Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

desierto

Núm 13:26 se presentaron a Moisés y Aarón, y a todo el pueblo de los hijos de Israel en el desierto de Farán, junto a Cades. Y hablando con ellos y con el pueblo todo, mostraron los frutos de la tierra,
Núm 14:16 No ha tenido poder para introducirlos en la tierra que les prometió con juramento; y por eso los ha muerto en el desierto.
Núm 14:22 Sin embargo, todos los hombres que han visto la majestad mía, y los prodigios que tengo hechos en Egipto y en el desierto, y me han tentado ya por diez veces, y no han obedecido a mi voz,
Núm 14:25 Y por cuanto el amalecita y el cananeo están en los valles vecinos, levantad mañana el campo y volveos al desierto por el camino del mar Rojo.
Núm 14:29 En este desierto quedarán tendidos vuestros cadáveres. Cuantos fuisteis alistados de veinte años arriba y habéis murmurado contra mí.
Núm 14:32 Vuestros cadáveres yacerán en el desierto.
Núm 14:33 Andarán vuestros hijos vagando por el desierto por espacio de cuarenta años, pagando la pena de vuestra apostasía hasta que sean consumidos en el mismo desierto los cadáveres de sus padres;
Núm 14:33 Andarán vuestros hijos vagando por el desierto por espacio de cuarenta años, pagando la pena de vuestra apostasía hasta que sean consumidos en el mismo desierto los cadáveres de sus padres;
Núm 14:35 Porque del modo que lo tengo dicho, así trataré a toda esta generación perversísima, que se ha levantado contra mí: En este desierto se irá consumiendo, y en él morirá.
Núm 15:32 Aconteció, estando los hijos de Israel en el desierto, que hallaron a un hombre que estaba cogiendo leña en día sábado,
Núm 16:13 Pues que, ¿te parece aún poco el habernos sacado de una tierra que manaba leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que además de eso nos has de estar tiranizando?
Núm 20:1 Llegaron, pues, los hijos de Israel y todo aquel gentío al desierto de Tsin, al mes primero del año cuarenta de la salida de Egipto, e hizo el pueblo su mansión en Cades. Allí murió María, y fue sepultada en el mismo lugar.
Núm 20:4 ¿Por qué habéis conducido al pueblo escogido del Señor al desierto, para que muramos nosotros y también nuestros ganados?
Núm 21:5 y hablando contra Dios y Moisés, dijo: ¿Por qué nos sacaste de Egipto para que muriésemos en el desierto? Falta el pan, no hay agua; nos provoca ya a náusea este manjar sin sustancia.
Núm 21:11 de donde habiendo salido, plantaron sus tiendas en Jeabarim, en el desierto que mira a Moab, hacia la parte oriental.
Núm 21:13 Después dejando éste, acamparon enfrente del de Arnón, que está en el desierto y a la frontera del amorreo; por cuanto el torrente Arnón es el término de Moab, que divide a los moabitas de los amorreos.
Núm 21:18 el pozo que los príncipes abrieron, y formaron con sus báculos los caudillos de Israel dirigidos por el legislador Moisés. De este desierto pasaron a Mattana.
Núm 21:20 De Bamot fueron a donde hay un valle en el territorio de Moab, hacia la cumbre del Fasga, que mira al desierto.
Núm 21:23 No quiso Sehón permitir que Israel atravesase por su país; antes bien, juntando sus tropas le salió al encuentro en el desierto, y vino hasta Jasa, y le dio batalla.
Núm 23:28 Y habiéndole llevado sobre la cima del monte Foyor, que mira al desierto,
Núm 24:1 Pero viendo Balaam que era del agrado de Dios que bendijera a Israel, no fue más como antes había ido en busca del agüero, sino que volviéndose hacia el desierto,
Núm 26:64 entre los cuales no se halló ninguno de los que antes fueron contados por Moisés y Aarón en el desierto de Sinaí .
Núm 26:65 Por cuanto el Señor tenía predicho que todos habrían de morir en el desierto. Y así es que ninguno de ellos quedó sino Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun.
Núm 27:3 Nuestro padre murió en el desierto; no tuvo parte en la rebelión suscitada contra el Señor por Coré, sino que vino a morir, como todos, por su pecado: mas no dejó hijos varones. ¿Por qué razón se ha de borrar de su familia el nombre suyo por no haber tenido un hijo? Dadnos a nosotros la herencia entre los parientes de nuestro padre.
Núm 27:14 Porque me ofendisteis ambos en el desierto de Tsin al tiempo de la contradicción del pueblo, y no quisisteis glorificarme delante de Israel, con motivo de las aguas: éstas son las aguas de la contradicción ocurrida en Cades del desierto de Tsin.
Núm 27:14 Porque me ofendisteis ambos en el desierto de Tsin al tiempo de la contradicción del pueblo, y no quisisteis glorificarme delante de Israel, con motivo de las aguas: éstas son las aguas de la contradicción ocurrida en Cades del desierto de Tsin.
Núm 32:13 Y así es, que enojado el Señor contra Israel, lo ha traído girando por el desierto cuarenta años, hasta que se acabase toda aquella generación que pecó en la presencia del Señor.
Núm 32:15 Pues si no queréis seguirle abandonará al pueblo en el desierto, y vosotros vendréis a ser la causa del exterminio de todos.
Núm 33:6 Y de Socot vinieron a Etam, que está en los últimos términos del desierto.
Núm 33:8 Marchando de Fihahirot pasaron por medio del mar al desierto, y andando tres días por el desierto de Etam, acamparon en Mara.
Núm 33:8 Marchando de Fihahirot pasaron por medio del mar al desierto, y andando tres días por el desierto de Etam, acamparon en Mara.
Núm 33:11 acamparon en el desierto de Tsin;
Núm 33:15 Dejando a Rafidim, acamparon en el desierto de Sinaí .
Núm 33:16 Al cabo salidos del desierto de Sinaí , vinieron a hacer alto en los Sepulcros del antojo o concupiscencia.
Núm 33:36 Marchando de aquí, fueron a parar en el desierto de Tsin, donde está Cades.
Núm 34:3 La parte meridional comenzará desde el desierto de Tsin confinante con Idumea, y tendrá por término al oriente el mar Salado,
Deut 1:19 Al fin, habiendo partido de Horeb, pasamos por aquel grande y espantoso desierto que visteis camino de la montaña del amorreo, como Dios nuestro Señor nos había mandado; y estando ya en Cadesbarne,
Deut 1:31 Y en el desierto (tú mismo, ¡oh Israel! lo has visto), el Señor tu Dios te ha traído en brazos por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar, a la manera que suele un hombre traer a su hijo chiquito.
Deut 1:40 Mas vosotros volveos atrás, y marchad al desierto por el camino que va al mar Rojo.
Deut 2:1 Partidos de aquí, fuimos al desierto que guía al mar Rojo, como el Señor me había dicho; y anduvimos largo tiempo rodeando las montañas de Seir.
Deut 2:7 El Señor Dios tuyo ha echado su bendición en todo cuanto has puesto tus manos: ha dirigido tu viaje de manera que has andado cuarenta años por este vasto desierto, acompañándote el Señor Dios tuyo, y nada te ha faltado.
Deut 2:8 Pasado que hubimos los confines de nuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitaban en Seir, por el camino llano desde Elat, y desde Asiongaber, llegamos al camino que conduce al desierto de Moab.
Deut 2:26 Envié, pues, mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón, rey de Hesebón, con proposiciones pacíficas, diciendo;
Deut 3:17 y la llanura del desierto y ribera del Jordán, y los confines de Cerenet o Genezaret hasta el mar del desierto, llamado mar Salado o Muerto, hasta la raíz del monte Fasga hacia el Oriente.
Deut 3:17 y la llanura del desierto y ribera del Jordán, y los confines de Cerenet o Genezaret hasta el mar del desierto, llamado mar Salado o Muerto, hasta la raíz del monte Fasga hacia el Oriente.
Deut 4:43 Estas fueron Bosor, en la tribu de Rubén, situada en el desierto en una llanura, y Ramot en Galaad, perteneciente a la tribu de Gad, y Golán en Basán, la cual está en la tribu de Manasés.
Deut 4:49 es decir, toda la llanura de esta parte del Jordán al oriente hasta el mar del desierto o mar muerto y las faldas del monte Fasga.
Deut 6:16 No tentarás al Señor Dios tuyo, como le tentaste en el desierto en el lugar de la Tentación.
Deut 8:2 Y acuérdate de todos los caminos por donde te ha conducido el Señor Dios tuyo en el desierto por espacio de cuarenta años, con el fin de atribularte y probarte, para que se descubriesen las intenciones de tu ánimo, si estabas o no en guardar sus mandamientos.
Deut 8:15 y que ha sido tu conductor por el vasto y espantoso desierto, donde había serpientes que abrasaban con su aliento, y escorpiones y dípsades, sin que tuvieses una gota de agua: la cual te la hizo salir a chorros de una piedra durísima: