Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

casa

III Rey 8:13 No he descansado, oh Dios, hasta ver concluida una casa para tu habitación, para trono tuyo firmísimo para siempre.
III Rey 8:16 Desde el día que saqué de Egipto a mi pueblo de Israel, yo no me escogí ninguna ciudad entre todas las tribus de Israel para edificar en ella casa donde se invocase mi Nombre; escogí, sí, a David para que fuese el jefe de mi pueblo de Israel.
III Rey 8:17 Quiso, pues, David, mi padre, edificar una casa al Nombre del Señor Dios de Israel.
III Rey 8:18 Pero el Señor dijo a mi padre David: Bien has hecho en haber ideado en tu corazón construir casa a mi Nombre, formando en tu mente tal designio.
III Rey 8:19 Con todo, no me edificarás tú la casa, sino un hijo tuyo que descenderá de ti; ése ha de edificar la casa a mi Nombre.
III Rey 8:19 Con todo, no me edificarás tú la casa, sino un hijo tuyo que descenderá de ti; ése ha de edificar la casa a mi Nombre.
III Rey 8:20 El Señor puso en ejecución la palabra que pronunció; y yo ocupé el lugar de mi padre, y me senté sobre el trono de Israel como el Señor lo había dicho, y he edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel.
III Rey 8:27 Mas en efecto: ¿es creíble que verdaderamente Dios ha de habitar sobre la tierra? Porque si ni los cielos, oh Señor, ni los altísimos cielos pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he construido?
III Rey 8:29 estén tus ojos abiertos de día y de noche sobre esta casa, sobre la casa de la cual dijiste: Mi Nombre será en ella invocado; de modo que oigas la oración que tu siervo te hace en este sitio,
III Rey 8:29 estén tus ojos abiertos de día y de noche sobre esta casa, sobre la casa de la cual dijiste: Mi Nombre será en ella invocado; de modo que oigas la oración que tu siervo te hace en este sitio,
III Rey 8:31 Si un hombre pecare contra su prójimo, y tuviera que hacer algún juramento con que quede obligado, y viniere a tu casa o templo, ante tu altar para prestar o confirmar el juramento,
III Rey 8:33 Si tu pueblo de Israel huyere a la presencia de sus enemigos (porque vendrá día en que pecará contra ti), y haciendo penitencia, y dando gloria a tu Nombre, vinieren sus hijos a orar y a implorar tu misericordia en esta tu casa,
III Rey 8:38 siempre que cualquier particular de tu pueblo de Israel recurriere a ti con votos y plegarias, y reconociendo la llaga que ha hecho el pecado en su corazón, levantare a ti sus manos en esta casa,
III Rey 8:43 tú le oirás desde el cielo, desde aquel firmamento en que tienes tu habitación, y otorgarás todo cuanto te suplicare el extranjero; para que así todos los pueblos del mundo aprendan a temer tu Nombre, como tu pueblo de Israel; y sepan por experiencia que tu Nombre es invocado en esta casa que yo he edificado.
III Rey 8:44 Si tu pueblo saliere a campaña contra sus enemigos, doquiera que tú lo enviares, hará oración a ti mirando hacia la ciudad de Jerusalén que tú elegiste, y hacia la casa que yo he construido a tu Nombre,
III Rey 8:64 En este mismo día hizo el rey consagrar aquella parte del atrio que estaba delante de la casa del Señor, ofreciendo allí holocaustos y víctimas, y la grasa de las hostias pacíficas; atento que el altar de bronce erigido al Señor no era tan grande que pudiesen caber en él los holocaustos y los sacrificios, y las grasas de las hostias pacíficas.
III Rey 9:1 Habiendo acabado Salomón de construir la casa o templo del Señor, y el palacio real, y todas las obras que había ideado y querido hacer,
III Rey 9:3 y le dijo: He oído tu oración y la súplica que me has hecho; he santificado esta casa que me has edificado, a fin de que permanezca en ella mi Nombre para siempre; y en todo tiempo mis ojos y mi corazón estarán fijos sobre este lugar.
III Rey 9:8 Y esta casa, hecha cenizas, se mirará como un ejemplo de mi justicia; cualquiera que pasare por delante de ella, quedará pasmado, y prorrumpirá en exclamaciones, y dirá: ¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a esta casa?
III Rey 9:8 Y esta casa, hecha cenizas, se mirará como un ejemplo de mi justicia; cualquiera que pasare por delante de ella, quedará pasmado, y prorrumpirá en exclamaciones, y dirá: ¿Por qué ha tratado así el Señor a este país y a esta casa?
III Rey 9:10 Pasados, pues, los veinte años que Salomón empleó en edificar las dos casas, esto es, el templo del Señor y la casa del rey
III Rey 9:15 tan grandes fueron las expensas del rey Salomón en la construcción de la casa del Señor, y de los edificios de Mello, y en los muros de Jerusalén , de Heser, de Mageddo y de Gazer.
III Rey 10:4 Viendo, pues, la reina de Saba toda la sabiduría de Salomón y la casa o templo que había edificado,
III Rey 10:17 Además trescientas rodelas o escudos menores de oro de ley. Cubrían cada rodela trescientas minas de oro; y las colocó el rey en la casa del bosque del Líbano.
III Rey 10:21 Fuera de esto, todos los vasos en que bebía el rey Salomón eran también de oro; e igualmente toda la vajilla de la casa o palacio del bosque del Líbano era de oro finísimo; no se usaba la plata para dichos vasos, ni casi se hacía aprecio de ella en tiempo del rey Salomón .
III Rey 11:18 Y habiendo salido de Madián pasaron a Farán, y tomando consigo gentes de Farán, entraron en Egipto, y se presentaron al faraón, rey de Egipto, quien dio a Adad casa, le señaló alimentos, y le adjudicó tierras.
III Rey 11:22 Le dijo el faraón: Pues, ¿qué te falta en mi casa, para que quieras irte a tu país? A lo que contestó Adad: Nada; sin embargo te ruego que me des licencia para ir allá.
III Rey 11:28 Era Jeroboam hombre valiente y poderoso; y Salomón viéndolo mozo de buena índole y activo, le había dado la superintendencia de los tributos de toda la casa de José.
III Rey 11:38 Ahora bien, si tú obedecieres todo cuanto yo te mandare, y siguieres mis caminos, e hicieres lo que es recto a mis ojos, guardando mis mandamientos y mis preceptos, como lo hizo David, mi siervo, yo seré contigo, y te fundaré una casa estable, como la edifiqué a David, y te haré señor de Israel.
III Rey 12:16 Viendo, pues, el pueblo que el rey no había querido atenderlo, le replicó diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver con la familia de David? ¿Ni qué herencia o provecho esperamos del hijo de Isaí? Vete a tus estancias, oh Israel; y tú, oh hijo de David, gobierna ahora tu casa. Con eso Israel se retiró a sus estancias.
III Rey 12:19 Y se separó Israel de la casa de David, como lo está aún en el día de hoy.
III Rey 12:20 Y sucedió que luego que supo todo Israel que Jeroboam había vuelto, congregados en cortes le enviaron a llamar, y lo aclamaron rey sobre todo Israel, sin que nadie siguiera el partido de la casa de David, fuera de la sola tribu de Judá.
III Rey 12:21 Llegado, pues, Roboam a Jerusalén , juntó toda la casa de Judá, y la tribu de Benjamín, escogiendo ciento ochenta mil hombres aguerridos para que peleasen contra la casa de Israel, y redujesen el reino a la obediencia de Roboam, hijo de Salomón .
III Rey 12:21 Llegado, pues, Roboam a Jerusalén , juntó toda la casa de Judá, y la tribu de Benjamín, escogiendo ciento ochenta mil hombres aguerridos para que peleasen contra la casa de Israel, y redujesen el reino a la obediencia de Roboam, hijo de Salomón .
III Rey 12:23 Habla a Roboam, hijo de Salomón , rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a los demás del pueblo y diles:
III Rey 12:24 Esto dice el Señor: No salgáis a campaña, ni peleéis contra vuestros hermanos, los hijos de Israel; vuélvase cada cual a su casa; porque yo soy el que he dispuesto lo sucedido. Obedecieron ellos las palabras del Señor, y se volvieron según el Señor lo había mandado.
III Rey 12:26 Al mismo tiempo discurría Jeroboam en su interior, y decía: Presto volverá este reino a ser la casa de David;
III Rey 13:7 Por lo que dijo el rey al varón de Dios: Ven conmigo a casa a comer, y te llenaré de regalos.
III Rey 13:8 Mas el varón de Dios respondió al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría yo contigo, ni comería pan, ni bebería agua en este lugar;
III Rey 13:15 Pues ven conmigo, dijo, a casa a tomar un bocado.
III Rey 13:18 Le dijo el otro: Yo también soy profeta como tú; y un ángel me ha venido a decir en nombre del Señor: Hazle volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. Lo engañó,
III Rey 13:19 y lo hizo volver consigo. Comió, pues, el pan en su casa, y bebió el agua.
III Rey 13:34 Este fue el pecado de la casa de Jeroboam, y por eso fue destruida y arrancada de la superficie de la tierra.
III Rey 14:4 Hizo la mujer de Jeroboam lo que éste le había dicho; y partiendo para Silo, llegó a casa de Ahías; el cual ya no veía, porque se le había ofuscado la vista a causa de su mucha edad.
III Rey 14:8 Yo dividí el reino de la casa de David, y te lo di a ti; mas tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos, y me siguió con todo su corazón, haciendo lo que era agradable a mis ojos,
III Rey 14:10 Por tanto yo voy a llover desastres sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de la casa de Jeroboam hasta los perros, y así lo precioso como lo vil y desechado en Israel, y barreré los rezagos de la familia de Jeroboam, como suele barrerse la basura, hasta que no quede rastro.
III Rey 14:10 Por tanto yo voy a llover desastres sobre la casa de Jeroboam, y destruiré de la casa de Jeroboam hasta los perros, y así lo precioso como lo vil y desechado en Israel, y barreré los rezagos de la familia de Jeroboam, como suele barrerse la basura, hasta que no quede rastro.
III Rey 14:11 Los de la casa de Jeroboam que murieren en poblado, serán comidos de los perros, y los que murieren en el campo, serán devorados por las aves del cielo; porque el Señor es el que lo ha dicho.
III Rey 14:12 Anda tú, pues, ahora, y vete a tu casa; y en el punto mismo que pongas tus pies en la ciudad, morirá el hijo,
III Rey 14:14 Entretanto el Señor ha escogido ya un rey para Israel, que exterminará la casa de Jeroboam en nuestros días y en este tiempo en que vivimos.