SCUCHAD, ¡oh hijos de Israel!, la palabra que ha pronunciado el Señor acerca de vosotros, acerca de toda aquella nación que sacó él de la tierra de Egipto, diciendo:
De entre todos los linajes de la tierra, sois vosotros los únicos a quienes he reconocido, por lo mismo os he de castigar más por todas vuestras maldades.
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¿Pueden acaso dos caminar juntos, si no van acordes entre sí?
¿Por ventura rugirá el león en el bosque, si no ve la presa? ¿Acaso el joven león alzará su rugido dentro de su cueva, sin que haya apresado algo?
¿Caerá por ventura el pájaro en el lazo tendido sobre la tierra, si no hay quien lo arme? ¿Y el lazo lo quitarán acaso del suelo antes de haber cogido algo?
¿Sonará la trompeta de guerra en una ciudad, sin que la población se conmueva? ¿Descargará alguna calamidad sobre la ciudad, que no sea por disposición del Señor?
Mas el Señor Dios no hace estas cosas sin revelar sus secretos a los profetas siervos suyos.
Ruge el león de Judá: ¿Quién no temerá? El Señor Dios ha hablado, ¿quién se retraerá de profetizar?
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Hacedlo saber a las familias de los filisteos de Azoto y a las del país de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y observad los muchos desórdenes que reinan en él, y las violencias que se cometen en su interior.
No han sabido lo que es hacer justicia, dice el Señor, han amontonado en sus casas tesoros de iniquidad y de rapiña.
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Atribulada será esta tierra, por todas partes; y se te quitará, ¡oh Samaria!, toda tu fuerza, y saqueadas serán tus casas.
Esto dice el Señor: Como si un pastor salvase de la boca del león solamente las dos patas y la ternilla de una oreja de la res que devora, así se librarán de los asirios aquellos hijos de Israel que habitan en Samaria, descansando en un ángulo de cama, o en el lecho de Damasco.
Oíd y protestad estas cosas a la casa de Jacob , dice el Señor Dios de los ejércitos:
Decidle que llegado que sea el día del castigo de las prevaricaciones de Israel, lo castigaré también a él; y destruiré los altares de Betel, y serán cortados y echados por tierra los ángulos del altar.
Y arrasaré las habitaciones o palacios de invierno junto con las de verano, y quedarán arruinadas las habitaciones de marfil y serán en gran número los edificios derribados, dice el Señor.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas