Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

casa

II Par 33:4 Construyó también altares en la casa del Señor, de la cual tenía el Señor dicho: En Jerusalén se invocará mi Nombre eternamente.
II Par 33:7 Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor de la cual habló Dios a David y a Salomón su hijo diciendo: En esta casa y en Jerusalén , elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre eternamente.
II Par 33:7 Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor de la cual habló Dios a David y a Salomón su hijo diciendo: En esta casa y en Jerusalén , elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre eternamente.
II Par 33:15 Y quitó del templo del Señor los dioses extranjeros y el simulacro, como también los altares que había erigido en el monte Sión de la casa del Señor, y en Jerusalén , y lo hizo arrojar todo fuera de la ciudad.
II Par 33:20 Pasó, en fin, Manasés a descansar con sus padres, y fue sepultado en su casa; sucediéndole en el reino su hijo Amón.
II Par 33:24 Pero conjurados contra él sus criados, le quitaron la vida en su casa.
II Par 34:9 Los cuales vinieron a Helcías, sumo sacerdote, y recibiendo de él el dinero depositado en la casa del Señor, y que los levitas y porteros habían recogido de las tribus de Manasés y Efraín, y de todo el resto de Israel, como también de todo Judá, y de Benjamín, y de los moradores de Jerusalén ;
II Par 34:10 lo entregaron en manos de los capataces de los que trabajaban en la casa del Señor para la restauración del templo y reparación de todas sus quiebras.
II Par 34:15 y dijo a Safán, secretario: He hallado en la casa del Señor el Libro de la ley; y se lo entregó.
II Par 34:17 La plata encontrada en la casa del Señor se ha fundido, y se ha entregado a los capataces de los artífices y obreros de diferentes labores.
II Par 35:2 Para lo cual hizo que los sacerdotes ejerciesen sus funciones, y los exhortó al cumplimiento de su ministerio en la casa del Señor.
II Par 35:4 y estad apercibidos casa por casa, y familia por familia, según la distribución hecha de cada uno de vosotros, así como lo ordenó David, rey de Israel, y dejó por escrito su hijo Salomón .
II Par 35:4 y estad apercibidos casa por casa, y familia por familia, según la distribución hecha de cada uno de vosotros, así como lo ordenó David, rey de Israel, y dejó por escrito su hijo Salomón .
II Par 35:8 También sus oficiales o magnates presentaron lo que espontáneamente habían ofrecido, tanto al pueblo como a los sacerdotes y levitas. Además Helcías sumo sacerdote, y Zacarías, y Jahiel, principales de la casa del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la Pascua entre unas y otras dos mil seiscientas reses menores, y trescientos bueyes.
II Par 35:12 Las separaron luego para repartirlas casa por casa y familia por familia, a fin de que fuesen ofrecidas al Señor, del modo que está escrito en el Libro de Moisés; e hicieron lo mismo con los bueyes.
II Par 35:12 Las separaron luego para repartirlas casa por casa y familia por familia, a fin de que fuesen ofrecidas al Señor, del modo que está escrito en el Libro de Moisés; e hicieron lo mismo con los bueyes.
II Par 35:21 Pero Necao envió a decirle por sus embajadores: ¿Qué motivo hay de disensión entre nosotros dos, oh rey de Judá? Yo no vengo ahora a pelear contra ti, sino contra otra casa, contra la cual Dios me ha mandado salir a toda prisa; deja, pues, de oponerte a Dios, el cual está conmigo; no sea que el Señor te quite la vida.
II Par 36:17 Porque trajo contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a cuchillo a sus jóvenes en la casa de su santuario. No tuvo compasión del mancebo, ni de la virgen, ni del anciano, ni aun del inválido; a todos los entregó Dios en sus manos.
II Par 36:18 Y transportó a Babilonia todos los vasos de la casa del Señor tanto los grandes como los pequeños, y los tesoros del templo, y del rey, y de los magnates.
II Par 36:19 Los enemigos pegaron fuego a la casa de Dios, y demolieron los muros de Jerusalén ; quemaron todas las torres y destruyeron todo cuanto había precioso.
II Par 36:23 Esto dice Ciro, rey de Persia: El Señor Dios del cielo me ha dado todos los reinos de la tierra, y él mismo me ha mandado edificarle una casa en Jerusalén , ciudad de Judea; ¿quién hay entre vosotros que pertenezca a su pueblo? El Señor Dios suyo sea con él, y póngase en camino para su tierra.
I Esd 1:2 Esto dice Ciro, rey de los persas: El Señor Dios del cielo es el que me ha dado todos los reinos de las tierras, y él me ha mandado edificarle una casa o templo en Jerusalén , ciudad de Judea.
I Esd 1:3 ¿Quién de entre vosotros pertenece a su pueblo? Su Dios sea con él. Vaya a Jerusalén , ciudad de la Judea, y edifique la casa del Señor Dios de Israel. El Dios verdadero es aquel que está en Jerusalén .
I Esd 2:68 Y algunos príncipes, o primeras cabezas de familia, al llegar al lugar del templo del Señor en Jerusalén , hicieron espontáneamente ofrendas para reedificar la casa de Dios en su mismo sitio.
I Esd 4:3 Mas Zorobabel y Josué con los demás príncipes de las familias de Israel les respondieron: No podemos unirnos con vosotros para edificar la casa de nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos al Señor Dios nuestro, como nos lo tiene mandado Ciro, rey de los persas.
I Esd 4:24 Se interrumpió entonces la construcción de la casa del Señor en Jerusalén , y no volvió a emprenderse hasta el año segundo del reino de Darío, rey de los persas.
I Esd 5:8 Sepas, oh rey, que nosotros hemos ido a la provincia de la Judea a la casa del Dios grande, que se construye de piedras no labradas, fijando vigas en las paredes; y la obra se hace con toda diligencia, y va creciendo entre sus manos.
I Esd 5:9 Hemos, pues, preguntado a aquellos ancianos, y les hemos dicho: ¿Quién os ha dado facultad para edificar esta casa y restaurar estos muros?
I Esd 5:12 Pero habiendo nuestros padres provocado la ira del Dios del cielo, los entregó él en manos de Nabucodonosor el caldeo, rey de Babilonia, el cual destruyó también esta casa, y trasladó su pueblo a Babilonia.
I Esd 5:13 Mas el año primero de Ciro, rey de Babilonia, el rey Ciro dio un decreto para que esta casa de Dios fuera reedificada.
I Esd 5:15 y le dijo: Toma estos vasos, y ve a reponerlos en el templo de Jerusalén , haciendo que la casa de Dios sea reedificada en su antiguo sitio.
I Esd 5:17 Ahora, pues, si parece bien al rey haga buscar el archivo real, que está en Babilonia, si es verdad que el rey Ciro mandó reedificar la casa de Dios en Jerusalén , y háganos saber sobre esto su real voluntad.
I Esd 6:3 Año primero el rey Ciro. El rey Ciro ha ordenado que se reedifique la casa de Dios en su sitio de Jerusalén , a fin de que se ofrezcan allí sacrificios; y que se echen los cimientos correspondientes a una elevación de sesenta codos, y otros tantos de anchura o extensión,
I Esd 6:4 con tres órdenes de piedras sin labrar, y otros órdenes de maderos nuevos; y que los gastos se suministren de la casa del rey.
I Esd 6:7 y dejad construir el templo al caudillo de los judíos y a sus ancianos, y que reedifiquen aquella casa de Dios en su lugar.
I Esd 6:8 Sobre lo cual tengo también mandado cómo debe procederse para con aquellos ancianos de los judíos, a fin de que sea edificada la casa de Dios; y es que del erario del rey, esto, es, de los tributos que paga el territorio del otro lado del río, se les suministren con puntualidad los caudales a dichos varones, para que no se retarde la obra;
I Esd 6:11 Yo, pues, he decretado que cualquiera que contravenga esta orden, se tome un madero de su casa y se plante en tierra, y sea en él clavado tal hombre, y confiscada la casa.
I Esd 6:11 Yo, pues, he decretado que cualquiera que contravenga esta orden, se tome un madero de su casa y se plante en tierra, y sea en él clavado tal hombre, y confiscada la casa.
I Esd 6:12 Disipe Dios, que estableció allí su santo Nombre, todos los nombres y pueblos que extendiesen la mano para oponerse, o destruir aquella casa de Dios, que está en Jerusalén . Yo Darío he firmado este decreto, que quiero se cumpla puntualmente.
I Esd 6:15 Y concluyeron la obra de esta casa de Dios el día tres del mes de Adar, el sexto año del reinado del rey Darío.
I Esd 6:16 Entonces los hijos de Israel, y los sacerdotes y levitas, y cuantos habían vuelto del cautiverio, celebraron con gozo la dedicación o consagración de la casa de Dios;
I Esd 6:22 Y celebraron con alegría la solemnidad de los Azimos durante siete días; por haberlos el Señor consolado, y por haber trocado a favor de ellos el corazón del rey de Asiria para que los ayudase, y diese la mano en la construcción de la casa del Señor Dios de Israel.
I Esd 7:16 Además toda la plata y oro que recogieres en la provincia de Babilonia de ofertas voluntarias del pueblo, y lo que espontáneamente ofrecieren los sacerdotes para la casa de su Dios que está en Jerusalén ,
I Esd 7:19 Asimismo los vasos que se te dan para servicio de la casa de tu Dios, los presentarás delante de Dios en Jerusalén .
I Esd 7:20 En orden a lo demás que fuere menester para la casa de tu Dios, todo cuanto necesites gastar se te dará del tesoro y del fisco real,
I Esd 7:23 Todo lo perteneciente al culto del Dios del cielo se ha de suministrar puntualmente a la casa del Dios del cielo, no sea que se irrite contra el reino del rey y de sus hijos.
I Esd 7:24 También os notificamos que no tenéis potestad de imponer alcabala, ni tributo, ni otras cargas a ninguno de los sacerdotes, y levitas, y cantores, y porteros, y natineos, y sirvientes de la casa de este Dios.
I Esd 7:27 Bendito sea el Señor Dios de nuestros padres, el cual puso este pensamiento en el corazón del rey para gloria de la casa del Señor que está en Jerusalén ;
I Esd 8:17 y los envíe a Eddo, judío, que era el que gozaba mayor reputación en el lugar de Casfía, y puse en su boca la palabra que habían de decir a Eddo, y a sus hermanos los natineos en el lugar de Casfía, para que nos trajesen ministros de la casa de nuestro Dios.
I Esd 8:25 y les entregué por peso el oro y la plata, y los vasos consagrados a la casa de nuestro Dios, ofrecidos por el rey, y sus consejeros, y magnates, y por todos los israelitas que se habían hallado allí.