Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

vida

Rom 5:17 Pues como por el pecado de uno solo ha reinado la muerte por un solo hombre que es Adán, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia, y de los dones, y de la justicia, reinarán en la vida por solo un hombre que es Jesucristo.
Rom 5:18 En conclusión, así como el delito de uno solo atrajo la condenación de muerte a todos los hombres, así también la justicia de uno solo ha merecido a todos los hombres la justificación que da vida al alma.
Rom 5:21 a fin de que al modo que reinó el pecado para dar la muerte, así también reine la gracia en virtud de la justicia para dar la vida eterna, por Jesucristo nuestro Señor.
Rom 6:4 En efecto, en el bautismo hemos quedado sepultados con él muriendo al pecado, a fin de que así como Cristo resucitó de muerte a vida para gloria del Padre, así también procedamos nosotros con nuevo tenor de vida.
Rom 6:4 En efecto, en el bautismo hemos quedado sepultados con él muriendo al pecado, a fin de que así como Cristo resucitó de muerte a vida para gloria del Padre, así también procedamos nosotros con nuevo tenor de vida.
Rom 6:13 Ni tampoco abandonéis más vuestro cuerpo al pecado para servir de instrumentos a la iniquidad; sino antes bien entregaos todos a Dios, como resucitados de muerte a vida, y ofreced a Dios vuestros cuerpos para servir de instrumentos a la justicia o virtud.
Rom 6:16 ¿No sabéis que si os ofrecéis por esclavo de alguno para obedecer a su imperio, por el mismo hecho quedáis esclavos de aquél a quien obedecéis, bien sea del pecado para recibir la muerte, bien sea de la obediencia a la fe para recibir la justicia o vida del alma?
Rom 6:22 Por el contrario, ahora habiendo quedado libres del pecado, y hechos siervos de Dios, cogéis por fruto vuestro la santificación, y por fin la vida eterna.
Rom 6:23 Porque el estipendio y paga del pecado es la muerte; pero la vida eterna es una gracia de Dios por Jesucristo nuestro Señor.
Rom 7:10 y yo quedé muerto; con lo que aquel mandamiento, que debía servir para darme la vida, ha servido para darme la muerte.
Rom 8:2 Porque la ley del espíritu de vida, que está en Cristo Jesús , me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:6 La sabiduría o prudencia de la carne es una muerte, pero la sabiduría de las cosas del espíritu, es vida y paz:
Rom 8:11 Y si el espíritu de aquel Dios, que resucitó a Jesús de la muerte, habita en vosotros, el mismo que ha resucitado a Jesucristo de la muerte dará vida también a vuestros cuerpos mortales, en virtud de su espíritu que habita en vosotros.
Rom 8:18 A la verdad yo estoy firmemente persuadido de que los sufrimientos o penas de la vida presente no son de comparar con aquella gloria venidera, que se ha de manifestar en nosotros.
Rom 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las virtudes, ni lo presente, ni lo venidero, ni la fuerza, o violencia,
Rom 10:5 Porque Moisés dejó escrito, que el hombre que cumpliere la justicia ordenada por la ley o sus mandamientos, hallará en ella la vida.
Rom 10:7 ¿o quién ha de bajar al abismo?, esto es, para sacar a vida de entre los muertos a Cristo .
Rom 11:3 ¡Oh Señor!, a tus profetas los han muerto, demolieron tus altares, y he quedado yo solo, y atentan contra mi vida?
Rom 11:15 Porque si el haber sido ellos desechados ha sido ocasión de la reconciliación del mundo, ¿qué será su restablecimiento o conversión, sino resurrección de muerte a vida?
Rom 16:4 (y los cuales por salvar mi vida expusieron sus cabezas, por lo que no solamente yo me reconozco agradecido, sino también las iglesias todas de los gentiles);
I Cor 3:22 Porque todas las cosas son vuestras, bien sea Pablo, bien Apolo, bien Cefas; el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro, todo es vuestro, o hecho para vuestro bien;
I Cor 7:26 Juzgo, pues, que este estado es ventajoso a causa de las miserias de la vida presente; que es, digo, ventajoso al hombre no casarse.
I Cor 8:13 Por lo cual si lo que yo como escandaliza a mi hermano, no comeré en mi vida carne alguna, sólo por no escandalizar a mi hermano.
I Cor 15:19 Si nosotros sólo tenemos esperanza en Cristo mientras dura nuestra vida, somos los más desdichados de todos los hombres.
I Cor 15:36 ¡Necio!, lo que tú siembras no recibe vida, si primero no muere.
II Cor 1:8 Pues no quiero, hermanos, que ignoréis la tribulación que padecimos en el Asia, los males de que nos vimos abrumados, tan excesivos y tan superiores a nuestras fuerzas, que nos hacían pesada la misma vida.
II Cor 2:16 para los unos olor mortífero que les ocasiona la muerte; mas para los otros olor vivificante que les causa la vida. ¿Y quién será idóneo para un tal ministerio?
II Cor 4:10 Traemos siempre representada en nuestro cuerpo por todas partes la mortificación de Jesús , a fin de que la vida de Jesús se manifieste también en nuestros cuerpos.
II Cor 4:11 Porque nosotros, bien que vivimos, somos continuamente entregados en manos de la muerte por amor de Jesús ; para que la vida de Jesús se manifieste así mismo en nuestra carne mortal.
II Cor 4:12 Así es que la muerte imprime sus efectos en nosotros, mas en vosotros resplandece la vida.
II Cor 4:17 Porque las aflicciones tan breves y tan ligeras de la vida presente nos producen el eterno peso de una sublime e incomparable gloria,
II Cor 5:4 Así también es que mientras nos hallamos en este cuerpo como en una tienda de campaña, gemimos agobiados bajo su pesantez; pues no querríamos vernos despojados de él, sino ser revestidos como por encima, de manera que la vida inmortal absorba y haga desaparecer lo que hay de mortalidad en nosotros.
Gál 2:20 y yo vivo ahora, o más bien no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí. Así la vida que vivo ahora en esta carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo a la muerte por mí.
Gál 6:8 Así es que lo que un hombre sembrare, eso recogerá. Por donde quien siembra ahora para su carne, de la carne recogerá después la corrupción y la muerte; mas el que siembra para el espíritu, del espíritu cogerá la vida eterna.
Ef 2:1 El es el que os dio vida a vosotros, estando como estabais muertos espiritualmente por vuestros delitos y pecados,
Ef 2:5 aun cuando estábamos muertos por los pecados, y éramos objetos de su cólera, nos dio vida en Cristo (por cuya gracia vosotros habéis sido salvados)
Ef 4:22 a desnudaros del hombre viejo, según el cual habéis vivido en vuestra vida pasada, el cual se vicia siguiendo la ilusión de las pasiones.
Ef 5:16 sino como prudentes, recobrando en cierto modo el tiempo perdido, porque los días de nuestra vida son malos.
Ef 5:26 para santificarla, limpiándola en el bautismo de agua con la palabra de vida,
Ef 6:3 para que te vaya bien, y tengas larga vida sobre la tierra.
Filip 1:20 conforme a mis deseos y a la esperanza que tengo, de que por ningún caso quedaré confundido; antes estoy con total confianza de que también ahora, como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, ora sea por mi vida, ora sea por mi muerte.
Filip 1:22 Pero si quedándome más tiempo en este cuerpo mortal, yo puedo sacar fruto de mi trabajo, no sé en verdad qué escoger, si la muerte o la vida;
Filip 1:24 pero por otra parte quedar en esta vida es necesario por vosotros.
Filip 2:16 conservando la palabra de vida que os he predicado, para que yo me gloríe en el día de Cristo , de que no he corrido en balde, ni en balde he trabajado.
Filip 2:30 en atención a que por el servicio de Jesu-cristo ha estado a las puertas de la muerte, exponiendo su vida a trueque de suplir lo que vosotros desde ahí no podíais hacer en obsequio mío.
Filip 4:3 También te pido a ti, ¡oh fiel compañero!, que asistas a ésas que conmigo han trabajado por el Evangelio con Clemente y los demás coadjutores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Col 2:12 siendo sepultados con él por el bautismo , y con él resucitados a la vida de la gracia por la fe que tenéis del poder de Dios, que le resucitó de la muerte.
Col 3:3 Porque muertos estáis ya, y vuestra nueva vida está escondida con Cristo en Dios.
Col 3:4 Cuando aparezca Cristo , que es vuestra vida, entonces apareceréis también vosotros con él gloriosos.
Col 3:7 y en las cuales anduvisteis también vosotros en otro tiempo, pasando en aquellos desórdenes vuestra vida.