EL presbítero al muy querido Gayo, a quien amo yo de veras. 2 Carísimo, ruego a Dios que te prospere en todo, y goces salud, como la goza dichosamente tu alma. 3 Grande ha sido mi contento con la venida de los hermanos, y el testimonio que dan de tu sincera piedad, como que sigues el camino de la verdad, de la buena nueva. 4 En ninguna cosa tengo mayor gusto que cuando entiendo que mis hijos van por el camino de la verdad. 5 Carísimo mío, te portas como fiel y buen cristiano en todo lo que practicas con los hermanos, especialmente con los peregrinos, 6 los cuales han dado testimonio de tu caridad públicamente en la Iglesia; y tú harás bien en hacerlos conducir y asistir en sus viajes con el decoro debido a Dios, 7 pues que por la gloria de su Nombre han emprendido el viaje, sin tomar nada de los gentiles recién convertidos. 8 Por eso mismo nosotros debemos acoger a los tales a fin de cooperar a la propagación de la verdad o de la buena nueva. 9 Yo quizá hubiera escrito a la Iglesia; pero ese Diótrefes, que ambiciona la primacía entre los demás, nada quiere saber de nosotros. 10 Por tanto, si voy allá, yo denunciaré sus procedimientos, haciéndole ver cuán mal hace en ir vertiendo especies malignas contra nosotros; y como si esto no le bastase, no solamente no hospeda él a nuestros hermanos, sino que a los que les dan acogida se lo veda y los echa de la Iglesia. 11 Tú, querido mío, no has de imitar el mal ejemplo, sino el bueno. El que hace bien, es de Dios; el que hace mal, no mira a Dios. 12 Todos dan testimonio a favor de Demetrio, y lo da la verdad misma, y se lo damos igualmente nosotros; y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero. 13 Muchas cosas tenía que escribirte; pero no he querido hacerlo por medio de tinta y pluma; 14 porque espero verte luego, y hablaremos boca a boca. La paz sea contigo. Te saludan los amigos. Saluda tú a los nuestros, a cada uno en particular.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas