Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Ex 9:22 Dijo, pues, el Señor a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que caiga un pedrisco en toda la tierra de Egipto sobre hombres y sobre bestias, y sobre toda hierba del campo en Egipto.
Ex 9:23 Extendió luego Moisés la vara hacia el cielo, y el Señor despidió truenos, y granizo, y centellas que discurrían sobre la tierra. E hizo llover el Señor piedra sobre el país de Egipto.
Ex 9:23 Extendió luego Moisés la vara hacia el cielo, y el Señor despidió truenos, y granizo, y centellas que discurrían sobre la tierra. E hizo llover el Señor piedra sobre el país de Egipto.
Ex 9:27 Envió, en fin, el faraón a llamar a Moisés y Aarón, y les dijo: También esta vez he pecado: el Señor es justo; yo y mi pueblo unos impíos.
Ex 9:28 Rogad al Señor que cesen esos terribles truenos y pedrisco, para que yo os deje ir, y de ninguna manera os detengáis aquí más tiempo.
Ex 9:29 Respondió Moisés: Saliendo de la ciudad, alzaré mis manos al Señor, y cesarán los truenos, y no caerá más piedra; para que sepas que la tierra es del Señor.
Ex 9:29 Respondió Moisés: Saliendo de la ciudad, alzaré mis manos al Señor, y cesarán los truenos, y no caerá más piedra; para que sepas que la tierra es del Señor.
Ex 9:30 Pero yo conozco que ni tú, ni tus siervos teméis al Señor Dios.
Ex 9:33 Despedido Moisés del faraón, así que salió de la ciudad alzó las manos hacia el Señor, y cesaron los truenos y el pedrisco; ni cayó más gota de agua sobre la tierra.
Ex 9:35 Se obstinó su corazón y el de sus siervos o ministros, se endureció más y más, y no dio libertad a los hijos de Israel, como lo había mandado el Señor por medio de Moisés.
Ex 10:1 Y dijo el Señor a Moisés: Ve al palacio del faraón, porque yo tengo abandonado a la dureza su corazón y el de sus servidores o ministros, para continuar haciendo en él estos prodigios de mi poder,
Ex 10:2 y a fin de que tú cuentes a tus hijos y nietos cuántas veces he destrozado a los egipcios, obrando prodigios contra ellos, por donde conozcáis que yo soy el Señor.
Ex 10:3 Entraron, pues, Moisés y Aarón en el palacio del faraón, y le dijeron: Esto dice el Señor Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo rehusarás sujetarte a mí? Deja salir a mi pueblo a ofrecerme sacrificios.
Ex 10:7 Le dijeron, pues, al faraón sus criados o ministros: ¿Hasta cuándo hemos de padecer, oh señor, esta ruina? Deja ir a esos hombres a ofrecer sacrificios al Señor Dios suyo. ¿No ves cómo está perdido todo Egipto?
Ex 10:8 Volvieron, pues, a llamar a Moisés y Aarón ante el faraón, el cual les dijo: Id, sacrificad al Señor vuestro Dios. ¿Mas cuáles son los que han de ir?
Ex 10:9 Hemos de ir, respondió Moisés, con nuestros niños y ancianos, con los hijos e hijas, con nuestras ovejas y ganados mayores; por cuanto es una fiesta solemne del Señor Dios nuestro.
Ex 10:11 No ha de ser así: mas id solamente los hombres y sacrificad al Señor; pues es lo que vosotros mismos habéis pedido. Y al punto fueron echados de la presencia del faraón.
Ex 10:12 En seguida dijo el Señor a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto, hacia la langosta, a fin de que venga y devore toda la hierba que hubiere quedado después del pedrisco.
Ex 10:13 Extendió, pues, Moisés la vara sobre la tierra de Egipto; y envió el Señor un viento abrasador todo aquel día y aquella noche, el cual venida la mañana, trajo las langostas.
Ex 10:16 Por lo cual el faraón a toda prisa llamó a Moisés y Aarón, y les dijo: Pecado he contra el Señor Dios vuestro, y contra vosotros.
Ex 10:17 Ahora, pues, perdonadme mi pecado también por esta vez, y rogad al Señor vuestro Dios que aparte de mí esta muerte.
Ex 10:18 Salido Moisés de la presencia del faraón, oró al Señor.
Ex 10:20 Y el Señor endureció el corazón del faraón, que no dejó todavía partir a los hijos de Israel.
Ex 10:21 Dijo entonces el Señor a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, y haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tan densas, que puedan palparse.
Ex 10:24 Por lo que el faraón llamó a Moisés y Aarón, y les dijo: Id, sacrificad al Señor; queden solamente vuestras ovejas y ganados mayores; vayan vuestros niños con vosotros.
Ex 10:25 Respondió Moisés: También nos has de dar hostias y holocaustos que ofrecer al Señor Dios nuestro.
Ex 10:26 Los ganados todos han de venir con nosotros: no ha de quedar de ellos ni una pezuña; como que son necesarios para el culto del Señor Dios nuestro, sobre todo no sabiendo qué es lo que debe inmolársele, hasta que lleguemos al sitio mismo que nos ha señalado.
Ex 10:27 Con eso endureció el Señor el corazón del faraón, y no quiso tampoco soltarlos.
Ex 11:1 Había antes el Señor dicho a Moisés: Todavía heriré al faraón y a Egipto, con una plaga, y después os despedirá y os obligará a que salgáis.
Ex 11:3 Y el Señor hará que su pueblo encuentre buena disposición en los egipcios. Y también la persona de Moisés gozaba de grandísimo concepto en todo el país de Egipto, así entre los criados o grandes del faraón, como en todo el pueblo.
Ex 11:4 Moisés le dijo también al faraón: Esto dice el Señor: A la medianoche saldré a recorrer Egipto;
Ex 11:7 Pero entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, no chistará siquiera un perro; para que conozcáis cuán milagrosa distinción hace el Señor entre egipcios e israelitas.
Ex 11:9 E irritado Moisés en extremo, se apartó del faraón. Entonces dijo el Señor a Moisés: Ni aún ahora ha de escucharos el faraón, a fin de que se multipliquen los prodigios en la tierra de Egipto.
Ex 11:10 Todos estos portentos, que quedan escritos en este libro, obraron Moisés y Aarón delante del faraón. Mas el Señor endureció el corazón del faraón, quien no dejó salir de su tierra a los hijos de Israel.
Ex 12:11 Tendréis ceñidos vuestros lomos, y puesto el calzado en los pies, y un báculo en la mano; y comeréis aprisa, por ser la Fase, (eso es, el Paso) del Señor.
Ex 12:12 Porque yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré de muerte a todo primogénito en dicha tierra, sin perdonar a hombre, ni bestia; y de los dioses todos de Egipto tomaré yo venganza, Yo el Señor.
Ex 12:14 Tendréis a este día por memorable; y le celebraréis como fiesta solemne al Señor con perpetuo culto, de generación en generación.
Ex 12:23 Porque ha de pasar el Señor hiriendo de muerte a los egipcios, y al ver la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo la puerte de aquella casa; y no permitirá al ángel exterminador entrar en vuestras casas, ni haceros daño.
Ex 12:25 Así, pues, luego que entrareis en la tierra que os ha de dar el Señor, como lo tiene prometido, observaréis estas mismas ceremonias;
Ex 12:27 les responderéis: Esta es la víctima del Paso del Señor, cuando pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, hiriendo de muerte a los egipcios, y dejando salvas nuestras casas. Al oír esto, se postraron todos y adoraron al Señor.
Ex 12:27 les responderéis: Esta es la víctima del Paso del Señor, cuando pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, hiriendo de muerte a los egipcios, y dejando salvas nuestras casas. Al oír esto, se postraron todos y adoraron al Señor.
Ex 12:28 Y habiendo salido los hijos de Israel, hicieron como el Señor había mandado a Moisés y Aarón.
Ex 12:29 Mas he aquí que a la medianoche el Señor hirió de muerte a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que le sucedía en el trono, hasta el primogénito de la esclava que estaba en cadena, y a todo primer nacido de las bestias.
Ex 12:31 Y llamando el faraón en aquella misma noche a Moisés y a Aarón, les dijo: Marchad y retiraos prontamente de mi pueblo, así vosotros como los hijos de Israel. Id y ofreced sacrificios al Señor como decís.
Ex 12:36 Y el Señor dio al pueblo gracia en los ojos de los egipcios, para que les prestasen lo que pedían; y de esta manera despojaron a los egipcios.
Ex 12:41 cumplidos los cuales, salió en un mismo día de la tierra de Egipto todo el ejército del Señor.
Ex 12:42 Digna es de ser consagrada al Señor esta noche en que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto; y deben celebrarla todos los hijos de Israel en adelante perpetuamente.
Ex 12:43 Sobre lo cual dijo el Señor a Moisés y a Aarón: Este ha de ser el rito de la Pascua o cordero pascual. Ningún extranjero comerá de ella.
Ex 12:48 Que si alguno de los extranjeros quisiese convertirse a vuestra religión y celebrar la Pascua del Señor, serán primero circuncidados todos los varones de su casa; y entonces la podrá celebrar legítimamente, y será como natural del país; pero quien no fuere circuncidado, no comerá de la Pascua .
Ex 12:50 Así lo hicieron todos los hijos de Israel, como el Señor tenía mandado a Moisés y Aarón.