Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

II Par 25:4 pero no mató a sus hijos, conformándose con lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, donde el Señor mandó expresamente: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal.
II Par 25:7 Entonces vino a encontrarle un varón de Dios, y le dijo: Oh rey, no vaya contigo el ejército de Israel, porque el Señor no está con Israel, ni con ninguno de los hijos de Efraín.
II Par 25:9 Respondió Amasías al varón de Dios: ¿Pues y los cien talentos que he dado a los soldados de Israel? Le replicó el varón de Dios: Tiene el Señor de donde poder darte mucho más que eso.
II Par 25:15 Por lo cual enojado el Señor contra Amasías, le envió un profeta que le dijese: ¿Cómo has adorado tú a unos dioses que no han podido librar a su pueblo de tus manos?
II Par 25:20 No quiso escuchar Amasías; porque era disposición del Señor que fuese entregado en manos de sus enemigos, a causa de los dioses de Edom que adoraba.
II Par 25:27 Después que se apartó del Señor, tramaron una conjuración contra él en Jerusalén ; y habiendo huido a Laquis, despacharon gentes para que allí lo asesinasen, como lo hicieron.
II Par 26:4 E hizo lo que era recto en los ojos del Señor, imitando en todo a su padre Amasías.
II Par 26:5 Buscó con ansia al Señor mientras vivió Zacarías, varón prudente y profeta del Señor; y el Señor, a quien él buscaba, le encaminó bien en todas las cosas.
II Par 26:5 Buscó con ansia al Señor mientras vivió Zacarías, varón prudente y profeta del Señor; y el Señor, a quien él buscaba, le encaminó bien en todas las cosas.
II Par 26:5 Buscó con ansia al Señor mientras vivió Zacarías, varón prudente y profeta del Señor; y el Señor, a quien él buscaba, le encaminó bien en todas las cosas.
II Par 26:15 Además construyó en Jerusalén máquinas de varias especies, que colocó en las torres y en los ángulos de los muros para disparar saetas y piedras grandes; y se extendió muy lejos la gloria de su nombre, porque el Señor le asistía y daba vigor.
II Par 26:16 Mas al verse tan poderoso se enfrió su corazón para ruina suya, y despreció a su Señor Dios; y habiendo entrado en el templo del Señor, quiso ofrecer allí incienso sobre el altar de los perfumes.
II Par 26:16 Mas al verse tan poderoso se enfrió su corazón para ruina suya, y despreció a su Señor Dios; y habiendo entrado en el templo del Señor, quiso ofrecer allí incienso sobre el altar de los perfumes.
II Par 26:17 Al instante entró en pos de él Azarías, sumo sacerdote, acompañado de ochenta sacerdotes del Señor, hombres de gran firmeza;
II Par 26:18 y se opusieron al rey, y le dijeron: Oh Ozías, no te pertenece a ti el ofrecer incienso al Señor, sino a los sacerdotes, esto es, a los hijos de Aarón que han sido consagrados para este ministerio. Sal del santuario; no quieras despreciar nuestro consejo; porque no será esa acción gloriosa para ti delante del Señor, sino criminal.
II Par 26:18 y se opusieron al rey, y le dijeron: Oh Ozías, no te pertenece a ti el ofrecer incienso al Señor, sino a los sacerdotes, esto es, a los hijos de Aarón que han sido consagrados para este ministerio. Sal del santuario; no quieras despreciar nuestro consejo; porque no será esa acción gloriosa para ti delante del Señor, sino criminal.
II Par 26:19 Pero Ozías, arrebatado de cólera, y teniendo en la mano el incensario para ofrecer el incienso, amenazaba a los sacerdotes; y de repente apareció la lepra en su frente, a vista de los sacerdotes, en la casa del Señor, junto al altar de los perfumes.
II Par 26:20 Y habiéndolo mirado Azarías, sumo sacerdote, y todos los demás sacerdotes, echaron de ver la lepra en su frente, y a toda prisa lo hicieron salir fuera. Y él mismo despavorido, se apresuró a salir, porque había sentido de repente el castigo que le había enviado el Señor.
II Par 26:21 Estuvo, pues, el rey Ozías leproso hasta su muerte, y habitó en una casa separada, cubierto de lepra, por motivo de la cual había sido echado del templo del Señor. Entretanto su hijo Joatam tomó el gobierno de la casa real, y administraba justicia al pueblo.
II Par 27:2 Y procedió con rectitud a la presencia del Señor, conforme a todo lo que había hecho su padre Ozías; salvo que no se entremetió en el templo del Señor: pero el pueblo seguía todavía en los desórdenes.
II Par 27:2 Y procedió con rectitud a la presencia del Señor, conforme a todo lo que había hecho su padre Ozías; salvo que no se entremetió en el templo del Señor: pero el pueblo seguía todavía en los desórdenes.
II Par 27:3 Joatam fue el que construyó la puerta altísima del templo del Señor, e hizo muchas obras en los muros de la torre Ofel.
II Par 27:6 Joatam, pues, se hizo poderoso, por haber procedido rectamente en los ojos del Señor Dios suyo.
II Par 28:1 Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar; y dieciséis años reinó en Jerusalén . No se portó bien en la presencia del Señor, como su padre David;
II Par 28:3 Este es aquel que ofreció incienso en el valle de Benennom, e hizo pasar sus hijos por el fuego, según el rito idolátrico de las naciones exterminadas por el Señor al arribo de los hijos de Israel.
II Par 28:5 Por eso el Señor Dios lo entregó en poder del rey de Siria, el cual le derrotó, y cogió un gran botín de su reino, y se lo llevó a Damasco. También fue entregado en manos del rey de Israel, que hizo gran destrozo en su gente.
II Par 28:6 Pues Facee, hijo de Romelía, mató en un solo día ciento veinte mil hombres de Judá, todos ellos bravos soldados; porque habían abandonado al Señor Dios de sus padres.
II Par 28:9 Había allí en aquella sazón un profeta del Señor, llamado Oded, el cual, saliendo al encuentro del ejército que venía a Samaria, les dijo: Habéis visto que el Señor Dios de vuestros padres, irritado contra los hijos de Judá, los ha entregado en vuestras manos; mas vosotros les habéis quitado la vida atrozmente; tanto que vuestra crueldad ha subido hasta el cielo.
II Par 28:9 Había allí en aquella sazón un profeta del Señor, llamado Oded, el cual, saliendo al encuentro del ejército que venía a Samaria, les dijo: Habéis visto que el Señor Dios de vuestros padres, irritado contra los hijos de Judá, los ha entregado en vuestras manos; mas vosotros les habéis quitado la vida atrozmente; tanto que vuestra crueldad ha subido hasta el cielo.
II Par 28:10 Además de esto queréis subyugar a los hijos de Judá y de Jerusalén , como a esclavos y esclavas, cosa que de ninguna manera debéis hacer; pues en esto pecáis contra el Señor Dios vuestro.
II Par 28:11 Oíd, pues, ahora mi consejo: Volved a enviar a sus casas esos prisioneros hermanos vuestros, que habéis traído acá; porque el furor grande del Señor está para caer sobre vosotros.
II Par 28:13 y les dijeron: No introduciréis acá esos cautivos, porque pecaríamos contra el Señor. ¿Cómo pretendéis aumentar nuestros pecados y colmar la medida de los antiguos delitos, puesto que es ése un gran pecado, y la terrible ira del Señor va a descargar sobre Israel?
II Par 28:13 y les dijeron: No introduciréis acá esos cautivos, porque pecaríamos contra el Señor. ¿Cómo pretendéis aumentar nuestros pecados y colmar la medida de los antiguos delitos, puesto que es ése un gran pecado, y la terrible ira del Señor va a descargar sobre Israel?
II Par 28:19 Porque el Señor había humillado a Judá por los pecados de Acaz, rey de Judá, a quien dejó sin amparo por su desprecio del Señor.
II Par 28:19 Porque el Señor había humillado a Judá por los pecados de Acaz, rey de Judá, a quien dejó sin amparo por su desprecio del Señor.
II Par 28:21 Acaz, pues, despojando el templo del Señor, y el palacio real, y las casas de los príncipes, ofreció dones al rey de los asirios, y sin embargo de nada le sirvió.
II Par 28:22 Sobre todo esto, en el mismo tiempo de su angustia aumentó las ofensas contra el Señor; de suerte que el mismo rey Acaz
II Par 28:25 Asimismo los erigió en todas las ciudades de Judá para quemar sobre ellos incienso, provocando la indignación del Señor Dios de sus padres.
II Par 29:2 E hizo lo que era grato a los ojos del Señor, siguiendo en todo el proceder de su padre David.
II Par 29:3 En el primer año y mes de su reinado abrió las puertas del templo del Señor, y las renovó.
II Par 29:5 les dijo: Escuchadme, oh levitas: Purificaos; limpiad la casa del Señor Dios de vuestros padres y quitad del santuario toda inmundicia.
II Par 29:6 Pecaron nuestros padres, y cometieron la maldad en presencia del Señor Dios nuestro, abandonándole; apartaron sus rostros del Tabernáculo del Señor, y le volvieron las espaldas.
II Par 29:6 Pecaron nuestros padres, y cometieron la maldad en presencia del Señor Dios nuestro, abandonándole; apartaron sus rostros del Tabernáculo del Señor, y le volvieron las espaldas.
II Par 29:8 Por eso la ira del Señor se ha encendido contra Judá y Jerusalén , y los ha abandonado a la turbación, y a la ruina, y al escarnio, como vosotros mismos lo estáis viendo con vuestros ojos.
II Par 29:10 Ahora, pues, yo deseo que hagamos alianza con el Señor Dios de Israel, a fin de que aparte de nosotros el furor de su ira.
II Par 29:11 Hijos míos, no seáis negligentes; a vosotros os ha escogido el Señor para que asistáis en su presencia, y le sirváis y deis culto, y le ofrezcáis incienso.
II Par 29:15 Los cuales congregaron a sus hermanos, y se purificaron; y entraron conforme a la orden del rey y al mandamiento del Señor en la casa de Dios para purificarla.
II Par 29:16 Igualmente los sacerdotes habiendo entrado en el santuario del templo del Señor para purificarlo, sacaron al atrio de la casa del Señor todas las inmundicias que hallaron dentro, y de allí las cogieron los levitas, y las llevaron fuera al torrente de Cedrón.
II Par 29:16 Igualmente los sacerdotes habiendo entrado en el santuario del templo del Señor para purificarlo, sacaron al atrio de la casa del Señor todas las inmundicias que hallaron dentro, y de allí las cogieron los levitas, y las llevaron fuera al torrente de Cedrón.
II Par 29:17 El día primero del mes, llamado Nisán, principiaron a limpiar; y el día octavo del mismo mes entraron en el pórtico del templo del Señor, y por ocho días estuvieron purificando el templo; y a los dieciséis del dicho mes acabaron la obra comenzada.