DURO anuncio contra Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y parará en un montón de piedras, en un edificio arruinado. 2 Las ciudades de Aroer serán abandonadas a los ganados, que tendrán allí sus apriscos, y no habrá quien los espante. 3 Y Efraín perderá su sostén, y se acabará el reino de Damasco, y será de los restos de la Siria lo que de los hijos gloriosos de Israel: Perecerán, dice el Señor de los ejércitos.

4 Pues aquel día se marchitará la gloria de la casa de Jacob , y desaparecerá la gordura de su carne. 5 Y sucederá como cuando uno en la siega reúne las espigas que quedaron, y las coge con su mano; o como el que las rebusca en el valle de Rafaín, 6 y sólo quedará de él como uno que otro racimo de rebusca, y como después de sacudido el olivo quedan dos o tres aceitunas en la punta de una rama, o bien cuatro o cinco en lo alto de la rama fructífera, dice el Señor Dios de Israel. 7 Aquel día se humillará el hombre delante de su hacedor, y sus ojos se volverán a mirar al Santo de Israel; 8 y no se postrará ante los altares que fueron obra de sus manos, y no hará caso alguno de los bosques y templos de los ídolos, que por él fueron construidos. 9 Aquel día serán abandonadas sus ciudades fortificadas, como lo fueron los arados y las mieses a la llegada de los hijos de Israel; del mismo modo serás tú, ¡oh Samaria!, desamparada. 10 Por cuanto olvidaste a Dios tu salvador y no te acordaste de tu poderoso defensor, por esto plantarás planta buena y sembrarás simiente que servirá para una gente extraña. 11 Y de aquello que tú plantaste salió uva silvestre, y temprano floreció tu simiente; pero te es arrebatada la mies cuando debía recogerse, lo cual te causará una gran pena.

12 ¡Ay de esos pueblos, semejantes a las innumerables olas del mar embravecido y de ese tumultuoso ejército, parecido al ruido de impetuosas aguas! 13 Los pueblos moverán un ruido, como las aguas de una inundación; pero Dios los reprenderá, y ellos huirán lejos; serán dispersados como lo es el polvo sobre los montes al soplo del viento, y como un torbellino de polvo es arrebatado en la tempestad. 14 ¡Al tiempo de la tarde no veis qué espanto causaban! Viene la mañana, y ya no existen. Tal es la paga que tendrán los que nos devastaron, tal la suerte futura de los que nos han saqueado.
الأب
ابن
الروح القدس
الملائكة
الشيطان
التعليق
الإسناد الترافقي
العمل الفني
خرائط