Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

vi

Gen 31:10 Porque llegado el tiempo en que debían concebir las ovejas, alcé los ojos, y vi entre sueños que los machos que cubrían a las hembras, eran pintados y manchados, y de diversos colores.
Gen 41:19 cuando he aquí que salían tras ellas otras siete tan feas y en tanto grado macilentas, que nunca las vi tales en tierra de Egipto,
Gen 41:22 vi en sueños también cómo brotaban de una sola caña siete espigas llenas y hermosísimas;
I Rey 13:11 Y le dijo Samuel: ¿Qué has hecho? Respondió Saúl: Como vi que me iba abandonando la gente, y que tú no venías en el plazo señalado, y los filisteos por una parte se habían juntado en Macmas,
I Rey 16:18 A lo que contestando uno de los criados, dijo: Hace poco vi a un hijo de Isaí, natural de Betlehem, muy diestro en tañer el arpa, mozo muy valiente y hábil para la guerra, prudente en el hablar, y de gallarda presencia, y muy favorecido del Señor.
I Rey 17:36 Así es como yo, siervo tuyo, maté tanto al león como al oso; y lo propio haré con ese filisteo incircunciso. Iré, pues, contra él ahora mismo, y quitaré el oprobio de nuestro pueblo; porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso, que ha tenido la osadía de maldecir al ejército del Dios vi-vo?
I Rey 22:10 Doeg, idumeo, que se hallaba presente, y era el más acreditado entre los criados de Saúl, respondiendo dijo: Yo vi al hijo de Isaí en Nobe, en casa del sumo sacerdote Aquimelec, hijo de Aquitob.
I Rey 25:25 No hagas, te ruego, mi señor y mi rey, ningún caso de la injusticia de Nabal; porque es un insensato, y su mismo nombre denota su necedad. Mas yo, sierva tuya, no vi a los criados que tú, señor mío enviaste.
II Rey 18:29 Y dijo el rey: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Aquímaas: Cuando Joab, tu siervo, me envió a ti, oh rey, vi que se había levantado un gran tumulto; no sé otra cosa.
II Rey 22:5 Porque yo me vi rodeado de mortales congojas; y acometido de una furiosa multitud de gente inicua, que me llenó de espanto.
III Rey 22:17 Entonces dijo él: Yo vi a todo Israel dispersado por los montes, a semejanza de ovejas sin pastor; y dijo el Señor: Estos no tienen caudillo; vuélvase cada uno en paz a su casa.
IV Rey 9:26 Yo juro, dice el Señor, que en este campo tomaré venganza en ti de la sangre de Nabot y de la sangre de sus hijos, que te vi ayer derramar. Cógelo, pues, y arrójalo en el campo, conforme a la palabra del Señor.
Est 10:7 Los dos dragones que vi, somos yo y Amán.
Job 5:3 Yo vi al necio bien arraigado; pero al instante maldije su aparente lozanía.
Salm 87:16 Yo viví pobre, y me crié en trabajos desde mi tierna edad; no bien fui ensalzado, cuando me vi humillado y abatido.
Salm 115:10 Creí a Dios; por eso hablé confiado; aunque me vi reducido al mayor abatimien-to.
Prov 5:14 En toda suerte de males o vicios me vi en medio de la congregación y del pueblo.
Prov 7:7 vi a unos incautos mancebos; y fijé mis ojos en un joven sin seso,
Prov 24:31 y vi que todo estaba lleno de ortigas, y la superficie cubierta de espinas, y arruinada la cerca de piedras.
Ecle 2:11 Mas volviendo la vista hacia todas las obras de mis manos, y considerando los trabajos en que tan inútilmente me había afanado, vi que todo era vanidad y aflicción de espíritu, y que nada hay estable en este mundo.
Ecle 4:1 Volví todavía mi atención a otras cosas, y vi los actos de opresión que se cometen debajo del sol y las lágrimas de los inocentes, sin haber nadie que los consuele; y la imposibilidad en que se hallan de resistir a la violencia, estando como están destituidos de todo socorro.
Ecle 10:5 Otro desorden hay, que vi debajo del sol, causado como por error del príncipe más que por malicia:
Ecli 51:6 de la violencia de las llamas entre las cuales me vi encerrado, y así es que en medio del fuego no fui abrasado;
Isa 6:1 El año que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un solio excelso y elevado, y las franjas de sus vestidos llenaban el templo.
Isa 38:13 Esperaba vivir hasta el amanecer; el Señor, como un león fuerte, había quebrantado todos mis huesos; pero por la mañana decía: Antes de anochecer acabarás, oh Señor, mi vi-da.
Isa 57:18 Yo vi sus andanzas y le di la salud, y le convertí al buen camino y le di mis consuelos, así a él como a los suyos que lloraban arrepentidos.
Jer 4:23 Eché una mirada a la tierra, y la vi vacía y sin nada; y a los cielos, y no había luz en ellos.
Jer 4:26 Miré y vi convertidas en un desierto sus fértiles campiñas; todas sus ciudades han quedado destruidas a la presencia del Señor, a la presencia de su tremenda indignación.
Jer 13:27 tus adulterios, y tu furiosa concupiscencia, en fin, la impía fornicación o idolatría tuya. En el campo y sobre las colinas vi yo tus abominaciones. ¡Desdichada Jerusalén ! ¿Y aún no querrás purificarte siguiéndome a mí sin dudar? ¿Hasta cuándo aguardas para hacerlo?
Jer 23:13 Así como en los profetas de Samaria vi la insensatez que profetizaban en nombre de Baal, y embaucaban a mi pueblo de Israel,
Jer 23:14 así a los profetas de Jerusalén los vi imitar a los adúlteros; e ir en pos de la mentira, y que infundían orgullo a la turba de los malvados, para que cada uno de ellos dejase de convertirse de su maldad; todos han venido a ser abominables a mis ojos como Sodoma; como los de Gomorra, tales son sus habitantes.
Jer 24:1 Me mostró el Señor una visión, y vi dos canastillos llenos de higos puestos en el atrio delante del templo del Señor, después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había transportado de Jerusalén a Babilonia a Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, y a sus cortesanos, y a los artífices, y a los joyeros.
Jer 46:5 ¿Pero qué sucederá? Los vi despavoridos, y que volvían las espaldas, muertos sus valientes; huían corriendo sin volverse a mirar atrás: el terror se esparce por todas partes, dice el Señor.
Ezeq 1:27 Y yo vi su aspecto como una especie de electro resplandeciente, y a manera de fuego dentro de él, y alrededor de su cintura hasta arriba; y desde la cintura abajo vi como un fuego ardiente que resplandecía alrededor.
Ezeq 1:27 Y yo vi su aspecto como una especie de electro resplandeciente, y a manera de fuego dentro de él, y alrededor de su cintura hasta arriba; y desde la cintura abajo vi como un fuego ardiente que resplandecía alrededor.
Ezeq 3:23 Y poniéndome en camino, salí al campo; y he aquí que la gloria del Señor que estaba allí era el modo de aquella que vi junto al río Cobar; y me postré sobre mi rostro.
Ezeq 8:3 Y vi la figura de una mano extendida que me cogió de una guedeja de mi cabeza, y me levantó en espíritu entre cielo y tierra, y me llevó a Jerusalén en una visión maravillosa de Dios, junto a la puerta de adentro del templo, que miraba al norte, en donde estaba colocado el ídolo de los celos, o celotipia, para provocar los celos del Señor.
Ezeq 8:4 Y vi allí la gloria del Dios de Israel del modo que yo la había visto en la visión tenida en el campo.
Ezeq 8:14 Y me llevó a la entrada de la puerta del templo del Señor, que caía al norte, y vi a unas mujeres que estaban allí sentadas llorando a Adonis.
Ezeq 8:16 Y me introdujo en el atrio interior del templo del Señor, y he aquí que vi en la puerta del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, como unos veinticinco hombres que tenían sus espaldas vueltas al templo del Señor, y las caras hacia el oriente, adorando al sol que nacía.
Ezeq 10:1 Y miré, y vi que en el firmamento o extensión que había sobre la cabeza de los querubines apareció sobre ellos como una piedra de zafiro, que figuraba a manera de un trono o solio.
Ezeq 10:9 Y miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a cada querubín; y las ruedas parecían como de piedra de crisólito,
Ezeq 10:20 Eran aquellos mismos animales que vi debajo del Dios de Israel, junto al río Cobar, y yo comprendí que eran los querubines:
Ezeq 11:1 Me arrebató el espíritu, y me condujo a la puerta oriental del templo del Señor que mira hacia el oriente, y vi que a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y vi en medio de ellos a Jezonías, hijo de Azur, y a Feltías, hijo de Banaías, príncipes del pueblo.
Ezeq 11:1 Me arrebató el espíritu, y me condujo a la puerta oriental del templo del Señor que mira hacia el oriente, y vi que a la entrada de la puerta había veinticinco hombres, y vi en medio de ellos a Jezonías, hijo de Azur, y a Feltías, hijo de Banaías, príncipes del pueblo.
Ezeq 16:6 Pasando yo cerca de ti, te vi ensuciada aún en tu propia sangre; y te dije cuando estabas envuelta en tu sangre: Vive, vive, te dije, ¡oh tú que éstas envuelta en tu sangre!
Ezeq 16:8 Y pasé junto a ti, y te vi, y estabas tú ya entonces en la edad de los amores, o en la pubertad, y extendí yo sobre ti la punta de mi manto y cubrí tu ignominia, y te hice un juramento, e hice contigo un contrato, dice el Señor Dios, y desde entonces fuiste mía.
Ezeq 31:16 Con el estruendo de su ruina hice estremecer las naciones, así que yo lo vi caer en el infierno con los demás que bajan al sepulcro; y se consolaron allá en lo profundo de la tierra todos los príncipes o árboles del jardín de delicias, insignes y famosos en el Líbano, todos los que eran regados de las aguas.
Ezeq 40:5 Y vi afuera un muro que rodeaba la casa, y el varón en cuya mano estaba la caña de medir de seis codos y un palmo, midió la anchura del edificio, la cual era de una caña, y de una caña también la altura.
Ezeq 40:17 Y me condujo al atrio exterior, y vi allí cámaras, y el pavimento del atrio estaba enlosado de piedra alrededor, treinta cámaras o estancias había alrededor del pavimento.