EL que tocare la pez, se ensuciará con ella; y al que trata con el soberbio, se le pegará la soberbia.

2 Una buena carga se echa encima quien tiene trato con otro más poderoso que él. Y así no te acompañes con quien es más rico que tú. 3 ¿Qué sacará la olla de barro de estar junto al caldero? Cuando chocare contra éste, quedará hecha pedazos. 4 El rico hará un agravio, y prorrumpirá en fieros o bravatas; mas el pobre, agraviado, habrá de callar. 5 Si le haces regalos, te recibirá en su amistad; cuando nada tengas que ofrecerle, te abandonará. 6 Mientras tuvieres algo, se sentará a tu mesa, hasta que te haya consumido tu hacienda; y después no se compadecerá de ti. 7 Si te necesita, te engañará con palabras halagüeñas, y con semblante risueño te dará esperanzas, prometiéndote mil bienes, y te dirá: ¿Qué es lo que has de necesitar? 8 Y te confundirá con sus convites suntuosos; hasta tanto que en dos o tres veces que tú le convides te haga gastar cuanto tienes, y a la postre se burlará de ti; y después, al verte, te volverá las espaldas, y meneará su cabeza mofándose de ti.

9 Humíllate a Dios, y espera de su mano el amparo. 10 Mira que seducido no te humilles neciamente ante el rico. 11 Guárdate de abatirte en tu sabiduría, no sea que humillado que estés, te seduzcan a hacer cosas de necio. 12 Cuando te llame algún poderoso, excúsate; que por lo mismo serás llamado con mayor empeño. 13 No seas inoportuno, para que no te eche de sí; ni te alejes tanto de él, que vengas a ser olvidado. 14 No te entretengas para hablar con él como con un igual, ni te fíes de las muchas palabras suyas; porque con hacerte hablar mucho hará prueba de ti, y como pasatiempo te sonsacará tus secretos. 15 Su corazón fiero observará tus palabras, y no te escaseará después el mal trato y las prisiones. 16 Vete con cuidado y está alerta a lo que oyes, pues andas por el borde de tu precipicio. 17 Mas al oír estas cosas tenlas presentes, aun durmiendo; y está alerta. 18 Ama a Dios toda tu vida, e invócale para que te salve con su gracia.

19 Todo animal ama a su semejante; así también todo hombre debe amar a su prójimo. 20 Todas las bestias se asocian con sus semejantes; y con su semejante se ha de acompañar todo hombre. 21 Cuando el lobo trabe amistad con el cordero, entonces la tendrá el pecador con el justo. 22 ¿Qué comunicación puede haber entre un hombre santo y un perro? ¿O cuál unión entre un rico y un pobre?

23 Presa del león es el asno montés en el desierto; así también los pobres son pasto de los ricos. 24 Así como el soberbio detesta la humildad, así también el rico tiene aversión al pobre. 25 Si bambolea el rico, sus amigos lo sostienen; mas cayendo el pobre, aun sus familiares lo echan a empellones. 26 El rico que ha resbalado tiene muchos que le sostienen; ha hablado con arrogancia, y aquéllos lo justifican." 27 Mas el pobre que se desliza, tras eso es maltratado; habla cuerdamente, y no se hace caso de él." 28 Habla el rico, y todos callan, y ensalzan su dicho hasta las nubes." 29 Habla el pobre, y dicen aquéllos: ¿Quién es ése? Y si da un paso falso, lo empujan hasta dar con él en tierra."

30 Buenas son las riquezas en manos del que no tiene pecado en su conciencia; mas la pobreza es malísima a juicio del impío." 31 El corazón o interior del hombre le hace demudar el semblante o en bien o en mal." 32 La señal del buen corazón, que es un semblante siempre bueno y tranquilo, lo hallarás difícilmente y a duras penas."
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas