Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

vida

Jer 11:21 Por tanto, así habla el Señor a los habitantes de Anatot, que atentan contra tu vida, y te dicen: No profetices en el nombre del Señor, si no quieres morir a nuestras manos.
Jer 15:11 Entonces el Señor me respondió: Yo juro que serás feliz el resto de tu vida; que yo te sostendré al tiempo de la aflicción, y en tiempo de tribulación te defenderé contra tus enemi-gos.
Jer 18:11 Tú, pues, ahora di a los varones de Judá y a los habitantes de Jerusalén : Esto dice el Señor: Mirad que yo estoy amasando estragos contra vosotros, y trazando designios en daño vuestro. Conviértase cada uno de vosotros de su mala vida, y enmendad vuestras costumbres e inclinaciones.
Jer 18:20 ¿Conque así se vuelve mal por bien? ¿Y así ellos, que tanto me deben, han cavado una hoya para hacerme perder la vida? Acuérdate, ¡oh Señor!, de cuando me presentaba yo en tu acatamiento, para hablarte a su favor, y para desviar de ellos tu enojo.
Jer 21:8 También dirás a ese pueblo: Esto dice el Señor: He aquí que yo os pongo delante el camino de la vida y el camino de la muerte.
Jer 21:9 El que se quede en esta ciudad, perecerá al filo de la espada, o de hambre, o de peste; mas aquel que salga y se entregue a los caldeos que os tienen sitiados, salvará la vida y tendrá esto por una ganancia.
Jer 22:30 He aquí lo que me dice el Señor: Escribe que ese hombre será estéril en sus cosas; que nada le saldrá bien de lo que emprenda durante su vida; pues que no quedará de su linaje varón alguno que se siente sobre el trono de David, y que tenga jamás en adelante poder alguno en Judá.
Jer 23:22 Si hubiesen asistido a mi consejo y anunciado mis palabras al pueblo mío, yo ciertamente los hubiera desviado de su mala vida y de sus pésimas inclinaciones.
Jer 26:3 a ver si acaso te escuchan, y se convierten de su mala vida; por lo cual me arrepienta yo o desista del castigo que medito enviarles por la malicia de sus procederes.
Jer 26:13 Ahora, pues, enmendad vuestra vida, y purificad vuestras inclinaciones, y escuchad la voz del Señor Dios vuestro, y no dudéis que el Señor se arrepentirá o desistirá del castigo con que os ha amenazado.
Jer 26:15 Sabed, no obstante, y tened por cierto, que si me quitáis la vida, derramaréis la sangre inocente, y la haréis recaer sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes; porque verdaderamente es el Señor el que me ha enviado a comunicar a vuestros oídos todas las estas palabras.
Jer 26:21 Y habiendo oído el rey Joakim, y todos sus magnates y cortesanos lo que profetizaba, intentó el rey quitarle la vida. Lo supo Urías, y temió, y se escapó, y se refugió en Egipto.
Jer 27:12 También le anuncié a Sedecías, rey de Judá, todas estas mismas cosas, diciendo: Doblad vuestra cerviz al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y así salvaréis la vida.
Jer 27:17 No queráis, pues, escucharlos; antes bien sujetaos al rey de Babilonia, si queréis salvar vuestra vida. ¿Por qué se ha de ver esta ciudad reducida por culpa vuestra a un desierto?
Jer 32:39 Y les daré un mismo corazón y un solo culto; para que me teman todos los días de su vida, y sean felices ellos, y después de ellos sus hijos.
Jer 34:20 Los entregaré, digo, en poder de sus enemigos, y en manos de los que ansían quitarles la vida; y sus cadáveres servirán de pasto a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
Jer 35:7 no edificaréis casa, ni sembraréis granos, ni plantaréis viñas, ni las poseeréis; sino que habitaréis en tiendas todos los días de vuestra vida, a fin de que viváis mucho tiempo sobre la tierra de Israel, en la cual sois vosotros peregrinos.
Jer 35:8 Hemos, pues, obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, en todo cuanto nos dejó mandado, y por eso no bebemos vino en toda nuestra vida nosotros, ni nuestras mujeres, ni los hijos, ni las hijas;
Jer 35:15 Pues os he enviado todos mis siervos los profetas de antemano y con mucha solicitud, y os envié a decir por su boca: Conviértase cada uno de vosotros de su pésima vida, y rectificad vuestros afectos, y no andéis tras los dioses ajenos, ni les deis culto; y así habitaréis en la tierra que yo di a vosotros y a vuestros padres; pero vosotros no habéis querido obedecerme ni escucharme.
Jer 38:2 Así habla el Señor: Cualquiera que se quede en esta ciudad morirá a cuchillo, o de hambre, o de peste: pero el que se refugiare a los caldeos vivirá y pondrá a salvo su vida.
Jer 38:15 Y Jeremías contestó a Sedecías: Si yo te la declaro, ¿no es así que tú me quitarás la vida?; y si yo te diere un consejo, tú no me has de escuchar.
Jer 38:16 Entonces el rey Sedecías juró secretamente a Jeremías, diciendo: Te juro por el Señor que ha creado en nosotros esta alma, que no te quitaré la vida, ni te entregaré en manos de esos hombres que desean matarte.
Jer 38:17 Dijo, pues, Jeremías a Sedecías: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Si te sales de Jerusalén , y te pones en manos de los príncipes o generales del rey de Babilonia, salvarás tu vida, y esta ciudad no será entregada a las llamas, y te pondrás a salvo tú y tu familia.
Jer 38:20 Pero Jeremías le respondió: No te abandonarán en sus manos. Te ruego que escuches las palabras del Señor, que yo te hablo, y te irá bien, y salvarás tu vida.
Jer 39:18 sino que te libraré de todo trance, y no morirás a cuchillo, antes bien conservarás segura tu vida, porque tuviste confianza en mí, dice el Señor.
Jer 40:14 y le dijeron: Has de saber que Baalis, rey de los amonitas, ha despachado a Ismael, hijo de Natanías, para que te quite la vida. Mas Godolías, hijo de Ahicam, no les dio crédito.
Jer 41:2 Y se levantó Ismael, hijo de Natanías, y los diez hombres que le acompañaban; y asesinaron a Godolías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, quitando la vida al que el rey de Babilonia había puesto por gobernador del país.
Jer 41:8 Mas entre los dichos se hallaron diez hombres que dijeron a Ismael: No nos mates; porque tenemos en el campo repuestos o silos de trigo y de cebada, de aceite y de miel. Se contuvo con esto, y no les quitó la vida como a los otros compañeros suyos.
Jer 42:17 Y todos cuantos se hayan obstinado en querer ir a Egipto para habitar allí, perecerán al filo de la espada, y de hambre, y de peste; no quedará ninguno de ellos con vida, ni escapará del castigo que yo descargaré sobre ellos.
Jer 45:5 ¿Y tú pides para ti portentos o cosas grandes? No tienes que pedirlas; porque he aquí que yo enviaré desastres sobre todos los hombres, dice el Señor; pero a ti te salvaré la vida en cualquier lugar a donde vayas.
Jer 46:18 Juro yo por vida mía (dice aquel rey que tiene por nombre Señor de los ejércitos), que así como el Tabor descuella entre los montes, y el Carmelo sobre el mar, así vendrá él.
Jer 51:6 Huid, ¡oh judíos!, de en medio de Babilonia, y ponga cada cual a salvo su propia vida; no seáis indolentes en orden a su iniquidad; porque ha llegado el tiempo de la venganza del Señor, el cual le dará su merecido.
Jer 51:17 En necio paró todo hombre con su saber. La estatua misma del ídolo es la confusión de todo artífice; porque cosa mentirosa es la obra que él ha hecho; no hay en ella espíritu de vida.
Jer 51:45 Salta de ella, ¡oh pueblo mío!, salve cada cual su vida de la terrible ira del Señor.
Jer 52:34 y le señaló un tanto diario para su manutención perpetuamente por todos los días de su vida.
Lam 1:11 Todo su pueblo está gimiendo y anda en busca de pan, todo cuanto tenían de precioso lo han dado para adquirir un bocado con que conservar su vida. Míralo, Señor, y considera cómo estoy envilecida.
Lam 1:19 Recurrí a los amigos míos, y me engañaron. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido dentro de la ciudad, habiendo buscado en vano alimentación para sustentar su vida.
Lam 2:19 Levántate, clama de noche al Señor desde el principio de las vigilias; derrama como agua tu corazón ante su presencia; levanta hacia él tus manos, haciéndole presente la vida de tus niños que se están muriendo de hambre en todas las esquinas y encrucijadas de las calles.
Lam 3:58 Tú fallaste a favor del alma mía, ¡oh Señor!, ¡oh redentor de mi vida!
Bar 1:11 Y rogaréis por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de Baltasar, su hijo, a fin de que los días de ellos sobre la tierra sean como los del cielo;
Bar 1:11 Y rogaréis por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de Baltasar, su hijo, a fin de que los días de ellos sobre la tierra sean como los del cielo;
Bar 2:8 Mas nosotros ni por eso acudimos al Señor Dios nuestro para rogarle y para convertirnos cada cual de su depravada vida.
Bar 3:9 Escucha, ¡oh Israel!, los mandamientos de vida: Aplica tus oídos para aprender la prudencia.
Bar 3:14 Aprende, pues, dónde está la sabiduría, donde está la fortaleza, donde está la inteligencia, para que sepas así también donde está la vida larga y el sustento, y donde está la luz de los ojos del alma, y la paz o felicidad verdadera.
Bar 4:1 La sabiduría, éste es el libro de los mandamientos de Dios, y la ley que subsiste eternamente, todos los que la abrazan, llegarán a la vida verdadera; mas aquellos que la abandonan, van a parar en la muerte.
Bar 4:20 Me desnudé del manto o vestido de paz y regocijo, y me vestí del saco de rogativa, y clamaré al Altísimo todos los días de mi vida.
Bar 6:13 Tiene también el ídolo un cetro en su mano, como lo tiene aquel que es juez o gobernador de un país; mas él no puede quitar la vida, ni dañar al que le ofende.
Ezeq 1:20 A cualquier parte donde iba el espíritu, allá se dirigían también en pos de él las ruedas, porque había en las ruedas espíritu de vida.
Ezeq 1:21 Andaban las ruedas si los animales andaban; se paraban si ellos se paraban, y levantándose ellos de la tierra, se levantaban también las ruedas en pos de ellos; porque había en las ruedas espíritu de vida.
Ezeq 3:21 Mas si hubieres reprendido al justo a fin de que no peque, y él no pecare, en verdad que tendrá él verdadera vida, porque lo reprendiste; y tú has librado tu alma.