Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Gen 2:4 Tal fue el origen del cielo y de la tierra, cuando fueron creados en aquel día en que el Señor Dios hizo el cielo y la tierra,
Gen 2:5 y todas las plantas del campo antes que naciesen en la tierra, y toda la hierba de la tierra antes que de ella brotase; porque el Señor Dios no había aún hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que la cultivase.
Gen 2:7 Formó, pues, el Señor Dios al hombre del lodo de la tierra, y le inspiró en el rostro un soplo o espíritu de vida, y quedó hecho el hombre viviente con alma racional.
Gen 2:8 Había plantado el Señor Dios desde el principio un jardín delicioso, en que colocó al hombre que había formado,
Gen 2:9 y en donde el Señor Dios había hecho nacer de la tierra misma toda suerte de árboles hermosos a la vista, y de frutos suaves al paladar; y también el árbol de la vida en medio del paraíso, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Gen 2:15 Tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y le puso en el paraíso de delicias, para que le cultivase y guardase.
Gen 2:18 Dijo asimismo el Señor Dios: No es bueno que el hombre esté solo: hagámosle ayuda y compañía semejante a él.
Gen 2:19 Formado, pues, que hubo de la tierra el Señor Dios todos los animales terrestres, y todas las aves del cielo, los trajo a Adán, para que viese cómo los había de llamar: y en efecto todos los nombres puestos por Adán a los animales vivientes, ésos son sus nombres propios.
Gen 2:21 Por tanto el Señor Dios hizo caer sobre Adán un profundo sueño; y mientras estaba dormido, le quitó una de las costillas, y llenó de carne aquel vacío.
Gen 2:22 Y de la costilla aquella que había sacado de Adán, formó el Señor Dios una mujer: la cual puso delante de Adán.
Gen 3:1 Era, la serpiente el animal más astuto de todos cuantos animales había hecho el Señor Dios sobre la tierra. Y dijo a la mujer: ¿Por qué motivo os ha mandado Dios que no comieseis de todos los árboles del paraíso?
Gen 3:8 Y habiendo oído la voz del Señor Dios que se paseaba en el paraíso al tiempo que se levanta el aire después de mediodía, se escondió Adán con su mujer de la vista del Señor Dios en medio de los árboles del paraíso.
Gen 3:8 Y habiendo oído la voz del Señor Dios que se paseaba en el paraíso al tiempo que se levanta el aire después de mediodía, se escondió Adán con su mujer de la vista del Señor Dios en medio de los árboles del paraíso.
Gen 3:9 Entonces el Señor Dios llamó a Adán, y le dijo: ¿Dónde estás?.
Gen 3:13 Y dijo el Señor Dios a la mujer: ¿Por qué has hecho tú esto? La cual respondió: La serpiente me ha engañado, y he comido.
Gen 3:14 Dijo entonces el Señor Dios a la serpiente: Por cuanto hiciste esto, maldita tú eres o seas entre todos los animales y bestias de la tierra; andarás arrastrando sobre tu pecho, y tierra comerás todos los días de tu vida.
Gen 3:21 Hizo también el Señor Dios a Adán y a su mujer unas túnicas de pieles, y los vistió,
Gen 3:23 Y le echó el Señor Dios del paraíso de deleites, para que labrase la tierra, de que fue formado.
Gen 4:3 Y aconteció al cabo de mucho tiempo que Caín presentó al Señor ofrendas de los frutos de la tierra.
Gen 4:4 Ofreció asimismo Abel de los primerizos de su ganado, y de lo mejor de ellos; y el Señor miró con agrado a Abel y a sus ofrendas.
Gen 4:6 Y le dijo el Señor: ¿Por qué motivo andas enojado?; ¿y por qué está demudado tu rostro?
Gen 4:9 Le preguntó después el Señor a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y respondió: No lo sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?
Gen 4:10 Le replicó el Señor: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra.
Gen 4:13 Y dijo Caín al Señor: Mi maldad es tan grande, que no puedo yo esperar perdón.
Gen 4:15 Le dijo el Señor: No será así; antes bien, cualquiera que matare a Caín, lo pagará con las setenas. Y puso el Señor en Caín una señal, para que ninguno que le encontrase le matara.
Gen 4:15 Le dijo el Señor: No será así; antes bien, cualquiera que matare a Caín, lo pagará con las setenas. Y puso el Señor en Caín una señal, para que ninguno que le encontrase le matara.
Gen 4:16 Salido, pues, Caín de la presencia del Señor, prófugo en la tierra, habitó en el país que está al oriente de Edén.
Gen 4:26 También a Set le nació un hijo, que llamó Enós; éste comenzó a invocar el nombre del Señor.
Gen 5:29 al cual llamó Noé , diciendo: Este ha de ser nuestro consuelo en medio de los trabajos y fatigas de nuestras manos, en esta tierra que maldijo el Señor.
Gen 6:8 Mas Noé halló gracia delante del Señor.
Gen 7:1 Le dijo después el Señor: Entra tú y toda la familia en el arca ; pues que a ti te he reconocido justo delante de mí en medio de esta generación.
Gen 7:5 Ejecutó, pues, Noé todo lo que le había mandado el Señor.
Gen 7:9 se le entraron a Noé en el Arca de dos en dos, macho y hembra, como el Señor lo tenía ordenado a Noé .
Gen 7:16 Y los que entraron, entraron macho y hembra de toda especie, como Dios se lo había mandado: y el Señor le cerró por la parte de afuera.
Gen 8:20 Y edificó Noé un altar al Señor; y cogiendo todos los animales y aves limpias, ofreció holocaustos sobre el altar.
Gen 8:21 Y el Señor se complació en aquel olor de suavidad y dijo: Nunca más maldeciré la tierra por las culpas de los hombres, atento a que los sentidos y pensamientos del corazón humano están inclinados al mal desde su mocedad; no castigaré, pues, más a todos los vivientes como he hecho.
Gen 9:26 Y añadió: Bendito el Señor Dios de Sem, sea Canaán esclavo suyo.
Gen 10:9 y en efecto, era un cazador forzudo delante del Señor. De donde vino el proverbio: Forzudo cazador a vista del Señor como un Nemrod.
Gen 10:9 y en efecto, era un cazador forzudo delante del Señor. De donde vino el proverbio: Forzudo cazador a vista del Señor como un Nemrod.
Gen 11:5 Y descendió el Señor a ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos de Adán,
Gen 11:8 Y de esta suerte los esparció el Señor desde aquel lugar por todas las tierras, y cesaron de edificar la ciudad.
Gen 11:9 De donde se le dio a ésta el nombre de Babel o Confusión, porque allí fue confundido el lenguaje de toda la tierra: y desde allí los esparció el Señor por todas las regiones.
Gen 12:1 Y dijo el Señor a Abram: Sal de tu tierra, y de tu parentela, y de la casa de tu padre, y ven a la tierra que te mostraré.
Gen 12:4 Salió, pues Abram, como se lo había ordenado el Señor, y partió con él Lot; de setenta y cinco años era Abram cuando salió de la ciudad de Harán.
Gen 12:7 Y apareció el Señor a Abram, y le dijo: Esta tierra la daré a tu descendencia. Y él edificó allí mismo un altar al Señor, que se le había aparecido.
Gen 12:7 Y apareció el Señor a Abram, y le dijo: Esta tierra la daré a tu descendencia. Y él edificó allí mismo un altar al Señor, que se le había aparecido.
Gen 12:8 Y pasando de allí a un monte que miraba al oriente de Betel, aquí tendió su pabellón, teniendo a Betel al occidente, y Hai al oriente; donde también erigió al Señor un altar, e invocó su santo nombre.
Gen 13:4 al sitio del altar que antes había hecho, y allí invocó el nombre del Señor.
Gen 13:10 Lot, pues, habiendo alzado los ojos, miró, toda la ribera del Jordán, por el camino que va a Segor, la cual era de regadío por todas partes; y, antes que asolase el Señor a Sodoma y Gomorra, fecunda como un paraíso del Señor, y como el feraz Egipto.
Gen 13:10 Lot, pues, habiendo alzado los ojos, miró, toda la ribera del Jordán, por el camino que va a Segor, la cual era de regadío por todas partes; y, antes que asolase el Señor a Sodoma y Gomorra, fecunda como un paraíso del Señor, y como el feraz Egipto.