II Par 5:10
|
No había otra cosa en el arca sino las dos tablas puestas por Moisés en Horeb, cuando el Señor dio la ley a los hijos de Israel, después que salieron de Egipto.
|
II Par 6:16
|
Cumple también ahora, oh Señor Dios de Israel, todo aquello que anunciaste a mi padre David, tu siervo, diciendo: No faltará de tu linaje quien se siente en mi presencia sobre el trono de Irael; con tal que tus hijos velen sobre sus acciones, caminando según mi ley, como tú has andado delante de mí.
|
II Par 12:1
|
Fortalecido Roboam, y asegurado en el reino, abandonó la ley del Señor, e hizo lo mismo todo Israel a su ejemplo.
|
II Par 13:11
|
y los que ofrecen holocaustos al Señor cada día, mañana y tarde, y perfumes preparados según lo prescrito en la ley, y ponen los panes encima de la mesa limpísima; y está en nuestro poder el candelero de oro con sus mecheros, que se encienden siempre a la tarde; en suma, nosotros observamos los mandamientos del Señor Dios nuestro; a quien vosotros habéis abandonado.
|
II Par 14:4
|
y ordenó a Judá que siguiese al Señor Dios de sus padres, y practicase la ley y todos los mandamientos,
|
II Par 15:3
|
Mucho tiempo pasará Israel sin el verdadero Dios, sin sacerdote, sin doctor y sin ley.
|
II Par 17:9
|
los cuales adoctrinaban al pueblo en Judá, llevando consigo el libro de la ley del Señor; y recorrían todas las ciudades de Judá, instruyendo al pueblo.
|
II Par 19:10
|
En cualquier pleito entre familia y familia de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, que viniere a vuestro tribunal, siempre que se trate de la ley, de los mandamientos, de las ceremonias o de los preceptos los instruiréis, para que no pequen contra el Señor; a fin de que no descargue su ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos; obrando así no pecaréis.
|
II Par 23:11
|
En seguida sacaron al hijo del rey, y le ciñeron la corona, y el testimonio, y le pusieron en la mano el libro de la ley, y lo proclamaron rey. Y el sumo sacerdote Joíada, asistido de sus hijos, lo ungió; y lo aclamaron diciendo: Viva el rey.
|
II Par 23:18
|
Joíada estableció prefectos de la casa del Señor, los cuales estaban subordinados a los sacerdotes y levitas, que habían sido distribuidos por David para el servicio del templo del Señor, para ofrecer al Señor los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, con cánticos de alegría, conforme a lo dispuesto por David.
|
II Par 25:4
|
pero no mató a sus hijos, conformándose con lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, donde el Señor mandó expresamente: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su pecado personal.
|
II Par 26:11
|
El ejército de sus guerreros, que salía a campaña, estaba bajo el mando de Jehiel, secretario, y de Maasías, doctor de la ley, y de Ananías, uno de los generales del rey.
|
II Par 30:5
|
Por lo que determinaron enviar mensajeros por todo Israel desde Bersabee hasta Dan, convidando a los pueblos a venir a celebrar la Pascua al Señor Dios de Israel en Jerusalén ; pues muchos no la habían celebrado hacía tiempo, a pesar de lo ordenado por la ley.
|
II Par 30:16
|
y ejercieron sus funciones conforme a lo expuesto en la ley de Moisés, varón de Dios. Recibían los sacerdotes de mano de los levitas la sangre que se debía derramar;
|
II Par 31:3
|
Corría de cuenta del rey suministrar el holocausto perpetuo, que siempre se ofrece por mañana y tarde; como también los que se ofrecen los sábados, y calendas, y demás fiestas solemnes, como está escrito en la ley de Moisés.
|
II Par 31:4
|
Mandó asimismo al pueblo establecido en Jerusalén que diese a los sacerdotes y levitas sus porciones a fin de que pudiesen ocuparse en las cosas de la ley del Señor.
|
II Par 31:21
|
en todo aquello que exigía el ministerio de la casa del Señor, según la ley y las ceremonias, deseoso de complacer a su Dios con todo su corazón; lo hizo así, y todo le salió prósperamente.
|
II Par 33:8
|
Y haré que Israel no mueva el pie de la tierra que yo di a sus padres; con tal, que procure cumplir lo que le tengo mandado, toda la ley, y ceremonias y ordenanzas publicadas o promulgadas por medio de Moisés.
|
II Par 34:14
|
Al tiempo de sacar el dinero depositado en el templo del Señor, encontró el sumo sacerdote Helcías el Libro de la ley del Señor escrita por mano de Moisés;
|
II Par 34:15
|
y dijo a Safán, secretario: He hallado en la casa del Señor el Libro de la ley; y se lo entregó.
|
II Par 34:19
|
y oído éste las palabras de la ley, rasgó sus vestiduras;
|
II Par 35:13
|
Y asaron los corderos pascuales al fuego, conforme está escrito en la ley. En cuanto a las víctimas pacíficas, las cocieron en calderos, marmitas y ollas; e inmediatamente las distribuían a toda la plebe.
|
II Par 35:25
|
sobre todo Jeremías, cuyas lamentaciones sobre Josías repiten todos los cantores y cantoras hasta hoy día, tanto que ha venido a ser este uso como una ley en Israel. Se hallan escritas estas cosas entre las Lamentaciones.
|
II Par 35:26
|
Las demás acciones de Josías, y sus buenas obras, según lo que está prescrito en la ley del Señor,
|
I Esd 3:2
|
Donde el sumo sacerdote Josué, hijo de Josedec, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel con sus hermanos emprendieron edificar el altar del Dios de Israel para ofrecer en él los holocaustos, según está escrito en la ley de Moisés, varón de Dios.
|
I Esd 6:18
|
Y los sacerdotes fueron distribuidos por sus órdenes, y los levitas por sus turnos para servir al culto de Dios en Jerusalén , como están escrito en la ley de Moisés.
|
I Esd 7:6
|
este Esdras, digo, vino de Babilonia, el cual era un escriba o doctor muy diestro en la ley de Moisés, dada por el Señor Dios de Israel; y le otorgó el rey todas sus peticiones, pues le protegía la mano del Señor Dios suyo.
|
I Esd 7:10
|
por cuanto había Esdras dirigido su corazón a la investigación de la ley del Señor, y a cumplir y a enseñar en Israel sus preceptos y documentos.
|
I Esd 7:12
|
Artajerjes, rey de los reyes, a Esdras sacerdote, escriba sapientísimo de la ley del Dios del cielo, salud.
|
I Esd 7:14
|
puesto que tú eres enviado por parte del rey y de sus siete consejeros o ministros a visitar la Judea y Jerusalén , para arreglarlo todo conforme a la ley de tu Dios, en la cual estás tan versado;
|
I Esd 7:21
|
y por mí. Yo el rey de Artajerjes mando y ordeno a todos los tesoreros del erario público, existentes en la otra parte del río, que cuanto os pidiere Esdras sacerdote, escriba de la ley del Dios del cielo, se lo deis sin dilación,
|
I Esd 7:25
|
Finalmente, tú, Esdras, según la sabiduría de tu Dios, en la cual estás versado, establece jueces y presidentes para que administren justicia a todo el pueblo que está al otro lado del río, esto es, a todos aquellos que reconocen la ley de tu Dios; y enseñadla libremente también a los que la ignoran.
|
I Esd 7:26
|
Y cualquiera que no cumpliese exactamente la ley de tu Dios, y la ley del decreto del rey, será condenado a muerte, o a destierro, o a una multa pecuniaria, o al menos a cárcel.
|
I Esd 7:26
|
Y cualquiera que no cumpliese exactamente la ley de tu Dios, y la ley del decreto del rey, será condenado a muerte, o a destierro, o a una multa pecuniaria, o al menos a cárcel.
|
I Esd 10:3
|
hagamos pacto con el Señor Dios nuestro de despedir todas estas mujeres y los hijos nacidos de ellas, conforme a la voluntad del Señor y de los que respetan el mandamiento del Señor Dios nuestro; ejecútese lo que la ley ordena.
|
II Esd 8:1
|
Era ya llegado el mes séptimo, y los hijos de Israel que estaban cada uno en su ciudad, congregándose todos unánimes, y de común acuerdo, en la plaza que cae enfrente de la puerta de las Aguas, y pidieron a Esdras, escriba o doctor, que trajese el libro de la ley de Moisés, que había dado el Señor a Israel.
|
II Esd 8:2
|
Presentó, pues, Esdras, sacerdote, la ley a la multitud de hombres y mujeres y de cuantos eran capaces por su edad de entenderla, el primer día del mes séptimo.
|
II Esd 8:7
|
Los levitas Josué, Bani, y Serebías, Accub, Septai, Odía, Maasía, Celita, Azarías, Jozabed, Hanán y Falía cuidaban de hacer guardar silencio al pueblo para que oyese la ley; y estaba la gente en pie, cada uno en su lugar.
|
II Esd 8:8
|
Y leyeron el libro de la ley de Dios clara y distinguidamente, de modo que se entendiese; y en efecto, entendieron cuanto se iba leyendo.
|
II Esd 8:9
|
Y Nehemías (que es el mismo Atersata o copero del rey), y Esdras sacerdote y escriba, y los levitas, queinterpretaban la ley a todo el pueblo, dijeron: Este día está consagrado al Señor Dios nuestro; no gimáis, ni lloréis. Porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
|
II Esd 8:9
|
Y Nehemías (que es el mismo Atersata o copero del rey), y Esdras sacerdote y escriba, y los levitas, queinterpretaban la ley a todo el pueblo, dijeron: Este día está consagrado al Señor Dios nuestro; no gimáis, ni lloréis. Porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.
|
II Esd 8:13
|
Al segundo día se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, los sacerdotes y levitas, delante de Esdras escriba, para que les interpretase las palabras de la ley.
|
II Esd 8:14
|
Y hallaron escrito en el libro de la ley que el Señor había mandado por medio de Moisés que los hijos de Israel habitasen en tiendas en el día solemne del mes séptimo;
|
II Esd 8:18
|
Y Esdras leyó todos los días en el libro de la ley de Dios, desde el día primero al último; y celebraron la fiesta por siete días, y en el octavo la colecta, según el rito.
|
II Esd 9:3
|
Y se pusieron de pie, y se hizo la lectura en libro de la ley del Señor Dios suyo cuatro voces al día, y otras tantas alababan y adoraban al Señor su Dios.
|
II Esd 9:13
|
Tú asimismo descendiste al monte Sinaí , y hablaste con ellos desde el cielo; y les diste preceptos de justicia y la ley de la verdad, y ceremonias, y mandamientos buenos.
|
II Esd 9:14
|
Y les enseñaste a consagrar a ti el sábado; y les promulgaste tus instruccio-nes, y ceremonias, y la ley por ministerio de Moisés, tu siervo.
|
II Esd 9:26
|
Ellos provocaron tu ira, apartándose de ti, y echando tu ley al trenzado, y mataron a tus profetas que los conjuraban para que se convirtiesen a ti, y cayeron en grandes abominaciones.
|
II Esd 9:29
|
Y los exhortaste vivamente a volver a tu ley; pero ellos procedieron con altivez, y no obedecieron tus mandamientos, y pecaron contra tus leyes, en cuya observancia halla el hombre la vida, y rezongones sacudieron la carga del hombro, y endurecieron su cerviz, y no hicieron caso.
|
II Esd 9:34
|
Nuestros reyes, nuestros magnates, nuestros sacerdotes, y nuestros padres no han aguardado tu ley, no han atendido a tus mandamientos, ni a las amonestaciones con que los reconvenías.
|