Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

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Salm 83:8 Porque le dará su bendición el legislador, y caminarán de virtud en virtud; y el Dios de los dioses se dejará ver en Sión.
Salm 88:49 ¿Qué hombre hay que haya de vivir sin ver jamás la muerte? ¿Quién podrá sacar su alma del poder del infierno o de la muerte?
Salm 90:16 Lo sacaré con una vida muy larga, y le haré ver el salvador que enviaré.
Salm 101:17 Porque el Señor reedificará a Sión, en donde se dejará ver con toda majestad.
Salm 118:158 Los veía prevaricar, y me consumía de dolor al ver que no hacían caso de tus palabras.
Prov 21:12 Se pone el justo a discurrir acerca de la casa del impío, para ver cómo podrá retraer del mal a los pecadores.
Prov 27:12 Se retira el varón prudente al ver venir el mal; pero los incautos pasan adelante, y sufren el daño.
Prov 31:18 Probó, y echó de ver que su trabajo le fructifica; por tanto tendrá encendida la luz toda la noche.
Ecle 2:1 Entonces dije yo en mi corazón: Iré a bañarme en delicias, y a gozar de los bienes presentes. Mas luego eché de ver que también esto es vanidad.
Ecle 2:13 y eché de ver que tanto se aventaja la sabiduría a la necedad cuanto se diferencia la luz de las tinieblas.
Ecle 3:18 Dije también en mi corazón acerca de los hijos de los hombres, que Dios los probaba y humillaba su orgullo, con hacer ver que son parecidos a las bestias.
Ecle 6:9 Mejor es el ver y gozar lo que deseas, que codiciar cosas que ignoras; pero también esto es vanidad y presunción de espíritu.
Ecle 9:3 Esta es la cosa más intrincada y peligrosa de todas cuantas pasan debajo del sol, el ver que todos están sujetos a los mismos azares, de donde nace que los corazones de los hijos de los hombres se llenan de malicia y de orgullo durante su vida, y después de esto son llevados a los infiernos.
Ecle 11:7 Dulce cosa es la luz de la vida, y deleitable a los ojos ver el sol.
Cant 6:5 Aparta de mí tus ojos, pues éstos me han hecho salir fuera de mí, y me arroban. Son tus cabellos como el fino pelo de los rebaños de cabras que se dejan ver viniendo de Galaad.
Cant 6:11 Yo bajé al huerto de los nogales para ver los frutales de las cañadas, y observar si estaba en cierne la viña, y si habían brotado los granados.
Cant 7:1 ¿Qué podréis ver en la Sulamita sino coros de música en medio de escuadrones armados? ¡Oh hermosa Princesa, y con qué gracia andan esos tus pies colocados en tan rico calzado! Las junturas de tus muslos son como goznes o charnelas, labrados de mano maestra.
Cant 8:2 Yo te tomaría, y te llevaría a la casa de mi madre; allí me enseñarías y harías ver tus gracias, y yo te daría a beber del vino compuesto, y del licor nuevo de mis granadas.
Sab 6:6 El se dejará ver, o caerá sobre vosotros espantosa y repentinamente; pues aquellos que ejercen potestad sobre otros, serán juzgados con extremo rigor.
Sab 6:13 Porque luminosa e inmarcesible es la sabiduría; y se deja ver fácilmente de los que la aman, y hallar de los que la buscan.
Sab 11:10 Pues viéndose los hebreos puestos a prueba y afligidos, aunque con misericordia, echaron de ver cuáles tormentos padecieron los impíos, castigados con indignación.
Sab 13:9 porque si pudieron llegar por su sabiduría a formar idea o a penetrar las cosas del mundo, ¿cómo no echaron de ver más fácilmente al Señor del mundo?
Sab 15:15 Porque creen dioses todos los ídolos de las naciones; los cuales ni pueden usar de los ojos para ver, ni de las narices para respirar, ni de las orejas para oír, ni de los dedos de las manos para palpar, ni aún sus pies son capaces de caminar.
Sab 18:12 Todos, pues, igualmente tenían el dolor de ver innumerables muertos, que habían perecido con el mismo género de muerte; y no ya bastaban los vivos para enterrarlos; pues en un momento fue extirpada la más noble porción de su prole.
Ecli 3:23 Porque no te es necesario ver por tus ojos los ocultos arcanos de Dios.
Ecli 4:29 Porque la lengua es la que hace conocer la sabiduría; y la prudencia, y la discreción y la ciencia se echan de ver en las palabras del hombre sensato; mas su fuerza consiste en las obras buenas.
Ecli 6:10 Hay también algún amigo, compañero en la mesa; el cual el día de la necesidad ya no se dejará ver.
Ecli 14:8 Maligno es el ojo del envidioso o avaro; él vuelve su cara al otro lado para no ver al pobre, y desprecia su misma alma.
Ecli 19:24 y quien se abate excesivamente con gran sumisión, y quien vuelve la cara y aparenta no ver aquello que es un secreto;
Ecli 29:28 Lo esencial de la vida del hombre es agua y pan, y vestido y casa para tener cubierto aquello que no debe dejarse ver."
Ecli 37:11 Bueno es tu camino; y se esté enfrente para ver lo que te acontece.
Ecli 39:25 El alcanza a ver los siglos todos; y no hay cosa que sea maravillosa para él.
Ecli 41:25 de no responder a los que te saludan; de fijar tus ojos sobre la mujer fornicaria; y de torcer tu rostro para no ver al pariente.
Isa 33:15 Aquel que anda por las sendas de la justicia y habla verdad, que aborrece las riquezas adquiridas con la calumnia o extorsión, y tiene limpias sus manos de todo cohecho; que tapa sus orejas para no prestar oídos a los sanguinarios, y cierra sus ojos por no ver lo malo.
Isa 37:4 Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el Señor tu Dios.
Isa 38:18 Porque no han de cantar tus glorias los que están en el sepulcro, ni han de entonar las alabanzas los que están en poder de la muerte; ni aquellos que bajan a la fosa esperarán ver el cumplimiento de tus verídicas promesas.
Isa 39:2 Y se alegró mucho de esto Ezequías , y les hizo ver el repuesto o recámara de los aromas, y de la plata, y del oro, y de los bálsamos y de los ungüentos preciosos, y todas las estancias de sus muebles, y todo cuanto se hallaba en sus tesoros. No dejo Ezequías cosa alguna de su casa o en su poder, que no se las mostrara.
Isa 39:3 Mas entró después el profeta Isaías a ver al rey Ezequías , y le preguntó: ¿Qué han dicho esos hombres, y de dónde vienen? Han venido a mí, respondió Ezequías , de lejanas tierras, de Babilonia.
Isa 42:18 Oíd, ¡oh sordos!, y vosotros, ciegos, abrid los ojos para ver.
Isa 44:18 Son unos ignorantes, sin entendimiento; tienen embarrados los ojos para no ver, ni ser cuerdos.
Isa 49:9 para que dijeses a los que están encarcelados: Salid fuera; y a los que están entre tinieblas: Venid a ver la luz. En medio de los caminos hallarán con qué alimentarse, y en toda la llanura habrá qué comer para ellos.
Isa 60:2 Porque he aquí que la tierra estará cubierta de tinieblas y descubrirá las naciones; mas sobre ti nacerá el Señor, y en ti se dejará ver su gloria.
Isa 64:12 Pues Señor, ¿y al ver tales cosas, te estarás tú quedo?; ¿continuarás guardando silencio, y afligiéndonos en tanto extremo?
Isa 66:5 Oíd la palabra del Señor vosotros que la escucháis con respetuoso temor: Vuestros hermanos que os aborrecen y os desechan por razón de mi Nombre, dijeron: ¡Ea!, que muestre el Señor en vosotros su gloria, y la reconoceremos al ver la alegría de vuestro rostro. Mas no temáis, ellos quedarán confundidos.
Isa 66:24 Y saldrán a ver los cadáveres los que prevaricaron contra mí; cuyo gusano no muere nunca, y cuyo fuego jamás se apagará; y el verlos causará náusea a todo hombre.
Jer 2:18 Y ahora, ¿qué es lo que pretendes tú con andar hacia Egipto, y con ir a beber el agua turbia del Nilo? ¿O qué tienes tú que ver con el camino de Asiria, ni para qué ir a beber el agua de su río Eufrates?
Jer 4:21 ¿Hasta cuándo he de ver fugitivos a los de mi pueblo, y he de oír el sonido de la trompeta enemiga?
Jer 4:31 Porque he oído gritos como de mujer que está de parto, ansias y congojas como de primeriza; la voz de la hija de Sión moribunda que extiende sus manos, y dice: ¡Ay de mí!, que me abandona mi alma al ver la mortandad de mis hijos.
Jer 6:1 Esforzaos, ¡oh hijos de Benjamín!, en medio de Jerusalén , y tocad el clarín de guerra en Tecua, y alzad una bandera sobre Betacarem; porque hacia el septentrión se deja ver un azote y una calamidad grande.
Jer 9:10 La tomará el Señor; y yo me pondré a llorar y a lamentar al ver los montes y gemiré al ver hechas un páramo las amenas campiñas; porque todo ha sido abrasado; de manera que no transita por allí nadie, ni se oye ya la voz de sus dueños; desde las aves del cielo hasta las bestias todo se ha ido de allí, y se ha retirado.