Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

ni

III Rey 1:26 Mas a mí, tu siervo, ni al sumo sacerdote Sadoc, ni a Banaías, hijo de Joíada, como ni a tu siervo Salomón , no nos ha convidado.
III Rey 1:52 A lo que respondió Salomón : Si fuere hombre de bien, no caerá en tierra ni uno siquiera de sus cabellos; pero si se portare malamente, morirá.
III Rey 3:8 Por otra parte se halla tu siervo en medio del pueblo que tú escogiste, pueblo infinito que no puede contarse ni reducirse a número por su muchedumbre.
III Rey 3:11 Y le dijo el Señor: Por cuanto has hecho esta petición, y no has pedido para ti larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino que has pedido sabiduría para discernir lo justo,
III Rey 3:11 Y le dijo el Señor: Por cuanto has hecho esta petición, y no has pedido para ti larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino que has pedido sabiduría para discernir lo justo,
III Rey 3:12 sábete que yo he otorgado tu súplica, y te he dado un corazón sabio y de tanta inteligencia que no lo ha habido semejante antes de ti, ni le habrá después.
III Rey 3:26 Mas entonces la mujer que era madre del hijo vivo, clamó al rey (porque se le conmovieron sus entrañas por amor a su hijo): Dale, te ruego, oh señor, a ella vivo el niño, y no lo mates. Al contrario decía la otra: Ni sea mío ni tuyo, sino divídase.
III Rey 5:4 Mas ahora el Señor mi Dios, me ha dado reposo por todas partes, y no tengo enemigo ni obstáculo alguno.
III Rey 6:7 La construcción de la casa del Señor se hizo de piedras labradas de antemano; sin que, durante la obra de la casa del Señor, se oyese en ella ruido de martillo, ni de hacha, o azuela, ni de ninguna otra herramienta.
III Rey 6:7 La construcción de la casa del Señor se hizo de piedras labradas de antemano; sin que, durante la obra de la casa del Señor, se oyese en ella ruido de martillo, ni de hacha, o azuela, ni de ninguna otra herramienta.
III Rey 6:18 Y todo el edificio por dentro estaba revestido de cedro, con sus emsambladuras y junturas hechas con mucho primor, y artificiosamente esculpidas; todo estaba cubierto de tablas de cedro, de tal forma que no se podía ver ni una sola piedra de la pared.
III Rey 8:5 Mas el rey Salomón y toda la multitud de Israel reunida a él, iban delante del arca , e inmolaban ovejas y bueyes sin tasa ni número.
III Rey 8:23 dijo: ¡Oh Señor Dios de Israel!, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo, ni acá abajo en la tierra; tú guardas el pacto y usas misericordia con tus siervos, que andan en tu presencia con todo su corazón.
III Rey 8:23 dijo: ¡Oh Señor Dios de Israel!, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en el cielo, ni acá abajo en la tierra; tú guardas el pacto y usas misericordia con tus siervos, que andan en tu presencia con todo su corazón.
III Rey 8:27 Mas en efecto: ¿es creíble que verdaderamente Dios ha de habitar sobre la tierra? Porque si ni los cielos, oh Señor, ni los altísimos cielos pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he construido?
III Rey 8:27 Mas en efecto: ¿es creíble que verdaderamente Dios ha de habitar sobre la tierra? Porque si ni los cielos, oh Señor, ni los altísimos cielos pueden abarcarte, ¿cuánto menos esta casa que yo he construido?
III Rey 8:56 Bendito sea el Señor que ha dado reposo a su pueblo de Israel, conforme a todas las promesas que hizo; no ha faltado ni una sola palabra en orden a todos los bienes que él prometió por boca de Moisés, siervo suyo.
III Rey 8:57 El Señor Dios nuestro sea con nosotros, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deseche;
III Rey 10:12 y el rey hizo de este tino los balaústres del templo del Señor y del palacio real, las cítaras y las liras para los cantores; nunca se volvió a traer ni se ha visto jamás semejante madera de tino hasta el día de hoy).
III Rey 10:21 Fuera de esto, todos los vasos en que bebía el rey Salomón eran también de oro; e igualmente toda la vajilla de la casa o palacio del bosque del Líbano era de oro finísimo; no se usaba la plata para dichos vasos, ni casi se hacía aprecio de ella en tiempo del rey Salomón .
III Rey 11:2 naciones de las cuales mandó el Señor a los hijos de Israel: No tomaréis de ellas mujeres para vosotros, ni ellos se casarán con las vuestras; porque infaliblemente pervertirán vuestros corazones, para que sigáis a sus dioses. A tales mujeres, pues, se unió Salomón con un amor ardentísimo;
III Rey 12:24 Esto dice el Señor: No salgáis a campaña, ni peleéis contra vuestros hermanos, los hijos de Israel; vuélvase cada cual a su casa; porque yo soy el que he dispuesto lo sucedido. Obedecieron ellos las palabras del Señor, y se volvieron según el Señor lo había mandado.
III Rey 13:8 Mas el varón de Dios respondió al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría yo contigo, ni comería pan, ni bebería agua en este lugar;
III Rey 13:8 Mas el varón de Dios respondió al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría yo contigo, ni comería pan, ni bebería agua en este lugar;
III Rey 13:9 porque así me lo tiene mandado expresamente el Señor con este precepto: No comerás allí pan, ni beberás agua, ni te volverás por el mismo camino que fuiste.
III Rey 13:9 porque así me lo tiene mandado expresamente el Señor con este precepto: No comerás allí pan, ni beberás agua, ni te volverás por el mismo camino que fuiste.
III Rey 13:16 Mas él le respondió: Yo no puedo volver atrás, ni ir contigo, ni comeré pan, ni beberé agua en este lugar;
III Rey 13:16 Mas él le respondió: Yo no puedo volver atrás, ni ir contigo, ni comeré pan, ni beberé agua en este lugar;
III Rey 13:16 Mas él le respondió: Yo no puedo volver atrás, ni ir contigo, ni comeré pan, ni beberé agua en este lugar;
III Rey 13:17 por cuanto el Señor me habló de su propia boca, diciendo: No comas allí pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino por donde fueres.
III Rey 13:17 por cuanto el Señor me habló de su propia boca, diciendo: No comas allí pan, ni bebas agua, ni vuelvas por el camino por donde fueres.
III Rey 13:22 sino que has vuelto atrás, y comido el pan, y bebido el agua en este lugar, en el que Dios te mandó no comer pan ni beber agua, no será llevado tu cadáver al sepulcro de tus padres.
III Rey 13:28 y marchando, halló el cadáver tendido en el camino, y al asno y al león parados junto al cadáver; sin que el león se lo hubiese comido, ni hecho daño al asno.
III Rey 15:29 Así que fue rey, exterminó toda la familia de Jeroboam; no dejó con vida ni una sola persona de su linaje; sino que lo extirpó enteramente, según lo había predicho el Señor por boca de su siervo Ahías, silonita,
III Rey 16:11 Luego que llegó a ser rey, y se hubo sentado en el trono, exterminó toda la casa de Baasa, y todos sus deudos y amigos, no dejando vivo ni siquiera un perro.
III Rey 17:1 Mas Elías de Tesbe, habitante de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, de quien yo soy siervo, que no ha de caer rocío ni lluvia en estos años, sino hasta que yo lo dijere.
III Rey 17:14 Porque esto dice el Señor Dios de Israel: No vendrá a menos la harina de la orza, ni menguará el aceite de la alcuza, hasta el día en que el Señor envíe lluvia sobre la tierra.
III Rey 17:16 no faltó nunca harina en la orza, ni se disminuyó el aceite de la alcuza; según lo que había prometido el Señor por boca de Elías.
III Rey 18:10 Vive el Señor Dios tuyo, que no hay gente ni reino a donde no haya enviado mi amo a buscarte; y habiendo respondido todos: No está aquí; él, visto que no aparecías, ha conjurado uno por uno a los reinos y naciones para que te prendan.
III Rey 18:26 Ellos tomando el buey que les fue dado, lo inmolaron, y no cesaban de invocar el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: Baal, escúchanos. Pero no se oía voz, ni había quien respondiese; y saltando sobre el ara que habían hecho, pasaban de una parte a otra.
III Rey 18:29 Mas pasado ya el mediodía, y mientras proseguían en sus invocaciones, llegó el tiempo en que suele ofrecerse el sacrificio, sin que se oyese ninguna voz, ni hubiese quien respondiera, ni atendiera a los que oraban.
III Rey 18:29 Mas pasado ya el mediodía, y mientras proseguían en sus invocaciones, llegó el tiempo en que suele ofrecerse el sacrificio, sin que se oyese ninguna voz, ni hubiese quien respondiera, ni atendiera a los que oraban.
III Rey 20:8 Le respondieron todos los ancianos y el pueblo todo: No le des oídos, ni condesciendas con él.
III Rey 22:31 Había mandado el rey de Siria a los treinta y dos comandantes de sus carros de guerra, diciendo: No pelearéis contra ninguno pequeño ni grande, sino contra solo el rey de Israel.
IV Rey 2:21 se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad.
IV Rey 3:14 Vive el Señor de los ejércitos, en cuya presencia estoy, respondió Eliseo, que si no respetara a Josafat, rey de Judá, no te hubiera atendido, ni aun siquiera mirándote la cara.
IV Rey 3:17 pues el Señor dice así: No veréis viento, ni lluvia, y la madre de este torrente se henchirá de aguas, y beberéis vosotros, y vuestras tropas, y vuestras bestias.
IV Rey 4:23 Le dijo él: ¿Por qué quieres ir a visitarlo? Hoy no es día de calendas, ni de sábado. Mas ella respondió: Déjame ir.
IV Rey 4:31 Entretanto Giezi había ido delante de ellos, y puesto el báculo sobre la cara del niño, el cual ni hablaba ni sentía. Y así volvió en busca de Eliseo, y le dio parte, diciendo: El niño no ha resucitado.
IV Rey 4:31 Entretanto Giezi había ido delante de ellos, y puesto el báculo sobre la cara del niño, el cual ni hablaba ni sentía. Y así volvió en busca de Eliseo, y le dio parte, diciendo: El niño no ha resucitado.