IJO también a sus discípulos: Imposible es que no sucedan escándalos; pero ¡ay de aquel que los causa!
Menos mal sería para él que le echasen al cuello una rueda de molino, y le arrojasen al mar; que no que él escandalizara a uno de estos pequeños.
Id, pues, con cuidado: Si tu hermano peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
Que si siete veces al día te ofendiere, y siete veces al día volviere a ti diciendo: Pésame, perdónale.
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Entonces los apóstoles dijeron al Señor: Auméntanos la fe.
Y el Señor les dijo: Si tuviereis fe tan grande como un granito de mostaza, diréis a ese moral: Arráncate de raíz, y trasplántate en el mar, y os obedecerá.
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¿Quién hay entre vosotros que teniendo un criado de labranza, o pastor, luego que vuelve del campo le diga: Ven, ponte a la mesa;
y que al contrario no le diga: Disponme la cena, cíñete, y sírveme, mientras yo como y bebo, que después comerás tú y beberás?
¿Por ventura el amo se tendrá por obligado al criado, que hizo lo que le mandó?
No por cierto. Así también vosotros, después que hubiereis hecho todas las cosas que se os han mandado, habéis de decir: Somos siervos inútiles; no hemos hecho más que lo que ya teníamos obligación de hacer.
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Caminando Jesús hacia Jerusalén , atravesaba Samaria y Galilea.
Y estando para entrar en una población, le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se pararon a lo lejos,
y levantaron la voz, diciendo: Jesús maestro, ten lástima de nosotros.
Luego que Jesús los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y cuando iban, quedaron curados.
Uno de ellos, apenas echó de ver que estaba limpio, volvió atrás, glorificando a Dios a grandes voces,
y se postró a los pies de Jesús , pecho por tierra, dándole gracias; y éste era un samaritano.
Jesús dijo entonces: Pues, ¿no son diez los curados? ¿Y los nueve dónde están?
No ha habido quién volviese a dar a Dios la gloria, sino este extranjero.
Después le dijo: Levántate, vete, que tu fe te ha salvado.
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Preguntado por los fariseos: ¿Cuándo vendrá el reino de Dios?, les dio por respuesta: El reino de Dios no vendrá con muestras de aparato;
ni se dirá: vele aquí, o vele allí. Antes tened por cierto que ya el reino de Dios está en medio de vosotros.
Con esta ocasión dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá en que desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Entonces os dirán: Mírale aquí, mírale allí. No vayáis tras ellos, ni los sigáis.
Porque como el relámpago brilla y se deja ver de un cabo del cielo al otro, iluminando la atmósfera, así se dejará ver el Hijo del hombre el día suyo.
Mas es necesario que primero padezca muchos tormentos y sea desechado de esta nación.
Lo que acaeció en el tiempo de Noé , igualmente acaecerá el día del Hijo del hombre:
Comían y bebían, se casaban y celebraban bodas, hasta el día en que Noé entró en el Arca ; y sobrevino entonces el diluvio que acabó con todos.
Como también lo que sucedió en los días de Lot, los de Sodoma y Gomorra comían y bebían; compraban y vendían; hacían plantíos y edificaban casas;
mas el día que salió Lot de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre, que los abrasó a todos.
De esta manera será el día en que se manifestará el Hijo del hombre.
En aquella hora, quien se hallare en el terrado, y tiene también sus muebles dentro de casa, no entre a cogerlos; ni tampoco quien está en el campo, no vuelva atrás.
Acordaos de la mujer de Lot.
Todo aquel que quisiere salvar su vida, la perderá eternamente; y quien la perdiere, la conservará.
Una cosa os digo: Aquella noche dos estarán en un mismo lecho; el uno será libertado, y el otro abandonado:
Estarán dos mujeres moliendo juntas; la una será libertada, y la otra abandonada: dos hombres en el mismo campo; el uno será libertado, y el otro abandonado.
¿Dónde, Señor, replicaron ellos, será esto?
Jesús les respondió: Doquiera que esté el cuerpo, allá volarán las águilas.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas