Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

tinieblas

I Tes 5:5 puesto que todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día; no lo somos de la noche ni de las tinieblas.
I Ped 2:9 Vosotros, al contrario, sois el linaje escogido, una clase de sacerdotes reyes, gente santa, pueblo de conquista, para publicar las grandezas de aquel que os sacó de las tinieblas a su luz admirable.
II Ped 2:17 Estos son fuentes pero sin agua, y nieblas agitadas por torbellinos que se mueven a todas partes, para los cuales está reservado el abismo de las tinieblas;
I Jn 1:5 Y la nueva que oímos del mismo Jesucristo y os anunciamos, es, que Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
I Jn 1:6 Si dijéremos que tenemos unión con él, y andamos entre las tinieblas del pecado, mentimos, y no tratamos verdad.
I Jn 2:8 y no obstante, yo os digo que el mandamiento de que os hablo, que es el de la caridad, es un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en sí mismo y en vosotros; porque las tinieblas desaparecieron y luce ya la luz verdadera.
I Jn 2:9 Quien dice estar en la luz, aborreciendo a su hermano, o al prójimo, en tinieblas está todavía.
I Jn 2:11 Mas el que aborrece a su hermano, en tinieblas está, y en tinieblas anda, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado.
I Jn 2:11 Mas el que aborrece a su hermano, en tinieblas está, y en tinieblas anda, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado.
I Jn 2:11 Mas el que aborrece a su hermano, en tinieblas está, y en tinieblas anda, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado.
Apoc 8:12 Después tocó la trompeta el cuarto ángel; y quedó herida de tinieblas la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, de tal manera que se oscurecieron en su tercera parte, y así quedó privado el día de la tercera parte de su luz, y lo mismo la noche.
Apoc 16:10 El quinto ángel derramó su taza sobre la silla o trono de la bestia; y quedó su reino lleno de tinieblas, y se despedazaron las lenguas en el exceso de su dolor.