Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

casa

III Rey 14:17 Marchó, pues, la mujer de Jeroboam; y siguiendo su camino llegó a Tersa, y al tiempo de poner el pie sobre el umbral de su casa murió el hijo.
III Rey 15:20 Condescendiendo Benadad con el rey Asa, despachó los capitanes de su ejército contra las ciudades de Israel, y se apoderaron de Ahión, y de Dan, y de Abel-casa de Maaca, y de todo el país de Cennerot, es a saber, de toda la tierra de Neftalí.
III Rey 16:3 he aquí que yo arrancaré de la faz de la tierra tu descendencia y la de tu familia; y haré de tu casa lo que he hecho de la de Jeroboam, hijo de Nabat.
III Rey 16:7 Mas como el profeta Jehú, hijo de Hanani, había pronunciado la sentencia del Señor contra Baasa y contra su casa, en castigo de todos los pecados que había hecho en presencia del Señor, irritándolo con las obras de sus manos, por cuyo motivo merecería ser tratado como la casa de Jeroboam, por esta razón le quitó él la vida, es a saber, al profeta Jehú, hijo de Hanani.
III Rey 16:7 Mas como el profeta Jehú, hijo de Hanani, había pronunciado la sentencia del Señor contra Baasa y contra su casa, en castigo de todos los pecados que había hecho en presencia del Señor, irritándolo con las obras de sus manos, por cuyo motivo merecería ser tratado como la casa de Jeroboam, por esta razón le quitó él la vida, es a saber, al profeta Jehú, hijo de Hanani.
III Rey 16:9 Porque se rebeló contra él su siervo Zambri, comandante de la mitad de la caballería. Estaba, pues, Ela en Tersa bebiendo y banqueteando, y se hallaba ya beodo en casa de Arsa, gobernador de Tersa,
III Rey 16:11 Luego que llegó a ser rey, y se hubo sentado en el trono, exterminó toda la casa de Baasa, y todos sus deudos y amigos, no dejando vivo ni siquiera un perro.
III Rey 16:12 De esta suerte acabó Zambri con toda la casa de Baasa, conforme a la sentencia del Señor, dada a conocer a Baasa por boca del profeta Jehú,
III Rey 16:18 Y viendo Zambri que la ciudad iba a ser tomada, entró en el palacio, y se abrasó junto con la casa real, y murió
III Rey 17:15 Se fue, pues, la mujer e hizo lo que Elías le había dicho; y comió Elías, ella y toda su casa. Desde aquel día
III Rey 17:17 Sucedió después que enfermó el hijo de aquella mujer dueña de la casa, y la enfermedad era mortal, de suerte que quedó sin respiración alguna.
III Rey 17:18 Por lo cual dijo a Elías: ¿Qué te he hecho yo, oh varón de Dios? ¿Has entrado en mi casa para renovar la memoria de mis pecados, y en castigo de ellos hacer morir a mi hijo.
III Rey 17:23 Entonces Elías tomó el niño y lo bajó de su aposento al cuarto bajo de la casa, y se lo entregó a su madre diciéndole: Aquí tienes vivo a tu hijo.
III Rey 18:18 A lo que respondió Elías: No he alborotado yo a Israel; sino tú y la casa de tu padre, que habéis despreciado los mandamientos del Señor, y seguido a los Baales o falsos dioses.
III Rey 20:31 Y le dijeron sus criados: Nosotros hemos oído decir que los reyes de la casa de Israel son clementes y piadosos; vistámonos, pues, de sacos con sogas al cuello, y presentémonos así al rey de Israel; que tal vez nos salvará las vidas.
III Rey 20:43 Mas el rey de Israel se volvió a su casa, no haciendo caso de lo que le decía el profeta, y entró lleno de furor en Samaria.
III Rey 21:4 Se fue Acab a su casa indignado y bramando de cólera por la respuesta que le había dado Nabot, jezraelita diciendo: No te doy yo la heredad de mis padres. Y echándose sobre su cama, volvió su rostro hacia la pared, y no quiso comer nada.
III Rey 21:21 He aquí que yo lloveré sobre ti desastres, y extirparé tu posteridad, y no dejaré de la casa de Acab alma viviente, matando hasta los perros y a todos los tuyos en Israel desde el mayor hasta el menor.
III Rey 21:22 Yo asolaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la de Baasa, hijo de Ahías; porque tú no has hecho sino provocar mi ira, y has hecho pecar a Israel.
III Rey 21:29 ¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues ya que por mi respeto se ha humillado, no enviaré aquellos castigos durante su vida; pero sí los enviaré sobre su casa en los días de su hijo.
III Rey 22:17 Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor; y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo; vuélvase cada uno en paz a su casa.
III Rey 22:39 Las demás acciones de Acab, y todo cuanto hizo, y la casa de marfil que edificó, y todas las ciudades que fundó, todas estas cosas, ¿no están escritas en el Libro de los Anales de los Reyes de Israel?
IV Rey 4:2 Le dijo Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirse.
IV Rey 4:2 Le dijo Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirse.
IV Rey 4:4 Entra después en tu casa, y cierra la puerta, estando dentro tú y tus hijos, y echa de aquel aceite en todas estas vasijas, y cuando estuvieren llenas las pondrás aparte.
IV Rey 4:5 Se fue pues, la mujer, y se encerró en casa con sus hijos; le presentaban éstos las vasijas y ella las llenaba.
IV Rey 4:8 Pasaba un día Eliseo por la ciudad de Sunam, y había en ella una señora de gran consideración, que lo detuvo a comer; y como pasase por allí frecuentemente, se detenía a comer en dicha casa.
IV Rey 4:9 Y dijo la señora a su marido: Advierto que este hombre que pasa con frecuencia por nuestra casa, es un varón santo de Dios.
IV Rey 4:10 Dispongamos, pues, para él un cuartito, y pongamos en él una cama, y una mesa, y una silla, y un candelero, para que cuando viniere a nuestra casa se recoja en él.
IV Rey 4:32 Entró, pues, Eliseo en la casa, y halló al niño muerto, y tendido sobre su cama.
IV Rey 5:9 Llegó, pues, Naamán con sus caballos y carrozas, y se paró a la puerta de la casa de Eliseo.
IV Rey 5:24 Llegado que hubo, ya al anochecer, los tomó de sus dos manos, y los guardó en su casa, y despachó los hombres, los cuales se marcharon.
IV Rey 6:32 Estaba a la sazón Eliseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Eliseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor de tener cerrada la puerta y de no dejarlo entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él.
IV Rey 8:3 Terminados los siete años, regresó la mujer del país de los filisteos, y acudió al rey para que se le restituyesen su casa y sus heredades.
IV Rey 8:5 y mientras él estaba contando al rey cómo había resucitado a un muerto, compareció la mujer, a cuyo hijo había resucitado, reclamando ante el rey su casa y sus heredades. Y dijo Giezi: Esta es, oh rey mi señor, aquella mujer, y éste su hijo, a quien resucitó Eliseo.
IV Rey 8:18 Y siguió los pasos de los reyes de Israel, como los había seguido la casa de Acab; porque una hija de Acab era su mujer, y obró el mal en presencia del Señor.
IV Rey 8:27 Y siguió los mismos pasos de la casa de Acab, y obró el mal en presencia del Señor, a imitación de la casa de Acab, como quien era yerno de éste.
IV Rey 8:27 Y siguió los mismos pasos de la casa de Acab, y obró el mal en presencia del Señor, a imitación de la casa de Acab, como quien era yerno de éste.
IV Rey 9:7 Y exterminarás la casa de Acab, tu señor, y yo tomaré venganza de la sangre de mis siervos, los profetas, y de la sangre de todos los siervos del Señor, derramada por Jezabel.
IV Rey 9:8 Y extirparé toda la familia de Acab, y mataré de la casa de Acab hasta los perros; desde lo más estimado hasta lo más vil y desechado en Israel.
IV Rey 9:9 Y trataré la casa de Acab como a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías.
IV Rey 9:9 Y trataré la casa de Acab como a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías.
IV Rey 9:9 Y trataré la casa de Acab como a la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasa, hijo de Ahías.
IV Rey 9:27 Al ver esto Ocozías, rey de Judá, echó a huir por el camino de la casa del huerto. Y corrió Jehú tras él, diciendo: Matad también a éste dentro de su coche. Y lo hicieron en la cuesta de Gaver, junto a Jeblaam, y siguió huyendo hasta Mageddo, donde murió.
IV Rey 10:3 elegid el mejor y que más os agradare entre los hijos de vuestro señor, y colocadlo sobre el trono de su padre, y combatid por la casa de vuestro señor.
IV Rey 10:10 Por tanto considerad ahora cómo no ha caído en tierra una sola palabra de las que habló el Señor contra la casa de Acab, y cómo ha ejecutado el Señor lo que predijo por medio de Elías, su siervo.
IV Rey 10:17 lo llevó a Samaria, donde acabó de matar a cuantos habían quedado allí de la casa de Acab, sin dejar uno siquiera; conforme a la palabra del Señor pronunciada por Elías.
IV Rey 10:21 y lo hizo publicar en todos los términos de Israel. Con esto acudieron todos los ministros de Baal; no quedó ni uno siquiera que no asistiese. Y entraron en el templo de Baal, y se llenó la casa de Baal de punta a cabo.
IV Rey 10:30 Por lo demás el Señor dijo a Jehú: Por cuanto has ejecutado con celo lo que era justo y agradable a mis ojos, y cumplido todo lo que tenía resuelto en mi corazón contra la casa de Acab, tus hijos hasta la cuarta generación ocuparán el trono de Israel.
IV Rey 11:3 Y estuvo por espacio de seis años oculto con su ama de leche en la casa del Señor; mientras tanto reinó Atalía en el país de Judá.