Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

he

Salm 130:1 Cántico gradual de David. ¡Oh Señor!, no se ha enorgullecido mi corazón, ni mis ojos se han mostrado altivos. No he aspirado a cosas grandes, ni a cosas elevadas sobre mi capacidad.
Salm 130:2 Si yo no he sentido bajamente de mí, sino que al contrario se ha llenado de soberbia mi ánimo, como el niño recién destetado está penando en los brazos de su madre, que así sea la pena dentro de mi corazón.
Salm 131:14 Este es para siempre el lugar de mi reposo; aquí habitaré porque éste es el sitio que me he escogido.
Salm 138:21 ¿No es así, Señor, que yo he aborrecido a los que te aborrecían? Y ¿no me consumía por causa de tus enemigos?
Salm 140:1 Salmo de David. Señor, a ti he clamado, óyeme benigno; atiende mi voz, cuando hacia ti la dirijo.
Salm 140:8 Pero, Señor, pues mis ojos están levantados hacia ti, ¡oh Señor!, pues en ti he esperado, no me quites la vida.
Salm 142:8 Hazme sentir cuanto antes tu misericordia, pues en ti he puesto mi esperanza. Muéstrame el camino que debo seguir, ya que hacia ti he levantado mi corazón.
Salm 142:8 Hazme sentir cuanto antes tu misericordia, pues en ti he puesto mi esperanza. Muéstrame el camino que debo seguir, ya que hacia ti he levantado mi corazón.
Prov 6:11 y he aquí que vendrá sobre ti la indigencia como un salteador de camino, y la pobreza como un hombre armado. Al contrario, si fueres diligente, tus cosechas serán como un manantial, perenne, y huirá lejos de ti la miseria.
Prov 7:10 Cuando he aquí que le sale al encuentro dicha mujer con atavíos de ramera, apercibida para cazar almas; habladora y callejera,
Prov 7:14 Había hecho voto de ofrecer víctimas pacíficas por tu salud; cabalmente hoy lo he cumplido;
Prov 7:15 por este motivo he salido a tu encuentro, ansiosa de verte, y al fin te hallo.
Prov 7:16 Tengo tendida mi cama sobre cordones, la he cubierto con colchas recamadas de Egipto.
Prov 8:7 Publicará mi boca la verdad que he estado meditando, y mis labios abominarán la impiedad.
Prov 22:19 Y pon en el Señor tu confianza; porque para eso te las he hoy enseñado.
Prov 23:35 y al cabo dirás: Me han azotado, pero no me han dolido los azotes; me arrastraron, mas yo nada he sentido: ¿cuándo quedaré despejado para volver a beber?
Prov 30:3 No he aprendido la sabiduría, ni he entendido por mí mismo la ciencia de los santos.
Prov 30:3 No he aprendido la sabiduría, ni he entendido por mí mismo la ciencia de los santos.
Prov 30:7 Dos cosas te he pedido, ¡oh Señor!, no me las niegues en lo que me resta de vida:
Prov 30:20 Tal es también el camino de la mujer adúltera; la cual después de haber comido, limpiándose la boca, dice con descaro: Yo no he cometido mal ninguno.
Ecle 1:14 Yo he visto todo cuanto se hace debajo del sol, y he hallado ser todo vanidad y aflicción del espíritu.
Ecle 1:14 Yo he visto todo cuanto se hace debajo del sol, y he hallado ser todo vanidad y aflicción del espíritu.
Ecle 1:16 Hice también dentro de mí mismo estas reflexiones: yo he llegado a ser grande o poderoso y he aventajado en sabiduría a todos los que florecieron antes de mí en Jerusalén ; mi espíritu ha contemplado muchas cosas sabiamente, o con gran atención, y he aprendido mucho;
Ecle 1:16 Hice también dentro de mí mismo estas reflexiones: yo he llegado a ser grande o poderoso y he aventajado en sabiduría a todos los que florecieron antes de mí en Jerusalén ; mi espíritu ha contemplado muchas cosas sabiamente, o con gran atención, y he aprendido mucho;
Ecle 1:16 Hice también dentro de mí mismo estas reflexiones: yo he llegado a ser grande o poderoso y he aventajado en sabiduría a todos los que florecieron antes de mí en Jerusalén ; mi espíritu ha contemplado muchas cosas sabiamente, o con gran atención, y he aprendido mucho;
Ecle 1:17 aplicado he igualmente mi corazón al conocimiento de la prudencia, y de la doctrina, y de los errores y desaciertos. Mas he visto que aun esto mismo era todo trabajo y aflicción de espíritu.
Ecle 1:17 aplicado he igualmente mi corazón al conocimiento de la prudencia, y de la doctrina, y de los errores y desaciertos. Mas he visto que aun esto mismo era todo trabajo y aflicción de espíritu.
Ecle 2:15 Por lo que dije en mi corazón: Si yo he de morir lo mismo que el necio, ¿de qué me sirve haberme aplicado con mayor desvelo a la sabiduría? Y discurriendo para conmigo, inferí que aun esto por sí solo era vanidad.
Ecle 2:17 Por tanto he cobrado tedio a mi propia vida, viendo que debajo del sol no hay más que males, y que todo es vanidad y aflicción de espíritu.
Ecle 2:20 Por este motivo he dado de mano a todas estas cosas, y he resuelto en mi corazón no afanarme más por nada de este mundo,
Ecle 2:20 Por este motivo he dado de mano a todas estas cosas, y he resuelto en mi corazón no afanarme más por nada de este mundo,
Ecle 3:12 Y así que he conocido que lo mejor de todo es estar alegre, y hacer buenas obras mientras vivimos.
Ecle 3:17 y he dicho luego en mi corazón: Dios ha de juzgar algún día al justo y al impío; y entonces será el tiempo de ordenar todas las cosas.
Ecle 5:12 Hay todavía otra dolorosísima miseria que he visto debajo del sol: las riquezas atesoradas para ruina de su dueño;
Ecle 7:23 Yo hice todo lo posible por alcanzar la sabiduría. Dije para conmigo: Yo he de llegar a ser sabio. Pero ella se desvió lejos de mí
Cant 3:4 Cuando he aquí que a pocos pasos me encontré al que adora mi alma; le así, y no le soltaré hasta haberlo hecho entrar en la casa de mi madre, en la habitación de la que me dio la vida.
Cant 5:1 Venga, pues, mi amado a su huerto, y coma del fruto de sus manzanos. Ya he venido a mi huerto, hermana mía esposa; cogido he ya comido mi panal con la miel mía; bebido he mi vino con mi leche. He dicho: comed vosotros, oh amigos, y bebed, carísimos, hasta saciaros.
Cant 5:1 Venga, pues, mi amado a su huerto, y coma del fruto de sus manzanos. Ya he venido a mi huerto, hermana mía esposa; cogido he ya comido mi panal con la miel mía; bebido he mi vino con mi leche. He dicho: comed vosotros, oh amigos, y bebed, carísimos, hasta saciaros.
Cant 5:1 Venga, pues, mi amado a su huerto, y coma del fruto de sus manzanos. Ya he venido a mi huerto, hermana mía esposa; cogido he ya comido mi panal con la miel mía; bebido he mi vino con mi leche. He dicho: comed vosotros, oh amigos, y bebed, carísimos, hasta saciaros.
Cant 5:2 Dormía yo, y estaba mi corazón velando; y he aquí la voz de mi amado que llama y dice: Abreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi inmaculada y purísima: Porque está llena de rocío mi cabeza, y de neblina de la noche mis cabellos.
Cant 5:3 Y le respondí: ¡Válgame Dios, esposo mío!, si ya me despojé de mi túnica, ¿me la he de volver a poner? Lavé mis pies, ¿y me los he de volver a ensuciar?
Cant 5:3 Y le respondí: ¡Válgame Dios, esposo mío!, si ya me despojé de mi túnica, ¿me la he de volver a poner? Lavé mis pies, ¿y me los he de volver a ensuciar?
Cant 7:13 Las mandrágoras están despidiendo su fragancia. Allí tenemos a nuestras puertas toda suerte de frutas exquisitas. Las nuevas y las añejas todas las he guardado para ti, ¡oh amado mío!
Cant 8:3 Mas he aquí a mi Esposo, que pondrá su izquierda bajo mi cabeza, y con la derecha me abrazará.
Sab 7:11 Todos los bienes me vinieron con ella, y he recibido por su medio innumerables riquezas.
Sab 14:21 Y he aquí cómo se precipitó en el error el género humano; pues los hombres, o por satisfacer a un particular afecto suyo o por congraciarse con los reyes, dieron a las piedras y leños el nombre incomunicable de Dios.
Ecli 11:19 es decir: Yo he hallado mi reposo, y ahora comeré de mis bienes yo solo.
Ecli 14:18 Se pudrirá ha toda la carne como el he-no, y como las hojas que brotan en la verde planta.
Ecli 24:43 y he aquí que mi canal ha salido de madre, y mi río se iguala a un mar."
Ecli 24:47 Observad cómo yo no he trabajado sólo para mí, sino para todos aquellos que andan en busca de la verdad."