampoco una larga vida; sino que has pedido sabiduría y ciencia para poder gobernar a mi pueblo, del cual yo te he hecho rey;
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II Par 1:15
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E hizo el rey que la plata y el oro en Jerusalén fuese tan común como las piedras, y los cedros como las higueras silvestres que con tanta abundancia crecen en los campos.
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II Par 2:3
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Y envió a decir a Hiram, rey de Tiro: Así como lo hiciste con David, mi padre, remitiéndole maderas de cedro para la construcción de la casa, donde él habitó,
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II Par 2:11
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Hiram, rey de Tiro, en la carta con que contestó a Salomón , decía: Por lo mucho que ama el Señor a su pueblo, por eso te ha puesto a ti para que reines sobre él.
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II Par 2:12
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Y añadía: Bendito sea el Señor Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, el cual ha dado al rey David un hijo sabio, entendido, juicioso y prudente, a fin de que edificara un templo al Señor, y un palacio para sí.
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II Par 4:11
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Hizo asimismo Hiram calderas, y tridentes y jarras; y concluyó todas las obras que el rey mandó hacer en el templo de Dios,
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II Par 4:17
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Los mandó fundir el rey en la ribera del Jordán en una tierra gredosa, entre Socot y Saredata.
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II Par 5:3
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Vinieron, pues, al rey, todos los varones de Israel el día solemne del mes séptimo.
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II Par 5:6
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Entretanto el rey Salomón y toda la congregación de Israel, y todos los que se habían reunido delante del arca , sacrificaban carneros y bueyes sin número; tan grande era la multitud de las víctimas.
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II Par 6:3
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Luego volviéndose el rey hacia toda la multitud de Israel (pues toda la gente estaba en pie, atenta) la bendijo, y habló así:
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II Par 6:6
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sino que escogí a Jerusalén para que se invoque en ella mi Nombre, y elegí a David para constituirle rey de mi pueblo de Israel.
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II Par 7:4
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Entretanto el rey y todo el pueblo inmolaron víctimas delante del Señor.
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II Par 7:5
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El rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil carneros; de esta manera celebró el rey con todo el pueblo la dedicación de la casa de Dios.
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II Par 7:5
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El rey Salomón ofreció en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil carneros; de esta manera celebró el rey con todo el pueblo la dedicación de la casa de Dios.
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II Par 7:6
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Al mismo tiempo atendían los sacerdotes a sus ministerios, y los levitas, al son de sus instrumentos, cantaban los salmos que había compuesto el rey David para alabar al Señor, repitiendo: Porque es eterna su misericordia. Cantaban éstos los himnos de David al son de sus instrumentos; y los sacerdotes enfrente de ellos, sonaban las trompetas, y todo Israel estaba en pie.
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