Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

tierra

I Par 16:23 Cantad, pues, criaturas todas de la tierra, himnos, al Señor, anunciad todos los días la salvación que él nos envía.
I Par 16:30 Conmuévase delante de él toda la tierra; puesto que él es el que fundó el universo sobre firmes cimientos.
I Par 16:31 Alégrense los cielos, y salte de gozo la tierra; y publíquese entre las naciones: El Señor Dios es el rey.
I Par 16:33 Entonces será cuando los árboles del desierto entonarán las alabanzas al Señor; porque ha venido a juzgar la tierra.
I Par 17:8 y contigo he andado en todas tus marchas y en tu presencia he derrotado a todos tus enemigos, y te he dado fama cual puede tenerla uno de los magnates que son famosos sobre la tierra.
I Par 17:21 Porque, ¿hay otro pueblo como el tuyo de Israel, esta nación única sobre la tierra, a la cual vino Dios para libertarla y hacerla su pueblo, arrojando con su poder y a fuerza de prodigios espantosos las naciones todas delante de este pueblo, librado por él de la esclavitud de Egipto?
I Par 21:16 Y alzando David los ojos vio al ángel del Señor, que estaba en el aire, con una espada desenvainada en su mano, vuelta contra Jerusalén ; y a su vista, tanto él como los ancianos, vestidos de cilicios, se postraron rostro por tierra.
I Par 22:2 Y mandó juntar todos los extranjeros de la tierra de Israel, y entresacó de ellos canteros para cortar y pulir las piedras para la construcción de la casa de Dios.
I Par 27:26 De la labranza y de los labradores que cultivaban la tierra estaba encargado Ezri, hijo de Quelub.
I Par 28:8 Ahora, pues, en presencia de toda la congregación de Israel, delante de nuestro Dios que escucha, os digo: Guardad y estudiad todos los mandamientos del Señor Dios nuestro, a fin de que poseáis esta buena tierra, y la dejéis a vuestros hijos en herencia perpetua.
I Par 29:11 Tuya es, Señor, la magnificencia, el poder, la gloria, y la victoria; y a ti se debe la alabanza, porque todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra tuyas son; tuyo, oh Señor, es el reino, y tú eres sobre todos los reyes.
I Par 29:15 Porque nosotros somos peregrinos y advenedizos delante de ti, como todos nuestros padres. Nuestros días pasan como sombra sobre la tierra; sin que haya consistencia alguna.
II Par 1:9 Ahora, pues, oh Señor Dios, cúmplase la promesa que hiciste a David, mi padre; y pues tú me has hecho rey de este pueblo tuyo tan crecido, tan innumerable como las partículas del polvo de la tierra,
II Par 2:12 Y añadía: Bendito sea el Señor Dios de Israel, que hizo el cielo y la tierra, el cual ha dado al rey David un hijo sabio, entendido, juicioso y prudente, a fin de que edificara un templo al Señor, y un palacio para sí.
II Par 2:17 Con esto Salomón hizo tomar nota de todos los varones extranjeros, que había en tierra de Israel, después del encabezamiento que había mandado hacer su padre David, y se hallaron ciento cincuenta y tres mil seiscientos;
II Par 4:17 Los mandó fundir el rey en la ribera del Jordán en una tierra gredosa, entre Socot y Saredata.
II Par 6:5 Desde el día en que saqué a mi pueblo de la tierra de Egipto, no me escogí de todas las tribus de Israel ninguna ciudad, donde se edificara una casa a mi Nombre; ni elegí tampoco ningún otro hombre, para que gobernase establemente a mi pueblo de Israel;
II Par 6:14 habló de esta manera: Señor Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni en el cielo ni en la tierra; a ti que guardas el pacto y usas de misericordia con tus siervos, con los que siguen de todo su corazón tus caminos.
II Par 6:18 Pero, ¿y es realmente creíble que Dios habite con los hombres sobre la tierra? Si los cielos de los cielos no pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?
II Par 6:25 tú lo escucharás desde el cielo y perdonarás el pecado de tu pueblo de Israel; y lo volverás a la tierra que le diste a él y a sus padres.
II Par 6:27 escúchalos, oh Señor, desde el cielo, y perdona los pecados de tus siervos y de Israel, pueblo tuyo, y enséñales el buen camino que han de seguir, y envía la lluvia a la tierra cuya posesión diste a tu pueblo.
II Par 6:31 a fin de que te teman, y sigan tus caminos todo el tiempo que vivieren sobre la tierra, dada por ti a nuestros padres.
II Par 6:33 tú lo oirás desde el cielo, firmísima morada tuya, y otorgarás todas las cosas que te pidiere aquel forastero; a fin de que tu Nombre sea conocido de todos los pueblos de la tierra, y te teman éstos, como hace tu pueblo de Israel, y conozcan que tu Nombre es invocado en esta casa que yo he edificado.
II Par 6:37 y en el país a donde fueren llevados cautivos, se convirtieren de corazón e hicieren penitencia, y en la tierra de su cautiverio te pidieren perdón, diciendo: Pecamos: procedido hemos inicuamente; injustamente hemos obrado;
II Par 6:38 y convertidos a ti de todo su corazón y con toda su alma, en el país de su cautividad a que fueron llevados te adoraren vueltos hacia el camino de su tierra, que diste a sus padres, y a la ciudad que tú escogiste, y a la casa que he construido a tu Nombre:
II Par 7:3 Asimismo todos los hijos de Israel estaban viendo bajar el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, y postrándose rostro por tierra sobre el pavimento enlosado, adoraron y bendijeron al Señor, repitiendo: Porque es bueno y porque es eterna su misericordia.
II Par 7:13 Si cerrare yo el cielo y no lloviere, si mandare y diere orden a la langosta que devorare la tierra, si enviare la peste a mi pueblo;
II Par 7:20 os arrancaré de esa tierra mía que os di; y ese templo, que he consagrado a mi Nombre, lo arrojaré de mi presencia, y haré que sirva de fábula y de escarmiento a todas las gentes.
II Par 7:22 Y les responderán: Porque abandonaron al Señor Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado dioses ajenos, y los han adorado y rendido culto; por eso han caído sobre ellos todas estas calamidades.
II Par 9:5 y dijo al rey: Verdadera es la fama que yo había oído en mi tierra de tus virtudes y de tu sabiduría.
II Par 9:22 Salomón , pues, sobrepujó a todos los reyes de la tierra en riquezas y en gloria;
II Par 9:23 de suerte que todos los reyes de la tierra deseaban ver la cara de Salomón para oír la sabiduría que Dios había infundido en su corazón,
II Par 9:26 Y extendió su poderío sobre todos los reyes, desde el río Eufrates hasta la tierra de los filisteos y los confines de Egipto,
II Par 12:8 Sin embargo, quedarán sujetos a él, para que conozcan la diferencia que va entre servirme a mí y servir a los reyes de la tierra.
II Par 13:9 y habéis echado los sacerdotes del Señor, hijos de Aarón, y los levitas, y os habéis instituido otros sacerdotes a la manera de los demás pueblos de la tierra; cualquiera que se presente y consagre su mano inmolando un novillo y siete carneros, queda hecho sacerdote de aquellos que no son dioses.
II Par 15:5 Durante aquel tiempo no habrá seguridad para ir y venir, sino que por todos lados asaltarán terrores a todos los habitantes de la tierra;
II Par 17:2 Y estableció compañías de soldados en todas las ciudades de Judá, cercadas de murallas; y puso guarniciones en tierra de Judá y en las ciudades de Efraín conquistadas por su padre Asá.
II Par 19:3 Mas se han hallado en ti buenas obras; pues arrancaste los bosques idolátricos de la tierra de Judá; y has convertido tu corazón en busca del Señor Dios de tus padres.
II Par 20:7 ¿No es así que tú, oh Dios nuestro, acabaste con todos los moradores de esta tierra delante de Israel, tu pueblo, y se la diste para siempre a los descendientes de tu amigo Abrahán?
II Par 20:18 Al oír esto Josafat y el pueblo de Judá, y los habitantes todos de Jerusalén , se postraron rostro por tierra ante el Señor.
II Par 21:17 Y entraron en la tierra de Judá, y la devastaron, y saquearon cuanto había en el palacio del rey, llevándose además sus hijos y mujeres, sin que le quedase otro hijo que Joacaz, el cual era el menor de todos.
II Par 25:10 Separó, pues, Amasías el ejército que le había venido de Efraín, para que se volviese a su país; y regresaron estas tropas a su tierra muy irritados contra Judá.
II Par 26:6 En fin, salió a campaña y peleó contra los filisteos, y derribó los muros de Get y los de Jabnia, y los de Azoto; edificó asimismo castillos en Azoto y en tierra de los filisteos;
II Par 29:30 En fin, Ezequías y los príncipes mandaron a los levitas que alabasen al Señor con los cánticos de David y del profeta Asaf; y lo hicieron con gran alegría, y dobladas las rodillas en tierra adoraron al Señor.
II Par 30:9 Porque si vosotros os convertís al Señor, vuestros hermanos e hijos hallarán compasión en sus amos, que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra; puesto que piadoso y clemente es el Señor vuestro Dios, y no ha de torcer su rostro, si os volviereis a él.
II Par 30:25 Así pues, rebosaba de alegría toda la gente de Judá, junto con los sacerdotes y levitas, no menos que todo el concurso que había acudido de Israel, como también los extranjeros, tanto los del país de Israel, como los que habitaban en tierra de Judá.
II Par 31:5 Promulgado el edicto al pueblo, al instante los hijos de Israel ofrecieron gran cantidad de primicia de trigo, de vino y de aceite, y también de miel; y ofrecieron el diezmo de cuanto produce la tierra.
II Par 31:9 Y preguntó Ezequías a los sacerdotes y levitas, por qué estaban allí por tierra aquellos montones.
II Par 32:13 ¿Ignoráis por ventura lo que yo y mis padres hemos hecho con todos los pueblos de la tierra? Acaso los dioses de las naciones y de todos los países han tenido poder para librar de mis manos a sus regiones?
II Par 32:19 Y hablaba del Dios de Jerusalén como de los dioses de las otras naciones de la tierra, que son obra de las manos del hombre.