Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

ley

Salm 118:97 MEM. ¡Cuán amable me es tu ley!, ¡oh Señor! todo el día es materia de mi meditación.
Salm 118:98 Con tu mandamiento o ley divina me hiciste superior en prudencia a mis enemigos; porque le tengo permanentemente ante mis ojos.
Salm 118:102 De tus estatutos no me he desviado, porque tú me lo prescribiste por ley.
Salm 118:109 Tengo siempre mi alma en la mano, o en un hilo; pero yo no me olvidé de tu ley.
Salm 118:111 He adquirido los testimonios de tu ley, para que sean eternamente mi patrimonio; pues son ellos la alegría de mi corazón.
Salm 118:113 SAMECH. Aborrecí los impíos; y amé tu santa ley.
Salm 118:126 Tiempo es, oh Señor, de obrar con rigor; los soberbios han echado por el suelo su ley.
Salm 118:136 Arroyos de lágrimas han derramado mis ojos, por no haber observado tu santa ley.
Salm 118:142 Tu justicia es eterna justicia, y tu ley la verdad misma.
Salm 118:144 Llenos están de eterna justicia los testimonios de tu ley; dame la inteligencia de ellos, y tendré vida.
Salm 118:148 Antes de amanecer se dirigieron hacia ti mis ojos para meditar tu ley.
Salm 118:150 Se arrimaron a la iniquidad mis perseguidores, y se alejaron de tu ley.
Salm 118:153 RES. Mira, Señor, mi abatimiento, y líbrame; pues no me he olvidado de tu ley.
Salm 118:163 Aborrecí la injusticia, la detesté; y he amado tu santa ley.
Salm 118:165 Gozan de suma paz los amadores de tu ley, sin que hallen tropiezo alguno.
Salm 118:174 ¡Oh Señor! ardientemente he deseado la salud que de ti viene, y tu ley es el objeto continuo de mi meditación.
Salm 129:4 Mas en ti se halla siempre la clemencia; y en vista de tu ley he confiado en ti, ¡oh Señor! en la promesa del Señor se ha apoyado mi alma.
Prov 3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, y guarda en tu corazón mis mandamientos;
Prov 3:21 Hijo mío, nunca pierdas de vista estas cosas: observa la ley y mis consejos;
Prov 6:20 Observa, hijo mío, los preceptos de tu padre, y no abandones la ley o los documentos de tu madre.
Prov 6:23 pues el mandamiento de tu padre es a manera de antorcha, y la ley o instrucciones de tu madre como una luz, y la corrección que conserva a los jóvenes en la disciplina, es el camino de la vida,
Prov 7:2 Observa, oh hijo mío, mis mandamientos, y vivirás; y guarda mi ley como las niñas de tus ojos.
Prov 8:27 Cuando extendía él los cielos estaba yo presente; cuando con ley fija encerraba los mares dentro de su ámbito;
Prov 8:29 cuando circunscribía al mar en sus términos, e imponía ley a las aguas para que no traspasasen sus límites; cuando asentaba los cimientos de la tierra,
Prov 13:13 Quien vitupera una cosa que manda la ley, se hace reo en adelante; pero quien respeta el precepto, vivirá en paz. Las almas taimadas andan perdidas de pecado en pecado; mas los justos son benignos, y ejercitan la misericordia.
Prov 13:14 La ley del sabio es una fuente de vida para evitar la ruina de la muerte.
Prov 21:28 El testigo falso perecerá; el hombre obediente a la ley cantará la victoria sobre su calumniador.
Prov 28:4 Los que abandonan la ley de Dios, alaban al impío; pero los que la guardan se enardecen contra él.
Prov 28:7 El que guarda la ley, hijo sabio es; pero el que mantiene a glotones avergüenza a su padre.
Prov 28:9 Quien cierra sus oídos para no escuchar la ley, execrada será de Dios su oración.
Prov 29:18 Faltando la profecía, será disipado el pueblo; pero bienaventurado será el que guardare la ley.
Prov 31:26 Abre su boca con sabios discursos, y la ley de la bondad o amor gobierna su lengua.
Sab 2:11 Sea nuestra fuerza la única ley de justicia; pues lo flaco, según se ve, de nada sirve.
Sab 2:12 Armemos, pues, lazos al justo, visto que no es de provecho para nosotros, y que es contrario a nuestras obras, y nos echa en cara los pecados contra la ley, y nos desacredita divulgando nuestra depravada conducta.
Sab 6:5 Porque siendo vosotros unos ministros de su reino universal, no juzgasteis con rectitud, ni observasteis la ley de la justicia, ni procedisteis conforme a la voluntad de Dios.
Sab 14:16 Después con el discurso del tiempo tomando cuerpo aquella impía costumbre, el error vino a ser observado como ley, y se adoraban los simulacros por mandato de los tiranos.
Sab 16:6 Mas no duró siempre tu enojo, sino que fueron aterrados por un breve tiempo para escarmiento, recibiendo luego en la serpiente de metal una señal de salud, para recuerdo de los mandamientos de tu ley.
Sab 16:11 Y sólo eran puestos a prueba a fin de que se acordasen de tus preceptos; pronto quedaban curados, para que no sucediese que cayendo en un profundo olvido de tu ley no pudiesen gozar tu socorro.
Sab 18:4 A la verdad bien merecían los otros quedar privados de las luz y padecer una cárcel de tinieblas, ya que tenían encarcelados a tus hijos, por cuyo medio se comenzaba a comunicar al mundo la luz inmaculada de la ley.
Sab 18:9 Porque los justos israelitas, hijos de los santos patriarcas, te ofrecían en secreto el sacrificio del cordero, y de común acuerdo establecieron esta ley de justicia, que los justos se ofrecían recibir igualmente los bienes como los males, cantando ya los himnos de los patriarcas.
Ecli 2:19 Los que temen al Señor inquirirán las cosas que les sean agradables; y aquellos que lo aman estarán penetrados de su santa ley.
Ecli 10:5 En manos de Dios está la prosperidad del hombre; y el Señor hace participar de su gloria al que enseña a los otros su ley.
Ecli 11:15 De Dios son la sabiduría, y la disciplina, y la ciencia de la ley; y del mismo son la caridad, y las obras que hacen los buenos.
Ecli 14:12 Acuérdate de la muerte, la cual no tarda en llegar, y de la ley que se ha manifestado de ir al sepulcro; porque el morir es una ley de que nadie está exento.
Ecli 14:12 Acuérdate de la muerte, la cual no tarda en llegar, y de la ley que se ha manifestado de ir al sepulcro; porque el morir es una ley de que nadie está exento.
Ecli 17:9 Añadió en bien de ellos las reglas de costumbres, y les dio por herencia la ley de vida.
Ecli 19:18 y da lugar al temor del Altísimo que te lo manda, porque toda la sabiduría se encierra en el temor de Dios, y a Dios se teme con ella, y toda sabiduría se ordena al cumplimiento de la ley de Dios.
Ecli 19:21 Es preferible aquel hombre a quien falta sagacidad y está privado de ciencia, pero que es timorato, al que es muy entendido, si traspasa la ley del Altísimo.
Ecli 21:12 El que observa la justicia o ley del Señor, comprenderá el espíritu de ella.
Ecli 23:33 Porque ella en primer lugar fue rebelde a la ley del Altísimo; lo segundo, ultrajó a su propio marido; lo tercero, se contamina con el adulterio, y se procrea hijos del marido ajeno."