Rom 4:15
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Porque la ley produce o manifiesta la cólera de Dios contra sus transgresores; en lugar de que allá donde no hay ley, no hay tampoco violación de la ley.
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Rom 4:16
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La fe, pues, es por la cual nosotros somos herederos, a fin de que lo seamos por gracia, y permanezca firme la promesa para todos los hijos de Abrahán, no solamente para los que han recibido la ley, sino también para aquellos que siguen la fe de Abrahán, que es el padre de todos,
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Rom 5:13
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Así que el pecado ha estado siempre en el mundo hasta el tiempo de la ley; mas como entonces no había ley escrita, el pecado no se imputaba como transgresión de ella.
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Rom 5:13
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Así que el pecado ha estado siempre en el mundo hasta el tiempo de la ley; mas como entonces no había ley escrita, el pecado no se imputaba como transgresión de ella.
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Rom 5:14
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Con todo eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión de la ley de Dios semejante a la de Adán, el cual es figura del segundo Adán que había de venir.
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Rom 5:20
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Es verdad que sobrevino la ley, y con ella se aumentó el pecado por haber sido desobedecida. Pero cuanto más abundó el pecado, tanto más ha sobreabundado la gracia,
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Rom 6:14
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Porque el pecado no se enseñoreará ya de vosotros, si no queréis; pues no estáis bajo el dominio de la ley, sino de la gracia.
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Rom 6:15
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¿Mas qué?, ¿pecaremos, ya que no estamos sujetos a la ley, sino a la gracia? No lo permita Dios.
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Rom 7:1
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¿Ignoráis acaso, hermanos (ya que hablo con los que están instruidos en la ley) que la ley no domina sobre el hombre, sino mientras éste vive?
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Rom 7:1
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¿Ignoráis acaso, hermanos (ya que hablo con los que están instruidos en la ley) que la ley no domina sobre el hombre, sino mientras éste vive?
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Rom 7:2
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Así es que una mujer casada está ligada por la ley del matrimonio al marido mientras éste vive; mas muriendo su marido, queda libre de la ley que la ligaba al marido.
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Rom 7:2
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Así es que una mujer casada está ligada por la ley del matrimonio al marido mientras éste vive; mas muriendo su marido, queda libre de la ley que la ligaba al marido.
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Rom 7:4
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Así también vosotros, hermanos míos, quedasteis muertos a la ley en virtud de la muerte del cuerpo de Cristo , para ser de otro, esto es, del que resucitó de entre los muertos, a fin de que nosotros produzcamos frutos para Dios.
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Rom 7:5
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Pues cuando vivíamos según la carne, las pasiones de los pecados, excitadas por ocasión de la ley, mostraban su eficacia en nuestros cuerpos, en hacerles producir frutos para la muerte;
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Rom 7:6
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pero ahora estamos ya exentos de esta ley de muerte, que nos tenía ligados, para que sirvamos a Dios según el nuevo espíritu, y no según la letra o ley antigua.
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Rom 7:6
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pero ahora estamos ya exentos de esta ley de muerte, que nos tenía ligados, para que sirvamos a Dios según el nuevo espíritu, y no según la letra o ley antigua.
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Rom 7:7
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Esto supuesto, ¿qué diremos? ¿Es la ley la causa del pecado? No digo tal. Pero sí que no acabé de conocer el pecado, sino por medio de la ley; de suerte que yo no hubiera advertido la concupiscencia mía, si la ley no dijera: No codiciarás.
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Rom 7:7
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Esto supuesto, ¿qué diremos? ¿Es la ley la causa del pecado? No digo tal. Pero sí que no acabé de conocer el pecado, sino por medio de la ley; de suerte que yo no hubiera advertido la concupiscencia mía, si la ley no dijera: No codiciarás.
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Rom 7:7
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Esto supuesto, ¿qué diremos? ¿Es la ley la causa del pecado? No digo tal. Pero sí que no acabé de conocer el pecado, sino por medio de la ley; de suerte que yo no hubiera advertido la concupiscencia mía, si la ley no dijera: No codiciarás.
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Rom 7:8
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Mas el pecado, o el deseo de éste, estimulado con ocasión del mandamiento que lo prohíbe, produjo en mí toda suerte de malos deseos. Porque sin la ley el pecado de la codicia estaba como muerto.
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Rom 7:9
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Yo también vivía en algún tiempo sin ley, dirá otro; mas así que sobrevino el mandamiento, revivió el pecado,
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Rom 7:12
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De manera que la ley es santa, y el mandamiento que prohíbe el pecado, santo, justo y bueno.
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Rom 7:13
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Pero qué, ¿lo que es en sí bueno, me ha causado a mí la muerte? Nada menos. Sino que el pecado, o la concupiscencia, es el que, habiéndome causado la muerte por medio de una cosa buena, cual es la ley, ha manifestado lo venenoso que él es; de manera que por ocasión del mismo mandamiento se ha hecho el pecado sobremanera maligno.
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Rom 7:14
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Porque bien sabemos que la ley es espiritual; pero yo por mí soy carnal, vendido para ser esclavo del pecado.
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Rom 7:16
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Mas por lo mismo que hago lo que no amo, reconozco la ley como buena.
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Rom 7:21
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Y así es que, cuando yo quiero hacer el bien, me encuentro con una ley o inclinación contraria, porque el mal está pegado a mí.
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Rom 7:22
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De aquí es que me complazco en la ley de Dios según el hombre interior;
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Rom 7:23
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mas al mismo tiempo echo de ver otra ley en mi cuerpo, la cual resiste a la ley de mi espíritu, y me sojuzga a la ley del pecado, que está en mi cuerpo.
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Rom 7:23
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mas al mismo tiempo echo de ver otra ley en mi cuerpo, la cual resiste a la ley de mi espíritu, y me sojuzga a la ley del pecado, que está en mi cuerpo.
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Rom 7:23
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mas al mismo tiempo echo de ver otra ley en mi cuerpo, la cual resiste a la ley de mi espíritu, y me sojuzga a la ley del pecado, que está en mi cuerpo.
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Rom 7:25
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Solamente la gracia de Dios por los méritos de Jesucristo, Señor nuestro. Entretanto yo mismo vivo sometido por el espíritu a la ley de Dios, y por la carne a la ley del pecado.
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Rom 7:25
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Solamente la gracia de Dios por los méritos de Jesucristo, Señor nuestro. Entretanto yo mismo vivo sometido por el espíritu a la ley de Dios, y por la carne a la ley del pecado.
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Rom 8:2
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Porque la ley del espíritu de vida, que está en Cristo Jesús , me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
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Rom 8:2
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Porque la ley del espíritu de vida, que está en Cristo Jesús , me ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
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Rom 8:3
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Pues lo que era imposible que la ley hiciese, estando como estaba debilitada por la carne, lo hizo Dios cuando habiendo enviado a su Hijo revestido de una carne semejante a la del pecado, y héchole víctima por el pecado, mató así al pecado en la carne,
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Rom 8:4
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a fin de que la justificación de la ley tuviese su cumplimiento en nosotros, que no vivimos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.
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Rom 8:7
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por cuanto la sabiduría de la carne es enemiga de Dios; como que no está sometida a la ley de Dios, ni es posible que lo esté, siendo contraria a ella.
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Rom 9:31
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y que, al contrario, los israelitas que seguían con esmero la ley de la justicia, o la ley mosaica, no han llegado a la ley de la justicia, o a la justicia de la ley?
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Rom 9:31
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y que, al contrario, los israelitas que seguían con esmero la ley de la justicia, o la ley mosaica, no han llegado a la ley de la justicia, o a la justicia de la ley?
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Rom 9:31
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y que, al contrario, los israelitas que seguían con esmero la ley de la justicia, o la ley mosaica, no han llegado a la ley de la justicia, o a la justicia de la ley?
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Rom 9:31
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y que, al contrario, los israelitas que seguían con esmero la ley de la justicia, o la ley mosaica, no han llegado a la ley de la justicia, o a la justicia de la ley?
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Rom 9:32
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¿Y por qué causa? Porque no la buscaron por la fe, sino por las solas obras de la ley; y tropezaron en Jesús , como en piedra de escándalo,
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Rom 10:4
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Siendo así que el fin de la ley es Cristo para justificar a todos los que creen en él.
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Rom 10:5
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Porque Moisés dejó escrito, que el hombre que cumpliere la justicia ordenada por la ley o sus mandamientos, hallará en ella la vida.
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Rom 13:8
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No tengáis otra deuda con nadie, que la del amor que os debéis siempre unos a otros; puesto que quien ama al prójimo, tiene cumplida la ley.
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Rom 13:10
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El amor que se tiene al prójimo no sufre que se le haga daño alguno. Y así el amor es el cumplimiento de la ley.
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Rom 14:10
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Ahora bien, ¿por qué tú que sigues todavía la ley condenas a tu hermano?; o ¿por qué tú que no la sigues desprecias a tu hermano que aún la guarda? No le juzgues, porque todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cris-to.
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I Cor 1:20
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¿En dónde están los sabios?, ¿en dónde los escribas, o doctores de la ley?, ¿en dónde esos espíritus curiosos de las ciencias de este mundo? ¿No es verdad que Dios ha convencido de fatua la sabiduría de este mundo?
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I Cor 7:39
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La mujer está ligada a la ley del matrimonio mientras que vive su marido; pero si su marido fallece, queda libre; cásese con quien quiera, con tal que sea según el Señor.
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I Cor 9:8
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¿Y por ventura esto que digo es solamente un raciocinio humano? ¿O no dice la ley esto mismo?
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