Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

hijos

Lc 11:19 Y si yo lanzo los demonios por virtud de Beelzebub, ¿por virtud de quién los lanzan vuestros hijos? Por tanto ellos mismos serán vuestros jueces.
Lc 13:34 ¡Oh Jerusalén , Jerusalén , que matas a los profetas,y apedreas a los que a ti son enviados!, ¿cuántas veces quise recoger a tus hijos, a la manera que el ave cubre su nidada debajo de sus alas, y tú no has querido?
Lc 14:26 Si alguno de los que me siguen no aborrece a su padre o madre, y a la mujer, y a los hijos, y a los hermanos y hermanas, y aun a su vida misma, no puede ser mi discípulo.
Lc 15:11 Añadió también: Un hombre tenía dos hijos,
Lc 16:8 El amo, alabó a este mayordomo infiel, de que hubiese sabido portarse sagazmente, porque los hijos de este siglo, son en sus negocios más sagaces que los hijos de la luz.
Lc 16:8 El amo, alabó a este mayordomo infiel, de que hubiese sabido portarse sagazmente, porque los hijos de este siglo, son en sus negocios más sagaces que los hijos de la luz.
Lc 18:29 Les dijo Jesús : En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o esposa, o hijos, por amor del reino de Dios,
Lc 19:44 y te arrasarán, con los hijos tuyos, que tendrás encerrados dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra; por cuanto has desconocido el tiempo en que Dios te ha visitado.
Lc 20:28 Maestro, Moisés nos dejó escrito que si el hermano de alguno, estando casado, viene a morir sin hijos, el hermano de éste se case con su mujer, y dé sucesión a su hermano.
Lc 20:29 Eran, pues, siete hermanos, el primero tomó mujer, y murió sin hijos;
Lc 20:30 el segundo se casó con la viuda, y murió también sin dejar hijos;
Lc 20:34 Les respondió Jesús : Los hijos de este siglo contraen matrimonios recíprocamente;
Lc 20:36 Porque ya no podrán morir otra vez, siendo iguales a los ángeles e hijos de Dios, por el estado de la resurrección .
Lc 23:28 Pero Jesús vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén , no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Jn 1:12 Pero a todos los que le recibieron, que son los que creen en su nombre, les dio poder de llegar a ser hijos de Dios.
Jn 4:12 ¿Eres tú por ventura mayor que nuestro padre Jacob , que nos dio este pozo, del cual bebió él mismo, sus hijos, y sus ganados?
Jn 8:37 Yo sé que sois hijos de Abrahán; pero también sé que tratáis de matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
Jn 8:39 Le respondieron diciendo: Nuestro padre es Abrahán. Si sois hijos de Abrahán, les replicó Jesús , obrad como Abrahán.
Jn 8:44 Vosotros sois hijos del diablo, y así queréis satisfacer los deseos de vuestro padre; él fue homicida desde el principio ; y, nunca ha estado firme en la verdad; y así no hay verdad en él; cuando dice mentira, habla como quien es, por ser de suyo mentiroso y padre de la mentira.
Jn 11:52 y no solamente por la nación judaica, sino también para congregar en un cuerpo a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
Jn 12:36 mientras tenéis luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz. Estas cosas les dijo Jesús ; y fue, y se escondió de ellos.
Jn 21:2 Estaban juntos Simón Pedro, y Tomás, llamado Dídimo, y Natanael, el cual era de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.
Hech 2:17 Sucederá en los postreros días, dice el Señor, que yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes tendrán visiones, y vuestros ancianos revelaciones en sueños.
Hech 2:22 ¡Oh hijos de Israel!, escuchadme ahora: A Jesús de Nazaret, hombre autorizado por Dios a vuestros ojos, con los milagros, maravillas y prodigios que por medio de él ha hecho entre vosotros, como todos sabéis,
Hech 2:39 porque la promesa de este don es para vosotros, y para vuestros hijos, y para todos los que ahora están lejos de la salud, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
Hech 3:12 Lo que viendo Pedro, habló a la gente de esta manera: ¡Oh hijos de Israel!, ¿por qué os maravilláis de esto, y por qué nos estáis mirando a nosotros, como si por virtud o potestad nuestra hubiésemos hecho andar a este hombre?
Hech 3:25 Vosotros, ¡oh israelitas!, sois hijos de los profetas, y los herederos de la alianza que hizo Dios con nuestros padres, diciendo a Abrahán: En uno de tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra.
Hech 7:5 Y no le dio de ella en propiedad ni un palmo tan solamente; le prometió, sí, darle la posesión de dicha tierra, y que después de él la poseerían sus descendientes; y eso que a la sazón Abrahán no tenía hijos.
Hech 7:16 Y sus huesos fueron después trasladados a Siquem, y colocados en el sepulcro que Abrahán compró de los hijos de Hemor, hijo de Siquem, por cierta suma de dinero.
Hech 7:23 Llegado a la edad de cuarenta años, le vino deseo de ir a visitar a sus hermanos los hijos de Israel.
Hech 7:29 Al oír esto Moisés se ausentó, y se retiró a vivir como extranjero en el país de Madián, donde tuvo dos hijos.
Hech 7:37 Este es aquel Moisés que dijo a los hijos de Israel: Dios os suscitará de entre vuestros hermanos un profeta legislador, como me ha suscitado a mí: a éste debéis obedecer.
Hech 9:15 Ve a encontrarlo, le dijo el Señor, que ese mismo es ya un instrumento elegido por mí para llevar mi Nombre y anunciarlo delante de todas las naciones, y de los reyes, y de los hijos de Israel.
Hech 10:36 Lo cual ha hecho entender Dios a los hijos de Israel, anunciándoles la paz por Jesucristo (el cual es el Señor de todos).
Hech 13:26 Ahora, pues, hermanos míos, hijos de Abrahán, a vosotros es, y a cualquiera que entre vosotros teme a Dios, a quienes es enviado este anuncio de la salvación.
Hech 13:33 el efecto de la cual nos ha hecho Dios ver a nosotros sus hijos, resucitando a Jesús , en conformidad de lo que se halla escrito en el salmo segundo: Tú eres Hijo mío, yo te di hoy el ser.
Hech 19:14 Los que hacían esto eran siete hijos de un judío llamado Esceva, príncipe de los sacerdotes.
Hech 21:21 Ahora, pues, éstos han oído decir que tú enseñas a los judíos que viven entre los gentiles, a abandonar a Moisés, diciéndoles que no deben circuncidar a sus hijos, ni seguir las antiguas costumbres.
Rom 4:16 La fe, pues, es por la cual nosotros somos herederos, a fin de que lo seamos por gracia, y permanezca firme la promesa para todos los hijos de Abrahán, no solamente para los que han recibido la ley, sino también para aquellos que siguen la fe de Abrahán, que es el padre de todos,
Rom 5:2 por el cual así mismo, en virtud de la fe, tenemos cabida en esta gracia, en la cual permanecemos firmes, y nos gloriamos esperando la gloria de los hijos de Dios.
Rom 8:14 siendo cierto que los que se rigen por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios.
Rom 8:15 Porque no habéis recibido ahora el espíritu de servidumbre para obrar todavía solamente por temor como esclavos, sino que habéis recibido el espíritu de adopción de hijos en virtud del cual clamamos con toda confianza: Abba, esto es, ¡oh Padre mío!
Rom 8:16 Y con razón, porque el mismo espíritu de Dios está dando testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Rom 8:17 Y siendo hijos, somos también herederos, herederos de Dios, y coherederos con Cristo , con tal, no obstante, que padezcamos con él a fin de que seamos con él glorificados.
Rom 8:19 Así las criaturas todas están aguardando con gran ansia la manifestación de los hijos de Dios.
Rom 8:21 de que serán también ellas mismas libertadas de esa servidumbre a la corrupción, para participar de la libertad y gloria de los hijos de Dios.
Rom 8:23 Y no solamente ellas, sino también nosotros mismos, que tenemos ya las primicias del Espíritu Santo, nosotros, con todo eso, suspiramos de lo íntimo del corazón, aguardando el efecto de la adopción de los hijos de Dios, esto es, la redención de nuestro cuerpo.
Rom 9:4 los cuales son los israelitas, de quienes es la adopción de hijos de Dios, y la gloria y la alianza, y la legislación, y el culto, y las promesas,
Rom 9:7 ni todos los que son del linaje de Abrahán son por eso hijos suyos y herederos; pues por Isaac, le dijo Dios, se contará tu descendencia.
Rom 9:8 Es decir, no los que son hijos de la carne, éstos son hijos de Dios; sino los que son hijos de la promesa, ésos se cuentan por descendientes de Abrahán.