Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

sino

Lc 18:13 El publicano, al contrario, puesto allá lejos, ni aun los ojos osaba levantar al cielo; sino que se daba golpes de pecho, diciendo: Dios mío, ten misericordia de mí, que soy un pecador.
Lc 18:19 Le respondió Jesús : ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino Dios.
Lc 20:21 Así le propusieron una cuestión en estos términos: Maestro, bien sabemos que tú hablas, y enseñas lo que es justo, y que no andas con respetos humanos, sino que enseñas el camino de Dios según la verdad:
Lc 20:38 Claro está que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos viven.
Lc 22:42 diciendo: Padre mío, si es de tu agrado, aleja de mí este cáliz. No obstante, no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Lc 24:6 No está aquí, sino que resucitó; acordaos de lo que os previno, cuando estaba todavía en Galilea,
Jn 1:8 No era él la luz, sino enviado para dar testimonio de aquel que era la luz.
Jn 1:13 Los cuales no nacen de la sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de querer de hombre, sino que nacen de Dios.
Jn 3:11 En verdad, en verdad te digo, que nosotros no hablamos sino lo que sabemos bien, y no atestiguamos, sino lo que hemos visto, y vosotros con todo no admitís nuestro testimonio.
Jn 3:11 En verdad, en verdad te digo, que nosotros no hablamos sino lo que sabemos bien, y no atestiguamos, sino lo que hemos visto, y vosotros con todo no admitís nuestro testimonio.
Jn 3:13 Ello es así que nadie subió al cielo, sino aquel que ha descendido del cielo, a saber, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
Jn 3:15 para que todo aquel que crea en él no perezca, sino que logre la vida eterna.
Jn 3:16 Que amó tanto Dios al mundo, que no paró hasta dar a su hijo unigénito; a fin de que todos los que creen en él, no perezcan, sino que vivan vida eterna.
Jn 3:17 Pues no envió Dios su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.
Jn 3:28 Vosotros mismos sois testigos de que he dicho: Yo no soy el Cristo , sino que he sido enviado delante de él como precursor suyo.
Jn 3:36 Aquel que cree en el Hijo de Dios, tiene vida eterna; pero quien no da crédito al Hijo, no verá la vida, sino que al contrario, la ira de Dios permanece siempre sobre su cabeza.
Jn 4:2 (si bien Jesús no bautizada por sí mismo, sino por sus discípulos),
Jn 5:18 Mas por esto mismo, con mayor empeño andaban tramando los judíos quitarle la vida; porque no solamente violaba el sábado, sino que decía que Dios era Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Por lo cual tomando la palabra, les dijo:
Jn 5:22 Ni el Padre juzga visiblemente a nadie; sino que todo el poder de juzgar lo dio al Hijo,
Jn 5:24 En verdad, en verdad os digo, que quien escucha mi palabra, y cree a aquel que me ha enviado, tiene la vida eterna, y no incurre en sentencia de condenación, sino que ha pasado ya de muerte a vida.
Jn 5:30 No puedo yo de mí mismo hacer cosa alguna. Yo sentencio según oigo de mi Padre, y mi sentencia es justa; porque no pretendo hacer mi voluntad, sino la de aquel que me ha enviado.
Jn 5:34 Aunque yo no necesite testimonio de hombre; sino que digo esto para vuestra salvación.
Jn 6:22 Al día siguiente, aquel gentío que se había quedado en la otra parte del mar, advirtió entonces que allí no había más de una barca, y que Jesús no se había metido en ella con sus discípulos, sino que éstos habían marchado solos.
Jn 6:26 Jesús les respondió, y dijo: En verdad, en verdad os digo, que vosotros me buscáis no por mi palabra atestiguada por los milagros que habéis visto, sino porque os he dado de comer con aquellos panes, hasta saciaros.
Jn 6:27 Trabajad para tener no tanto el manjar que se consume, sino el que dura hasta la vida eterna, el cual os lo dará el Hijo del hombre, pues en éste imprimió su sello o imagen el Padre, que es Dios.
Jn 6:38 Pues he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad de aquel que me ha enviado.
Jn 6:39 Y la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, es que yo no pierda ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite a todos el último día.
Jn 7:10 Pero algunos días después que marcharon sus hermanos o parientes, él también se puso en camino para ir a la fiesta, no con publicidad, sino como en secreto.
Jn 7:12 Y era mucho lo que se susurraba de él entre el pueblo. Porque unos decían: Sin duda es hombre de bien. Otros al contrario: No, sino que trae embaucado al pueblo.
Jn 7:16 Les respondió Jesús : Mi palabra no es mía sino de aquel que me ha enviado.
Jn 7:22 Mientras que, habiéndoos dado Moisés la ley de la circuncisión (no que traiga de él su origen, sino de los patriarcas), no dejáis de circuncidar al hombre aun en día de sábado.
Jn 7:24 No queráis juzgar por las apariencias, sino juzgad por un juicio recto.
Jn 7:28 Entretanto, prosiguiendo Jesús en instruirlos, decía en alta voz en el templo: Vosotros pensáis que me conocéis, y sabéis de dónde soy; pero yo no he venido de mí mismo, sino que quien me ha enviado es veraz, al cual vosotros no conocéis.
Jn 8:12 Y volviendo Jesús a hablar al pueblo, dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue, no camina a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida.
Jn 8:16 y cuando yo juzgo, mi juicio es idóneo; porque no soy yo solo el que da el testimonio; sino yo y el Padre que me ha enviado.
Jn 8:28 Por tanto Jesús les dijo: Cuando hayáis levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conoceréis quién soy yo, y que nada hago de mí mismo, sino que hablo lo que mi Padre me ha enseñado.
Jn 8:42 A lo cual les dijo Jesús : Si Dios fuera vuestro padre, ciertamente me amaríais a mí; pues yo nací de Dios, y he venido de parte de Dios; porque no he venido de mí mismo, sino que él me ha enviado.
Jn 8:49 Jesús les respondió: Yo no estoy poseído del demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me habéis deshonrado a mí.
Jn 9:3 Respondió Jesús : No es por culpa de éste, ni de sus padres; sino para que las obras de Dios resplandezcan en él.
Jn 9:9 Y otros decían: No es él, sino alguno que se le parece. Pero él decía: Sí, que soy yo.
Jn 9:31 Lo que sabemos es que Dios no oye a los pecadores; sino que aquel que honra a Dios y hace su voluntad, éste es a quien Dios oye.
Jn 10:1 En verdad, en verdad os digo, prosiguió Jesús , que quien no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, es un ladrón y salteador.
Jn 10:5 Mas a un extraño no lo siguen, sino que huyen de él; porque no conocen la voz de los extraños.
Jn 10:10 El ladrón no viene sino para robar, y matar, y hacer estrago. Mas yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en más abundancia.
Jn 10:18 Nadie me la arranca, sino que yo la doy por propia voluntad, y soy dueño de darla, y dueño de recobrarla: Este es el mandamiento que recibí de mi Padre.
Jn 10:33 Le respondieron los judíos: No te apedreamos por ninguna obra buena, sino por blasfemia; y porque siendo tú un hombre, te haces Dios.
Jn 11:4 Oyendo Jesús el mensaje, les dijo: Esta enfermedad no es mortal, sino que está ordenada para gloria de Dios, con la mira de que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.
Jn 11:30 Porque Jesús no había entrado todavía en la aldea, sino que aún estaba en aquel mismo sitio en que Marta le había salido a recibir.
Jn 11:51 Mas esto no lo dijo por iniciativa propia; sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, sirvió de instrumento a Dios, y profetizó que Jesús había de morir por la nación,
Jn 11:52 y no solamente por la nación judaica, sino también para congregar en un cuerpo a los hijos de Dios, que estaban dispersos.