Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

ciudad

Salm 58:7 Ellos volverán hacia la tarde; padecerán hambre como perros, y andarán rondando la ciudad.
Salm 58:15 Retornarán a sus casas oír por la tarde, y estarán hambrientos como perros, y andarán dando vueltas en torno de la ciudad.
Salm 59:11 ¿Quién me conducirá a la ciudad fuerte? ¿Quién me conducirá hasta la Idumea?
Salm 71:16 Y en su tierra aun en la cima de los montes habrá sustento; se verán sus frutos en la cumbre del Líbano, y se multiplicarán en la ciudad como la hierba en los prados.
Salm 72:20 Como el sueño de uno que despierta, así, ¡oh Señor!, reducirás a la nada en tu ciudad la imagen de ellos.
Salm 86:3 Gloriosas cosas se han dicho de ti, ¡oh ciudad de Dios!
Salm 100:8 Al levantarme por la mañana mi primer cuidado era exterminar a todos los pecadores del país, para extirpar de la ciudad del Señor a todos los facinerosos.
Salm 106:4 Anduvieron errantes por la soledad, por lugares áridos, sin hallar camino para llegar a alguna ciudad donde albergarse.
Salm 106:7 Y los encaminó por la vía recta, para que llegasen a la ciudad en que debían habitar.
Salm 107:11 ¿Quién me guiará a la ciudad fuerte? ¿Quién me conducirá hasta la Idumea?
Salm 121:3 Jerusalén , la cual se va edificando como una ciudad, cuyas partes o habitantes están en perfecta y mutua unión.
Salm 121:6 Pedid a Dios los bienes de la paz para Jerusalén , y decid: Vivan en la abundancia los que te aman, ¡oh ciudad santa!
Salm 126:1 Cántico gradual de Salomon. Si el Señor no es el que edifica la casa, en vano se fatigan los que la fabrican. Si el Señor no guarda la ciudad, inútilmente se desvela el que la guarda.
Salm 136:8 ¡Desventurada hija, o ciudad, de Babilonia! Afortunado sea aquel que te diere el pago de lo que nos ha hecho tu padecer a nosotros.
Prov 1:21 se hace oír en los concursos de gente; expone sus útiles documentos en las puertas de la ciudad, y dice a todos los hombres:
Prov 7:12 Y así se pone en acecho, ya fuera de la ciudad, ya en las plazas, ya en las esquinas.
Prov 8:3 junto a las puertas de la ciudad, en la misma entrada, da voces, diciendo:
Prov 9:3 Envió sus criadas a convidar que viniesen al alcázar; y desde las murallas de la ciudad gritaba:
Prov 9:14 se sentó en una silla a la puerta de su casa, en un lugar alto de la ciudad,
Prov 11:10 En la prosperidad de los justos se alegrará la ciudad: y la perdición de los impíos se celebrará con canciones.
Prov 11:11 Por la bendición de los justos será ensalzada la ciudad; mas por la lengua de los impíos quedará arruinada.
Prov 21:22 Muchas veces el varón sabio se ha hecho dueño de una ciudad llena de guerreros, y ha destruido las fuerzas en que ella confiaba.
Prov 25:28 Como ciudad abierta y sin muros, tal es el hombre, que ofreciéndose a hablar, no puede reprimir su necia verbosidad.
Prov 29:8 Los hombres malvados son la ruina de la ciudad; mas los sabios la salvan del furor.
Ecle 7:19 La sabiduría hace al sabio más fuerte que diez o muchos poderosos de una ciudad; pero no lo hace impecable;
Ecle 8:10 Vi también los pomposos entierros de los impíos; los cuales aun mientras vivían impíamente residían en el lugar santo, y eran alabados en la ciudad como de buenas costumbres; mas también es esto vanidad.
Ecle 9:14 Había una ciudad pequeña, de poca gente; vino contra ella un rey poderoso, y la bloqueó, y levantó fortalezas y máquinas alrededor, y quedó concluido el cerco.
Ecle 9:15 Se halló dentro un hombre pobre, pero muy sabio, que con su saber libertó la ciudad; mas luego nadie se acordó de él.
Ecle 10:15 El fruto de las fatigas del necio será la aflicción; porque ni el camino sabe tan siquiera por dónde ir a la ciudad.
Cant 3:2 Me levantaré, dije, y daré vueltas por la ciudad, y buscaré por calles y plazas al amado de mi alma. ¡Ay!, lo busqué, mas no lo hallé.
Cant 3:3 Me encontraron las patrullas que rondan por la ciudad, y les dije: ¿No habéis visto al amado de mi alma?
Cant 5:7 Me encontraron las patrullas que rondan la ciudad, me hirieron, y me lastimaron; y me quitaron mi manto, con que me cubría, las centinelas de los muros.
Sab 9:8 y me mandaste edificar el templo en tu santo monte, y un altar en la ciudad de tu morada a semejanza de tu santo Tabernáculo, que dispusiste desde el principio ,
Ecli 7:7 Guárdate de ofender a la muchedumbre de una ciudad, y no te metas en el tumulto del pueblo.
Ecli 9:7 No andes derramando tu vista por las calles de la ciudad, ni vagando de plaza en pla-za.
Ecli 9:25 Temible es en su ciudad el hombre charlatán, y será aborrecido el temerario por sus palabras.
Ecli 10:2 Cual es el juez o jefe del pueblo tales son sus ministros; y cual es el gobernador de la ciudad, tales son sus habitantes.
Ecli 23:30 Este tal adúltero será por lo mismo castigado en medio de la plaza de la ciudad; él, cual potro indómito, echará a huir; pero lo pillarán donde menos pensaba."
Ecli 24:15 Y así fijé estancia en el monte Sión, y fue el lugar de mi reposo la ciudad santa, y en Jerusalén está el trono mío.
Ecli 26:6 de la persecución que mueve toda una ciudad; del motín de un pueblo;
Ecli 31:29 Contra aquel que es mezquino en dar pan a los pobres murmurará toda la ciudad, y será verdadero el testimonio que darán de su mezquindad."
Ecli 36:15 Apiádate de Jerusalén , ciudad que has santificado, ciudad en que tienes tu reposo o residencia.
Ecli 36:15 Apiádate de Jerusalén , ciudad que has santificado, ciudad en que tienes tu reposo o residencia.
Ecli 36:28 ¿Quién se fía de aquel que no tiene nido o casa, y que se echa para dormir donde le coge la oscuridad de la noche, y es como un ladrón muy listo que salta de una ciudad a otra?"
Ecli 38:36 Sin todos éstos no se edifica una ciudad.
Ecli 40:19 Dan un nombre duradero los hijos, y asimismo la fundación de una ciudad; mas será preferida a todas estas cosas una mujer irreprensible.
Ecli 42:11 A la hija desenvuelta guárdala con estrecha custodia, no sea que algún día te haga el escarnio de tus enemigos, la fábula de la ciudad y la burla de la plebe; y te cubra de ignominia delante del concurso del pueblo.
Ecli 48:19 Ezequías fortificó su ciudad, y condujo el agua al centro de ella; y excavó a poco o a fuerza del hierro una peña viva, e hizo en ella una gran cisterna para conservar el agua.
Ecli 49:8 Por lo mismo incendiaron los caldeos la escogida y santa ciudad, y redujeron sus calles a un desierto, según la predicción de Jeremías.
Ecli 50:5 Consiguió engrandecer la ciudad, y se granjeó gloria, viviendo sencillamente en medio de su nación; y ensanchó la entrada del templo y atrio del Señor.