DIOS creó de la tierra al hombre, y lo formó a imagen suya.

2 Y porque pecó lo hizo volver a ser tierra. Y le revistió de virtud conforme a su ser. 3 Le señaló determinado tiempo y número de días; y le dio potestad sobre las cosas que hay en la tierra. 4 Lo hizo temible a todos los animales por lo cual tiene él dominio sobre las bestias y sobre las aves. 5 De la sustancia del mismo formó Dios una ayuda semejante a él; les dio a ambos razón y lengua, y ojos, y orejas, e ingenio para inventar, y los llenó de las luces del entendimiento.

6 Creó en ellos la ciencia del espíritu; les llenó el corazón de discernimiento, y les hizo conocer los bienes y los males. 7 Acercó la luz de sus divinos ojos a sus corazones, para hacerles conocer la magnificencia de sus obras, 8 a fin de que alaben a una su santo Nombre, y ensalcen sus maravillas, y publiquen la grandeza de sus obras. 9 Añadió en bien de ellos las reglas de costumbres, y les dio por herencia la ley de vida. 10 Asentó con ellos una alianza eterna, y les hizo conocer su justicia y sus preceptos. 11 Vieron con los propios ojos la grandeza de su gloria, y la majestad de su voz les hirió los oídos y les dijo: Guardaos de toda suerte de iniquidad. 12 Y mandó a cada uno de ellos el amor de su prójimo.

13 Están siempre a su vista los procederes de ellos; no pueden encubrirse a sus divinos ojos. 14 A todas las naciones señaló quien las gobernase;

15 mas Israel fue visiblemente reservado para herencia de Dios. 16 Todas las obras de ellos están patentes como el sol en la presencia de Dios, cuyos ojos están siempre fijos sobre sus procederes. 17 Ni por sus maldades quedó oscurecida o derogada la alianza divina, y todas sus iniquidades están a la vista de Dios.

18 La limosna del hombre la guarda Dios como un sello, y tendrá cuidado de las buenas obras del hombre como de las niñas de sus ojos.

19 Después se levantará a juicio y dará a los malos el pago, a cada uno en particular, y los enviará a lo profundo de la tierra.

20 Pero a los que se arrepienten les concede el volver a la senda de la justicia, y les da fuerzas cuando les faltan, para ir adelante, y ha destinado para ellos la porción o premio debido a la verdad o fidelidad. 21 Conviértete, pues, al Señor, y abandona tus vicios. 22 Haz oración ante la presencia del Señor y remueve las ocasiones de caer. 23 Conviértete al Señor, y vuelve las espaldas a tu iniquidad, y aborrece sumamente todo lo que es abominable a Dios; 24 y estudia los mandamientos y juicios de Dios, y sé constante en el estado feliz de la virtud que se te ha propuesto y en la oración al Altísimo Dios. 25 Entra en la compañía del siglo santo de la eternidad o con aquellos que viven por la gracia, y dan alabanza a Dios.

26 No te pares en el camino errado de los malos. Alaba a Dios antes de morir. El muerto (como si nada fuese) no puede ya alabarle y merecer la vida eterna." 27 Vivo, vivo lo has de alabar, y estando sano has de confesar y alabar a Dios, y gloriarte en sus misericordias." 28 ¡Oh cuán grande es la misericordia del Señor, y cuánta su clemencia para con los que a él se convierten!"

29 Porque no puede el hombre tener todas las cosas; puesto que no hay ningún hijo del hombre que sea inmortal, y que no se complazca en la vanidad y malicia." 30 ¿Qué cosa más resplandeciente que el sol? Pues éste también se eclipsa. O ¿qué cosa más torpe que los pensamientos de carne y sangre? Pero no han de quedar ellos sin castigo." 31 Aquel ve en torno de sí las virtudes del altísimo cielo; mas todos los hombres son polvo y ceniza."

Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas