Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dice

Jer 21:12 ¡Oh vosotros de la casa de David!, esto dice el Señor: Administrad pronto la justicia, y a los oprimidos por la prepotencia libradlos del poder del opresor; no sea que prenda en vosotros como fuego mi enojo, y encendido que sea, no haya quien pueda apagarlo, por causa de la malignidad de vuestras inclinaciones o mala conducta vuestra.
Jer 21:13 Heme aquí, oh Jerusalén , contra ti vengo, ¡oh habitadora del valle fortalecido y campestre!, dice el Señor, contra vosotros que decís: ¿Quién será capaz de asaltarnos y de apoderarse de nuestras casas?
Jer 21:14 Yo os castigaré por el fruto que han dado vuestras perversas inclinaciones, dice el Señor, y yo pegaré fuego a sus profanos bosques, el cual devorará todos sus alrededores.
Jer 22:1 Esto dice el Señor: Anda, ve a la casa del rey de Judá, y le hablarás allí en estos términos,
Jer 22:3 Esto dice el Señor: Juzgad con rectitud y justicia, y librad de las manos del calumniador a los oprimidos por la violencia, y no aflijáis ni oprimáis inicuamente al forastero, ni al huérfano, ni a la viuda, y no derraméis sangre inocente en este lugar.
Jer 22:5 Pero si vosotros desobedeciereis estas palabras, juro por mí mismo, dice el Señor, que esta casa o palacio quedará reducido a una soledad.
Jer 22:6 Porque he aquí lo que dice el Señor contra la casa del rey de Judá: ¡Oh casa ilustre y rica como Galaad!, tú que eres para mí como la cumbre del Líbano, te juro que te reduciré a una soledad, como las ciudades inhabitables de Pentápolis,
Jer 22:11 Por lo cual esto dice el Señor acerca de Sellum (o Joacaz), hijo de Josías, rey de Judá, que sucedió en el reino a su padre Josías, y salió de este lugar: No ha de volver más acá,
Jer 22:16 Defendía la causa del pobre y del desvalido, y así trabajaba para su propio bien, ¿y la razón de esto no fue porque siempre me reconoció a mí, dice el Señor?
Jer 22:18 Por tanto esto dice el Señor de Joakim, hijo de Josías y rey de Judá: No lo llorarán los de su casa con aquellos lamentos: ¡Ay hermano mío!, ¡ay hermana mía!, ni los extraños gritarán: ¡Ah Señor!, ¡ah excelso rey!
Jer 22:24 Juro yo, dice el Señor, que aunque Jeconías, hijo de Joakim, rey de Judá, fuese tan interesante para mí como el sello o anillo de mi mano derecha, me lo arrancaría del dedo.
Jer 22:30 He aquí lo que me dice el Señor: Escribe que ese hombre será estéril en sus cosas; que nada le saldrá bien de lo que emprenda durante su vida; pues que no quedará de su linaje varón alguno que se siente sobre el trono de David, y que tenga jamás en adelante poder alguno en Judá.
Jer 23:1 ¡Ay de los pastores que arruinan y despedazan el rebaño de mi dehesa!, dice el Señor.
Jer 23:2 Por tanto he aquí lo que dice el Señor Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros habéis desparramado mi grey, y la habéis arrojado fuera, y no la habéis visitado: pues he aquí que yo vendré a castigaros a vosotros por causa de la malignidad de vuestras inclinaciones, dice el Señor.
Jer 23:2 Por tanto he aquí lo que dice el Señor Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros habéis desparramado mi grey, y la habéis arrojado fuera, y no la habéis visitado: pues he aquí que yo vendré a castigaros a vosotros por causa de la malignidad de vuestras inclinaciones, dice el Señor.
Jer 23:4 Y crearé para ellas unos pastores que las apacentarán con pasos saludables; no tendrán ya miedo ni pavor alguno, y no faltará ninguna de ellas en el redil, dice el Señor.
Jer 23:5 Mirad que viene el tiempo, dice el Señor, en que yo haré nacer de David un vástago, un Descendiente justo, el cual reinará como rey, y será sabio, y gobernará la tierra con rectitud y justicia.
Jer 23:7 Por eso vendrá tiempo, dice el Señor, en que ya no dirán: Vive el Señor que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto:
Jer 23:11 Porque así el profeta como el sacerdote se han hecho inmundos, y dentro de mi casa o templo, allí he encontrado su malicia, dice el Señor.
Jer 23:12 Por eso el camino de ellos será como un continuo resbaladero entre tinieblas; en él serán empujados, y caerán; pues yo descargaré desastres sobre ellos en el tiempo en que sean tomadas sus cuentas, dice el Señor.
Jer 23:15 Por tanto, esto dice el Señor de los ejércitos a los profetas: He aquí que yo les daré a comer ajenjos y hiel para beber, ya que de los profetas de Jerusalén se ha difundido la corrupción e hipocresía por toda la tierra.
Jer 23:16 Moradores de Jerusalén , he aquí lo que os dice el Señor de los ejércitos: No queráis escuchar las palabras de los profetas que os profetizan cosas lisonjeras, y os embaucan, ellos os cuentan las visiones o sueños de su corazón, no lo que ha dicho el Señor.
Jer 23:23 ¿Acaso piensas tú, dice el Señor, que yo soy Dios sólo de cerca, y no soy Dios desde lejos?
Jer 23:24 ¿Sí se ocultará acaso un hombre en algún escondrijo sin que yo le vea, dice el Señor? ¿Por ventura no lleno yo, dice el Señor, el cielo y la tierra?
Jer 23:24 ¿Sí se ocultará acaso un hombre en algún escondrijo sin que yo le vea, dice el Señor? ¿Por ventura no lleno yo, dice el Señor, el cielo y la tierra?
Jer 23:28 Que cuente su sueño aquel profeta que así sueña; y predique mi palabra con toda verdad aquel que recibe mi palabra, y se verá la diferencia. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo, dice el Señor?
Jer 23:29 ¿No es así que mis palabras son como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta las peñas?
Jer 23:30 Por tanto, vedme aquí, dice el Señor, contra aquellos profetas que roban mis palabras, cada cual a su más cercano profeta.
Jer 23:31 Vedme aquí, dice el Señor, contra aquellos profetas que toman en sus lenguas estas palabras: Dice el Señor.
Jer 23:32 Vedme aquí contra aquellos profetas o visionarios que sueñan mentiras, dice el Señor, y las cuentan, y traen embaucado a mi pueblo con sus falsedades y prestigios; siendo así que yo no los he enviado, ni dado comisión alguna a tales hombres que ningún bien han hecho a este pueblo, dice el Señor.
Jer 23:32 Vedme aquí contra aquellos profetas o visionarios que sueñan mentiras, dice el Señor, y las cuentan, y traen embaucado a mi pueblo con sus falsedades y prestigios; siendo así que yo no los he enviado, ni dado comisión alguna a tales hombres que ningún bien han hecho a este pueblo, dice el Señor.
Jer 23:33 Si te preguntare, pues, este pueblo, o un profeta, o un sacerdote, burlándose de ti, y te dijere: Vaya, ¿cuál es la carga o duro vaticinio que nos anuncias de parte del Señor?, le responderás: La carga sois vosotros; y yo, dice el Señor, os arrojaré lejos de mí.
Jer 23:34 Que si el profeta o el sacerdote, o alguno del pueblo dice: ¿Cuál es la carga del Señor?, yo castigaré severamente a tal hombre y a su casa.
Jer 23:38 Mas si todavía dijereis, mofándoos: La carga del Señor ¿cuál es? En tal caso, esto dice el Señor: Porque dijisteis esa expresión de burla: La carga del Señor; siendo así que yo os envié a decir: No pronunciéis más por mofa esa expresión: La carga del Señor.
Jer 24:5 Esto dice el Señor Dios de Israel: Así como esos higos son buenos, así haré yo bien a los desterrados de Judá, que yo he echado de este lugar a la región de los caldeos;
Jer 24:8 Y así como los otros higos son tan malos que no se pueden comer de puro malos, así yo, dice el Señor, trataré a Sedecías, rey de Judá, y a sus grandes, y a todos los demás que quedaren en esta ciudad de Jerusalén , y a los que habitan en tierra de Egipto.
Jer 25:7 Pero vosotros, dice el Señor, no me habéis escuchado; antes me habéis irritado con vuestras fechorías para vuestro propio daño.
Jer 25:8 Por lo cual, esto dice el Señor de los ejércitos: Por cuanto no habéis atendido a mis palabras,
Jer 25:9 sabed que yo reuniré, y enviaré, dice el Señor, todas las familias o pueblos del Norte con Nabucodonosor, rey de Babilonia, ministro o instrumento mío, y los conduciré contra esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas las naciones circunvecinas, y daré cabo de ellos, y los reduciré a ser el pasmo y el escarnio de todos, y a una soledad perdurable todas sus ciudades.
Jer 25:12 Y cumplidos que sean los setenta años, yo tomaré cuentas al rey de Babilonia y a aquella nación, dice el Señor, castigando sus iniquidades, y a todo el país de los caldeos, reduciéndolo a un eterno páramo.
Jer 25:15 Porque esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma de mi mano esa copa de vino de mi furor, y darás a beber de él a todas las gentes a quienes yo te envío;
Jer 25:27 Y tú, ¡oh Jeremías!, les dirás: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Bebed y embriagaos hasta vomitar, y echaos por el suelo, y no os levantéis a la vista de la espada que yo voy a enviar contra vosotros.
Jer 25:28 Y cuando no quisieren recibir de tu mano la copa de mi ira para beber de ella, les dirás: Ved lo que dice el Señor de los ejércitos: La beberéis sin recurso.
Jer 25:29 ¿Es bueno que yo he de comenzar el castigo por Jerusalén , la ciudad en que ha sido invocado mi Nombre; y vosotros, como si fueseis inocentes, habíais de quedar impunes? No quedaréis exentos de castigo, pues yo desenvaino mi espada contra todos los moradores de la tierra, dice el Señor de los ejércitos.
Jer 25:31 Hasta el cabo del mundo llegó el estrépito de las armas de los caldeos; porque el Señor entra en juicio con las naciones, y disputa su causa contra todos los mortales. Yo he entregado a los impíos, dice el Señor, al filo de la espada.
Jer 25:32 Esto dice también el Señor de los ejércitos: Sabed que la tribulación pasará de un pueblo a otro pueblo, y de la extremidad de la tierra se alzará una espantosa tempestad.
Jer 26:2 Esto dice el Señor: Ponte en el atrio de la casa del Señor; y a todas las ciudades de Judá, cuyos moradores vienen a adorar en el templo del Señor, les anunciarás todo aquello que te he mandado decirles; no omitas ni una sola palabra,
Jer 26:4 Tú, pues, les dirás: Esto dice el Señor: Si vosotros no me escuchareis, si no siguiereis la ley mía que yo os di,
Jer 26:18 Miqueas, natural de Morasti, fue profeta en tiempo de Ezequías , rey de Judá, y predicó a todo el pueblo, diciendo: Esto dice el Señor de los ejércitos: Sión será arada como un barbecho, y Jerusalén parará en un montón de piedras, y el monte Moria, en que está situado el templo, será un espeso bosque.
Jer 27:2 Esto me dice el Señor: Hazte unas ataduras a modo de correas, y unas cadenas como collares, y póntelas al cuello.