Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

hijos

Juec 20:24 Partiendo, pues, los hijos de Israel el día siguiente a pelear contra los hijos de Benjamín,
Juec 20:25 salieron éstos de las puertas de Gabaa y acometiéndoles hicieron en los hijos de Israel una mortandad tan grande, que dejaron tendidos por tierra dieciocho mil combatientes.
Juec 20:26 Por cuyo desastre todos los hijos de Israel vinieron a la casa de Dios, y se pusieron a llorar en presencia del Señor, y ayunaron aquel día hasta la tarde, y le ofrecieron holocaustos y víctimas pacíficas,
Juec 20:28 y Finees, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, presidía en el santuario. Consultaron, pues, al Señor, y le dijeron: ¿Debemos todavía proseguir la guerra contra los hijos de Benjamín, nuestros hermanos, o cesar de ella? Les respondió el Señor: Salid, que mañana los entregaré en vuestras manos.
Juec 20:29 Con esto los hijos de Israel pusieron emboscadas alrededor de la ciudad de Gabaa.
Juec 20:31 Pero los hijos de Benjamín salieron de rebato y osadamente de la plaza, y fueron persiguiendo por largo trecho a los contrarios, que de propósito huían: de manera que los iban hiriendo y acuchillando como el primero y segundo día, y dejaron tendidos en el suelo unos treinta hombres de los que iban huyendo por dos veredas, de las cuales una conducía a Betel y la otra a Gabaa;
Juec 20:32 y creyeron derrotarlos ni más ni menos que antes. Mas los hijos de Israel fingiendo de industria la huida, pusieron la mirada en apartarlos de la ciudad, y como en retirada atraerlos a las dos veredas sobredichas.
Juec 20:33 Entonces saliendo todos los hijos de Israel de sus puestos, se ordenaron en batalla en un sitio llamado Baaltamar. Al mismo tiempo los que estaban emboscados alrededor de la ciudad comenzaron también a dejarse ver poco a poco,
Juec 20:34 avanzando por la parte occidental de la ciudad. Entretanto otros diez mil hombres destacados del grueso del ejército de Israel, volviendo de frente, provocaban a los habitantes de la ciudad a que saliesen al combate. Con esto se empeñó la acción contra los hijos de Benjamín; los cuales no advirtieron que por todos lados los estaba aguardando la muerte.
Juec 20:35 En efecto, el Señor los castigó a la vista de los hijos de Israel, que mataron de ellos en aquel día veintincinco mil cien hombres, toda gente guerrera y valiente.
Juec 20:36 Pues los hijos de Benjamín, viéndose que iban de vencida, habían echado a huir: lo que advertido por los hijos de Israel, les abrieron paso para que huyesen y viniesen a caer en la emboscada que tenían preparada de antemano junto a la ciudad.
Juec 20:36 Pues los hijos de Benjamín, viéndose que iban de vencida, habían echado a huir: lo que advertido por los hijos de Israel, les abrieron paso para que huyesen y viniesen a caer en la emboscada que tenían preparada de antemano junto a la ciudad.
Juec 20:37 Saliendo entonces de repente los hijos de Israel de donde estaban escondidos, acuchillaron a los benjamitas que tenían delante de ellos; y entraron en la ciudad y la pasaron a cuchillo.
Juec 20:38 Es de advertir que los hijos de Israel se habían convenido antes, en que luego que los de la emboscada se apoderasen de la ciudad, encendiesen un gran fuego, para que con la humareda que subiría a lo alto diesen a entender que eran ya dueños de la plaza.
Juec 20:39 Lo cual observado por los hijos de Israel en el mismo ardor del combate (cuando los hijos de Benjamín, creyendo que huían, los aguijaban con más empeño por haberles muerto ya treinta hombres),
Juec 20:39 Lo cual observado por los hijos de Israel en el mismo ardor del combate (cuando los hijos de Benjamín, creyendo que huían, los aguijaban con más empeño por haberles muerto ya treinta hombres),
Juec 20:41 al punto los que habían fingido huir, vuelta la cara, los rebatían con el mayor esfuerzo. Visto esto los hijos de Benjamín echaron a huir,
Juec 20:48 Pero los hijos de Israel, vueltos del combate, pasaron a cuchillo a todo el resto de la ciudad, desde los hombres hasta las bestias. Y todas las demás ciudades y lugarcillos de Benjamín fueron consumidos por las voraces llamas.
Juec 21:1 Habían hecho los hijos de Israel un juramento en Masfa, diciendo: Ninguno de nosotros dará sus hijas por mujeres a los hijos de Benjamín.
Juec 21:1 Habían hecho los hijos de Israel un juramento en Masfa, diciendo: Ninguno de nosotros dará sus hijas por mujeres a los hijos de Benjamín.
Juec 21:13 Luego despacharon mensajeros a los hijos de Benjamín que se mantenían en la peña Remmón, con la comisión de concederles la paz.
Juec 21:14 Vinieron, pues, entonces los hijos de Benjamín, y se les dieron por mujeres las doncellas de Jabes-Galaad, mas no hallaron otras que poderles dar a este modo.
Juec 21:18 No obstante, no podemos darles nuestras hijas, ligados como estamos con el juramento, y con la maldición que nos echamos, diciendo: Maldito sea el que diere alguna hija suya en matrimonio a los hijos de Benjamín.
Juec 21:20 Y dieron orden a los hijos de Benjamín, diciéndoles: Id, y escondeos en las viñas.
Juec 21:23 Lo hicieron así los hijos de Benjamín como se les había mandado; y cogieron de las doncellas que danzaban cada cual una para esposa suya, y se fueron a su tierra, y reedificaron las ciudades y las poblaron.
Juec 21:24 Asimismo los hijos de Israel regresaron a sus moradas, tribu por tribu y familia por familia.
Rut 1:1 En el tiempo que Israel era gobernado por jueces, sucedió bajo el gobierno de uno de éstos que hubo una gran hambre en aquella tierra. Por lo que un hombre, natural de Betlehem de Judá, se fue a morar en el país extranjero de la tierra de Moab con su mujer y dos hijos.
Rut 1:2 Llamábase Elimelec, y su mujer Noemí; y los dos hijos uno Mahalón y el otro Quelión, efrateos de Betlehem de Judá. Y habiendo entrado en el país de Moab, habitaban allí.
Rut 1:3 Sucedió, pues, que murió Elimelec, marido de Noemí, quedando ésta sola con sus dos hijos;
Rut 1:5 Y al cabo murieron ambos, a saber, Mahalón y Quelión; con lo que Noemí quedó privada de los hijos del marido.
Rut 1:11 A las cuales replicó Noemí: Volveos, hijas mías; ¿para qué venir conmigo? ¿Tengo yo por ventura más hijos en mi seno, para que de mí podáis esperar otros maridos?
Rut 1:12 Idos, hijas mías, volveos, porque yo estoy ya consumida por la vejez e incapaz de nuevo matrimonio ; y aún dado caso que pudiera esta noche concebir y parir hijos,
Rut 4:15 para que tengas tú también quien consuele tu alma, y sea el sostén de tu vejez. Pues que te ha nacido un niño de tu nuera, la cual te ama, y es para ti mucho mejor que si tuviéses siete hijos.
I Rey 1:2 Y tenía dos mujeres, una llamada Ana, y la otra Fenenna. Fennena tenía hijos, mas Ana carecía de ellos.
I Rey 1:3 Subía este hombre desde su ciudad a Silo en los días señalados a adorar y ofrecer sacrificios al Señor de los ejércitos. Allí residían entonces los dos hijos de Helí: Ofni y Finees, sacerdotes del Señor.
I Rey 1:4 Venido uno de dichos días solemnes, ofreció Elcana su sacrificio, y distribuyó después lo que le correspondía de la víctima entre su mujer Fenenna y todos sus hijos e hijas, dándoles la porción de ella.
I Rey 1:5 Pero a Ana, que no tenía hijos, le dio una sola porción, entristecido porque la amaba, aunque el Señor la había hecho estéril.
I Rey 1:8 Le dijo, pues, Elcana, su marido: Ana, ¿por qué lloras? ¿cómo es que no comes?, ¿y por qué se aflige así tu corazón? ¿acaso no soy yo para ti mejor que diez hijos que tuvieses?
I Rey 2:5 Los que estaban antes colmados de bienes, se han alquilado por un pedazo de pan, y los que se hallaban acosados del hambre han sido plenamente saciados. La que era estéril ha venido a ser madre de muchos hijos; y la que estaba rodeada de ellos, perdió todos sus bríos.
I Rey 2:12 Mas los hijos de Helí eran hijos de Belial, que no conocían o respetaban al Señor,
I Rey 2:12 Mas los hijos de Helí eran hijos de Belial, que no conocían o respetaban al Señor,
I Rey 2:17 Era, pues, el pecado de estos hijos de Helí enorme a los ojos del Señor; por cuanto retraían a la gente de sacrificar al Señor.
I Rey 2:21 En efecto, el Señor visitó a Ana, la cual concibió y parió tres hijos y dos hijas. Entretanto el niño Samuel iba haciéndose grande en la presencia del Señor.
I Rey 2:22 Helí era muy viejo; y llegó a saber el modo de portarse sus hijos con todo el pueblo; y que dormían con la mujeres que venían a velar y a orar en la puerta del Tabernáculo.
I Rey 2:24 No más, hijos míos; que es muy desagradable lo que ha llegado a mis oídos de que hacéis prevaricar al pueblo del Señor.
I Rey 2:25 Si un hombre peca contra otro hombre, se puede alcanzar de Dios el perdón; mas si aquel hombre que será el mediador peca contra el Señor, ¿quién rogará por él? No escucharon los hijos de Helí la voz de su padre; porque el Señor había resuelto quitarles la vida.
I Rey 2:28 y que lo escogí entre todas las tribus de Israel por sacerdote mío para que subiese a ofrecer sobre mi altar, y me quemase perfume y anduviese vestido del efod en mi presencia; y di a la casa de tu padre una parte en todos los sacrificios de los hijos de Israel?
I Rey 2:29 Pues, ¿cómo habéis hollado o envilecido mis víctimas y mis dones, que yo mandé ofrecer en el templo, y has tenido tú más respeto a tus hijos que a mí, comiendo con ellos lo principal o mejor de todos los sacrificios de mi pueblo de Israel?
I Rey 2:34 Y te servirá de señal esto que acontecerá a tus dos hijos Ofni y Finees, a saber, que en un día morirán ambos.
I Rey 3:13 Porque ya le predije que habría de castigar perpetuamente su casa por causa de su iniquidad, puesto que sabiendo lo indignamente que se portan sus hijos, no los ha corregido como debía.