Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

sino

II Rey 21:2 Llamando, pues, el rey a los gabaonitas, habló con ellos. Es de saber que los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino un resto de los amorreos; y los israelitas les habían jurado que no les quitarían la vida; mas Saúl quiso acabar con ellos llevado de celo por el bien de los hijos de Israel y de Judá.
II Rey 21:4 Le respondieron los gabaonitas: No es nuestra querella sobre plata ni oro, sino contra Saúl y su casa; ni pretendemos que muera ningún hombre de Israel. A los cuales replicó el rey: Pues, ¿qué queréis que haga por vosotros?
II Rey 22:32 ¿Quién es Dios fuera del Señor? ¿Y quién es fuerte sino nuestro Dios?
II Rey 23:7 sino que se arma o cubre de hierro o toma un asta de lanza, y mete fuego en ellas para abrasarlas y reducirlas a la nada.
II Rey 23:16 Al punto estos tres valientes atravesaron el campamento de los filisteos, fueron a sacar agua de la cisterna que hay en Betlehem junto a la puerta, y se la trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que hizo libación de ella, o la derramó, en obsequio del Señor,
II Rey 24:24 Respondió el rey y le dijo: No ha de ser como tú quieres, sino que te pagaré lo que vale; que no quiero ofrecer yo al Señor mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Y así compró David la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata;
III Rey 2:30 Fue, pues, Banaías al Tabernáculo del Señor, y dijo a Joab: El rey te manda que salgas fuera. No saldré, respondió Joab; sino que moriré aquí. Dio Banaías parte al rey, diciendo: Esto me ha dicho Joab, y esto me ha respondido.
III Rey 3:11 Y le dijo el Señor: Por cuanto has hecho esta petición, y no has pedido para ti larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino que has pedido sabiduría para discernir lo justo,
III Rey 3:18 Tres días después de mi parto, parió también ella; nos hallábamos las dos juntas, y no había en la casa nadie sino nosotras dos.
III Rey 3:26 Mas entonces la mujer que era madre del hijo vivo, clamó al rey (porque se le conmovieron sus entrañas por amor a su hijo): Dale, te ruego, oh señor, a ella vivo el niño, y no lo mates. Al contrario decía la otra: Ni sea mío ni tuyo, sino divídase.
III Rey 7:36 y en los costados, que también eran de bronce, y en las esquinas esculpió querubines, y leones, y palmas, con tal arte, que no parecían esculpidos, sino sobrepuestos alrededor, y tan al vivo como un hombre que está en pie.
III Rey 8:9 Dentro del arca no había otra cosa sino las dos tablas de piedra que había puesto en ella Moisés en Horeb, cuando el Señor hizo la alianza con los hijos de Israel, luego que salieron de la tierra de Egipto.
III Rey 8:19 Con todo, no me edificarás tú la casa, sino un hijo tuyo que descenderá de ti; ése ha de edificar la casa a mi Nombre.
III Rey 9:22 Mas de los hijos de Israel dispuso Salomón que ninguno estuviese sujeto a servidumbre, sino que éstos eran destinados a las armas, y eran ministros suyos, y príncipes, y capitanes, y comandantes de los carros de guerra y de la caballería.
III Rey 11:13 aunque no se lo quitaré todo entero, sino que dejaré a tu hijo una tribu, por amor de David, mi siervo, y de Jerusalén , mi ciudad escogida.
III Rey 11:34 No por eso quitaré de sus manos parte alguna del reino; sino que le dejaré gobernar todo el tiempo de su vida por amor a David, mi siervo, a quien elegí; el cual observó mis mandamientos y preceptos.
III Rey 13:22 sino que has vuelto atrás, y comido el pan, y bebido el agua en este lugar, en el que Dios te mandó no comer pan ni beber agua, no será llevado tu cadáver al sepulcro de tus padres.
III Rey 14:9 sino que has obrado peor que todos cuantos te han precedido, y te forjaste dioses ajenos y de fundición para provocarme a ira, y a mí me has desechado y vuelto las espaldas.
III Rey 14:16 Y abandonará el Señor a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual no solamente pecó él, sino que hizo pecar a Israel.
III Rey 15:29 Así que fue rey, exterminó toda la familia de Jeroboam; no dejó con vida ni una sola persona de su linaje; sino que lo extirpó enteramente, según lo había predicho el Señor por boca de su siervo Ahías, silonita,
III Rey 16:31 Pues no se contentó con imitar los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, sino que además tomó por mujer a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, por donde vino a servir a Baal y adorarlo.
III Rey 17:1 Mas Elías de Tesbe, habitante de Galaad, dijo a Acab: Vive el Señor Dios de Israel, de quien yo soy siervo, que no ha de caer rocío ni lluvia en estos años, sino hasta que yo lo dijere.
III Rey 18:18 A lo que respondió Elías: No he alborotado yo a Israel; sino tú y la casa de tu padre, que habéis despreciado los mandamientos del Señor, y seguido a los Baales o falsos dioses.
III Rey 20:10 Volviéndose los mensajeros, llevaron a Benadad esta respuesta; el cual los despachó nuevamente, diciendo por medio de ellos a Acab: Háganme los dioses no bien, sino mucho mal, si todo el polvo o tierra de Samaria ha de ser bastante para que repartido entre mis soldados le quepa a cada uno un puñado.
III Rey 21:15 Luego que supo Jezabel que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Anda y toma posesión de la viña de Nabot, jezraelita, que no quiso complacerte, y dártela por dinero contante; puesto que ya no vive Nabot, sino que ha muerto.
III Rey 21:22 Yo asolaré tu casa como la de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la de Baasa, hijo de Ahías; porque tú no has hecho sino provocar mi ira, y has hecho pecar a Israel.
III Rey 22:8 Le respondió el rey de Israel: Uno ha quedado, por cuyo medio podemos consultar al Señor; mas yo lo aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino mala: ése es Miqueas, hijo de Jemla. Replicó Josafat: Oh rey, no hables de esa manera.
III Rey 22:16 Le replicó el rey: Te conjuro una y mil veces en el nombre del Señor, que no me digas sino la verdad.
III Rey 22:18 Al oír esto el rey de Israel dijo a Josafat: ¿Por ventura no te lo dije, que éste jamás me profetiza cosa buena, sino siempre mala?
III Rey 22:31 Había mandado el rey de Siria a los treinta y dos comandantes de sus carros de guerra, diciendo: No pelearéis contra ninguno pequeño ni grande, sino contra solo el rey de Israel.
IV Rey 1:4 Por tanto, esto dice el Señor: De la cama en que te has acostado no te levantarás, sino que morirás infaliblemente. Dicho esto, se marchó Elías.
IV Rey 1:16 al cual dijo: Esto dice el Señor: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Beelzebub, dios de Accarón, como si no hubiera Dios en Israel, a quien pudieras consultar, por esto, de la cama en que te acostaste no te levantarás; sino que morirás indefectiblemente.
IV Rey 4:2 Le dijo Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirse.
IV Rey 5:15 Volviendo en seguida con toda su comitiva al varón de Dios, se presentó delante de él, diciendo: Verdaderamente conozco que no hay otro Dios en el universo, sino sólo el de Israel. Te ruego, pues, que admitas este presente de tu siervo.
IV Rey 5:17 Al fin dijo Naamán: Sea como tú quieres; pero te suplico que me permitas a mí, siervo tuyo, el llevarme la porción de tierra que cargan dos mulos; porque ya no sacrificará tu siervo de aquí adelante holocaustos ni víctimas a dioses ajenos, sino sólo al Señor.
IV Rey 6:12 A lo que uno de sus criados u oficiales, respondió: No es nada de eso, oh rey y señor mío, sino que el profeta Eliseo, que está en Israel, manifiesta al rey de Israel todo cuanto secreto hablas en lo más retirado de tu gabinete.
IV Rey 7:10 Venidos a la puerta de la ciudad, dieron la noticia diciendo: Hemos ido al campamento de los siros, y no hemos hallado allí a nadie, sino sólo los caballos y los asnos atados, y las tiendas que están todavía en pie.
IV Rey 9:35 Y habiendo ido para darle sepultura, no hallaron sino la calavera y los pies, y las extremidades de las manos.
IV Rey 10:23 Después de esto entrando Jehú con Jonadab, hijo de Recab, en el templo de Baal, dijo a los adoradores de Baal: Registrad bien, y mirad que no haya con vosotros ninguno de los siervos del Señor, sino los siervos de Baal.
IV Rey 12:7 Entonces llamó el rey Joás al sumo sacerdote Joíada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no habéis hecho los reparos en la construcción del templo? No tenéis, pues, que recibir de aquí en adelante el dinero en vuestros turnos o semanas, sino dejadlo para reparar el templo.
IV Rey 12:15 y no se tomaban cuentas a aquellos hombres que recibían el dinero para distribuirlo a los obreros, sino que lo manejaban sobre su buena fe.
IV Rey 13:6 Mas no por eso se desviaron de los pecados con que la casa de Jeroboam hizo pecar a Israel, sino que los imitaron, tanto que aun el bosque de Samaria quedó en pie.
IV Rey 13:11 E hizo el mal en la presencia del Señor, y no se apartó de ninguno de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, (que hizo pecar a Israel), sino que los imitó.
IV Rey 14:6 aunque no mató a los hijos de los que lo habían muerto, conforme a lo que se halla escrito en el libro de la ley de Moisés, según el precepto del Señor, que dice: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal.
IV Rey 16:3 sino que siguió las huellas de los reyes de Israel; y además de eso consagró su propio hijo, haciéndole pasar por el fuego, según la idolatría de las naciones que disipó el Señor delante de los hijos de Israel.
IV Rey 17:18 Por tanto el Señor se indignó altamente contra Israel, y lo arrojó de delante de sí, y no quedó sino la sola tribu de Judá.
IV Rey 17:36 sino al Señor Dios vuestro que os sacó de la tierra de Egipto con gran fortaleza y con el poder de su brazo; a ése habéis de temer, a ése adorar, y a ése ofrecer sacrificios.
IV Rey 17:39 sino temed al Señor Dios vuestro, y él os librará de las manos de todos vuestros enemigos.
IV Rey 17:40 Mas ellos no hicieron caso de eso, sino que procedieron según su antigua costumbre.
IV Rey 18:6 Se mantuvo unido al Señor, y no se apartó de sus sendas; sino que observó los mandamientos que el Señor dio a Moisés.