Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

II Par 20:29 Y se derramó el terror del Señor sobre todos los reinos cercanos, así que oyeron cómo el Señor había peleado contra los enemigos de Israel.
II Par 20:30 Con esto quedó en paz el reino de Josa-fat, y le dio el Señor tranquilidad por todas partes.
II Par 20:32 E imitó a su padre Asá, sin degenerar de él en cosa alguna, haciendo lo que era grato a los ojos del Señor.
II Par 20:33 Aunque no quitó los lugares altos, y el pueblo no había aún enderezado bien su corazón al Señor Dios de sus padres.
II Par 20:37 Mas Eliezer, hijo de Dodau de Maresa, profetizó a Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho liga con Ocozías, el Señor ha destruido tus designios. En efecto, las naves dieron al través, y no pudieron hacer el viaje a Tarsis.
II Par 21:6 Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como lo había hecho la casa de Acab; pues tenía por mujer a una hija de éste, y así hizo lo malo en la presencia del Señor.
II Par 21:7 Mas el Señor no quiso destruir la casa de David, a causa del pacto hecho con él, y por haberle prometido que le dejaría a él y a sus hijos una lámpara en todo tiempo.
II Par 21:10 Con todo eso la Idumea se mantuvo rebelde, sustrayéndose del dominio de Judá, como está hoy día. También en este tiempo se separó la ciudad de Lobna, negándole la obediencia; y por haber Joram abandonado así al Señor Dios de sus padres;
II Par 21:12 Entonces le entregaron una carta del profeta Elías, en la cual estaba escrito: Esto dice el Señor Dios de tu padre David: Ya que tú no has seguido las pisadas de Josafat, tu padre, ni las pisadas de Asá, rey de Judá,
II Par 21:14 he aquí que te castigará el Señor con un terrible azote a ti y a tu pueblo, y a tus hijos y mujeres, y a todas tus cosas.
II Par 21:16 Suscitó, pues, el Señor contra Joram el espíritu de los filisteos y de los árabes, confinantes con los etíopes.
II Par 21:18 Y además de esto, lo hirió el Señor con una enfermedad incurable de vientre.
II Par 22:4 Hizo, pues, lo malo en la presencia del Señor como la casa de Acab; de la cual escogió sus consejeros después de la muerte de su padre, para perdición suya.
II Par 22:7 porque fue voluntad de Dios irritado contra Ocozías, que éste pasase a visitar a Joram; y que después de llegado, saliese con él contra Jehú, hijo de Namsi, a quien ungió el Señor para exterminar la casa de Acab.
II Par 22:9 Y andando en busca del mismo Ocozías, que se había escondido en Samaria, se apoderó de él; y traído a su presencia, le hizo quitar la vida; y le dieron sepultura en Jerusalén , por ser hijo o nieto de Josafat, el cual había seguido al Señor con todo su corazón. Ni quedó ya esperanza alguna de que pudiese reinar nadie de la estirpe de Ocozías;
II Par 22:12 Se conservó, pues, escondido en su compañía, en el templo del Señor, los seis años que duró el reinado de Atalía sobre el país.
II Par 23:3 Y todo este congreso se coligó con el rey del templo del Señor y les dijo Joíada: Ved aquí al hijo del rey, él es el que reinará, como el Señor lo tiene predicho de los hijos de David.
II Par 23:3 Y todo este congreso se coligó con el rey del templo del Señor y les dijo Joíada: Ved aquí al hijo del rey, él es el que reinará, como el Señor lo tiene predicho de los hijos de David.
II Par 23:5 La tercera parte de vosotros, así sacerdotes y levitas como porteros que entráis de semana, estará en las puertas; otra tercera parte en la habitación del rey; y la otra tercera en la puerta llamada del Fundamento; el resto de la gente esté en los patios del templo del Señor.
II Par 23:6 Nadie entre en la casa del Señor sino los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos sólo entren, por estar consagrados, y todo el resto de la gente esté de centinela ante la casa del Señor.
II Par 23:6 Nadie entre en la casa del Señor sino los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos sólo entren, por estar consagrados, y todo el resto de la gente esté de centinela ante la casa del Señor.
II Par 23:9 Y dio luego el sumo sacerdote Joíada a los centuriones las lanzas, y escudos, consagrados al templo del Señor por el rey David;
II Par 23:12 Mas habiendo oído Atalía el alborozo del pueblo, que iba corriendo y vitoreando al rey, se presentó al pueblo en el templo del Señor;
II Par 23:14 Pero el sumo sacerdote Joíada acercándose a los centuriones y comandantes del ejército, les dijo: Sacadla de dentro del recinto del templo, y allá fuera degolladla; con lo que precavió el sumo sacerdote que fuese muerta dentro de la casa del Señor.
II Par 23:16 Hizo después Joíada pacto entre él y el pueblo todo con el rey, de que serían pueblo del Señor.
II Par 23:18 Joíada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David.
II Par 23:18 Joíada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David.
II Par 23:18 Joíada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David.
II Par 23:19 Puso asimismo porteros en las puertas del templo del Señor, para que no entrase en él ninguno que por cualquier causa fuese inmundo.
II Par 23:20 Y juntando consigo a los centuriones, y a los soldados más valientes, y a los príncipes del pueblo, y a toda la gente del país, dispusieron que bajase el rey de la casa del Señor, y lo introdujeron por la puerta superior en el palacio del rey, y lo colocaron en el real solio.
II Par 24:2 E hizo Joás lo que es bueno delante del Señor, mientras vivió el sacerdote Joíada,
II Par 24:4 Después de esto quiso Joás restaurar el templo del Señor;
II Par 24:6 Por lo que llamó el rey al príncipe de los sacerdotes Joíada, y le dijo: ¿Cómo no has tenido cuidado de obligar a los levitas a que recogiesen de Judá y de Jerusalén la contribución impuesta por Moisés, siervo del Señor, a todo el pueblo de Israel para la construcción del Tabernáculo de la Alianza?
II Par 24:7 Porque la impiísima Atalía y sus hijos habían arruinado la casa de Dios; y se sirvieron de todas las cosas consagradas al templo del Señor para adornar el templo de Baal.
II Par 24:8 Mandó, pues, el rey que se hiciese un arca ; la que colocaron junto a la puerta del templo del Señor, por la parte de afuera;
II Par 24:9 y se pregonó en Judá y en Jerusalén que cada cual trajese al Señor la contribución señalada por Moisés, siervo de Dios, a todo Israel en el desierto.
II Par 24:10 Se alegraron de esto todos los príncipes y el pueblo todo; y acudieron a echar en el arca del Señor el dinero, de suerte que la llenaron.
II Par 24:12 El cual entregaron el rey y Joíada a los capataces de las obras del templo del Señor; y éstos pagaban con él a los canteros, y a los varios artífices que trabajaban para reparar la casa del Señor; e igualmente a los que trabajaban en hierro y en bronce, para asegurar lo que amenazaba ruina.
II Par 24:12 El cual entregaron el rey y Joíada a los capataces de las obras del templo del Señor; y éstos pagaban con él a los canteros, y a los varios artífices que trabajaban para reparar la casa del Señor; e igualmente a los que trabajaban en hierro y en bronce, para asegurar lo que amenazaba ruina.
II Par 24:13 Y estos obreros trabajaron con esmero; y repararon las hendiduras de las paredes, restituyendo el templo del Señor a su antiguo estado, y consolidándole perfectamente.
II Par 24:14 Acabadas todas las obras, presentaron al rey y a Joíada el sobrante del dinero, del cual se hicieron los vasos para el servicio del templo y para los holocaustos, como las tazas y demás vasos de oro y de plata. Y mientras vivió Joíada se ofrecían continuamente holocaustos en la casa del Señor.
II Par 24:18 Y así fue que abandonaron el templo del Señor Dios de sus padres y dieron culto a los simulacros y bosques a ellos consagrados; pecado que acarreó la ira sobre Judá y Jerusalén .
II Par 24:19 Entretanto el Señor les enviaba profetas para que se convirtiesen a él; pero por más intimaciones que les hacían, no eran escuchadas.
II Par 24:20 Por último revistió Dios de su espíritu al sumo sacerdote Zacarías, hijo de Joíada; y presentándose delante del pueblo, les habló de esta manera: Esto dice el Señor Dios: ¿Por qué buscáis vuestra ruina traspasando los mandamientos del Señor, y lo habéis abandonado para ser de él abandonados?
II Par 24:20 Por último revistió Dios de su espíritu al sumo sacerdote Zacarías, hijo de Joíada; y presentándose delante del pueblo, les habló de esta manera: Esto dice el Señor Dios: ¿Por qué buscáis vuestra ruina traspasando los mandamientos del Señor, y lo habéis abandonado para ser de él abandonados?
II Par 24:21 Mas ellos aunados contra Zacarías, lo apedrearon por orden del rey, en el atrio del templo del Señor.
II Par 24:22 Y no se acordó el rey Joás de los beneficios que le había hecho Joíada, padre de Zacarías, sino que mató a este hijo suyo; el cual dijo al morir: Véalo el Señor y haga justicia.
II Par 24:24 A la verdad, aunque los siros habían venido en cortísimo número, el Señor entregó en sus manos una multitud inmensa de hijos de Israel, por haber abandonado al Señor Dios de sus padres. También Joás fue maltratado por ellos de un modo ignominioso;
II Par 24:24 A la verdad, aunque los siros habían venido en cortísimo número, el Señor entregó en sus manos una multitud inmensa de hijos de Israel, por haber abandonado al Señor Dios de sus padres. También Joás fue maltratado por ellos de un modo ignominioso;
II Par 25:2 Y obró lo que es bueno en la presencia del Señor; mas no con un corazón perfecto.