La Sagrada Biblia

Libro de Tobías

Capítulo 14

ASÍ acabó Tobías su cántico. Cuarenta y dos años vivió Tobías después de recobrada la vista; y vio los hijos de sus nietos. 2 Cumplidos, pues, ciento dos años, fue sepultado honoríficamente en Nínive. 3 Porque de cincuenta y seis años perdió la vista, y de sesenta la recobró. 4 Todo el resto de la vida lo pasó con alegría; y habiendo adelantado muchísimo en el temor de Dios, vino a descansar en paz.

5 A la hora de su muerte llamó a sí a su hijo Tobías, y a los siete mancebos hijos de éste, nietos suyos, y les dijo: 6 Pronto sucederá la ruina de Nínive; pues la palabra del Señor no puede faltar; y nuestros hermanos que están dispersos fuera de la tierra de Israel, volverán a ella;

7 y será repoblado todo aquel país desierto, y reedificada de nuevo la casa de Dios que fue allí entregada a las llamas y volverán allá todos los que temen a Dios. 8 Y las gentes o gentiles abandonarán sus ídolos, y vendrán a Jerusalén para morar en ella; 9 y allí se regocijarán todos los reyes de la tierra, adorando al rey de Israel.

10 Ahora bien, hijos míos, escuchad a vuestro padre: Servid al Señor con sincero corazón, y estudiad cómo hacer lo que le es agradable;

11 y encomendad a vuestros hijos que hagan obras de justicia, y den limosnas; que tengan presente a Dios, y lo bendigan en todo tiempo con sincero corazón y con todo esfuerzo. 12 Ea, pues, hijos míos, escuchad lo que os digo, y no queráis permanecer aquí, sino que el día en que hubiereis enterrado a vuestra madre junto a mí en la misma sepultura, este mismo día disponed vuestro viaje para salir de aquí. 13 Porque yo estoy viendo que los vicios y maldades conducen esta ciudad a su exterminio.

14 En efecto, Tobías, después de la muerte de su madre, se retiró de Nínive con su mujer y sus hijos y nietos, y se fue a vivir con sus suegros; 15 a los cuales halló sanos y salvos en dichosa vejez, y cuidó de ellos, y él mismo les cerró los ojos; y entró en toda la herencia de la casa de Raguel; y vio a los hijos de sus hijos hasta la quinta generación. 16 Finalmente, cumplidos noventa y nueve años en el temor del Señor, lo sepultaron con gloria y alegría. 17 Toda su parentela y todos sus descendientes perseveraron en el bien vivir y en el ejercicio de obras santas; de tal manera que fueron gratos así a Dios como a los hombres, y a todos los moradores del país.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Ilustración
Atlas