Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

tenía

I Rey 19:16 Llegados que fueron allí los enviados de Saúl, hallaron que en la cama sólo había una estatua o bulto, que tenía envuelta la cabeza con una piel de cabra.
I Rey 20:33 Y al oír Saúl esto, agarró la lanza para atravesarle. Entonces conoció Jonatás que su padre tenía resuelto matar a David.
I Rey 22:7 Y supo Saúl que David y la gente que tenía, se habían dejado ver. Estando, pues, Saúl en Gabaa, y hallándose un día en un bosque cerca de Ramá, teniendo en su mano la lanza, y rodeado de todos sus criados,
I Rey 23:4 Pero las gentes que tenía David consigo, le dijeron: Ya ves que nosotros aun aquí en medio de la Judea no estamos sin miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Ceila contra los batallones de los filisteos?
I Rey 23:26 Iba Saúl por un lado del monte, y David con los suyos por el otro, y ya no tenía esperanza de poder escapar de las manos de Saúl; pues éste con su gente tenía encerrado a David y a los suyos, como en un círculo, para cogerlos en medio.
I Rey 23:26 Iba Saúl por un lado del monte, y David con los suyos por el otro, y ya no tenía esperanza de poder escapar de las manos de Saúl; pues éste con su gente tenía encerrado a David y a los suyos, como en un círculo, para cogerlos en medio.
I Rey 25:2 A la sazón vivía un hombre en el desierto de Maón, que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era sumamente rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Cabalmente hacía entonces esquilar sus rebaños en el Carmelo.
I Rey 25:2 A la sazón vivía un hombre en el desierto de Maón, que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era sumamente rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Cabalmente hacía entonces esquilar sus rebaños en el Carmelo.
I Rey 25:21 Había dicho David por el camino: A la verdad que ha sido bien en vano guardar todo lo que éste tenía en el desierto, sin que se le haya perdido nada de cuanto poseía, pues me ha vuelto mal por bien.
I Rey 26:12 Se llevó, pues, David la lanza y el jarro del agua que tenía Saúl junto a su cabeza y se fueron, sin que hubiese persona que los viese, ni sintiese, o que despertase; sino que todos dormían poseídos de un sueño profundo que el Señor les había enviado.
I Rey 26:16 No es esto cumplir bien tu obligación. Vive Dios, que sois reos de muerte, vosotros que no habéis guardado a vuestro dueño, el ungido del Señor; y si no, ved ahora donde está la lanza del rey, y el jarro del agua que tenía a su cabecera.
II Rey 2:3 Asimismo se llevó allá toda la gente que tenía consigo, cada uno con su familia, y se establecieron en los lugares cercanos a Hebrón;
II Rey 2:10 Cuarenta años tenía Isboset, hijo de Saúl, cuando comenzó a reinar, y dos años reinó tranquilamente sobre Israel. No había más que la tribu de Judá que siguiese a David.
II Rey 5:4 Treinta años tenía David cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta.
II Rey 5:6 Porque a pocos días el rey con toda la gente que tenía consigo se dirigió a Jerusalén contra los jebuseos, moradores de aquel territorio, y le dijeron a David los sitiados: No entrarás acá dentro de esta plaza si no echas primero de ella a los ciegos y cojos, los cuales están diciendo: No entrará David acá.
II Rey 9:10 Por tanto cuida tú con tus hijos y criados de labrarle las tierras, y de proveer a Micá, el hijo de tu amo Mifiboset, lo necesario para sus alimentos. En cuanto a Mifiboset, hijo de tu difunto señor, comerá siempre a mi mesa. Es de saber que Siba tenía quince hijos y veinte siervos.
II Rey 12:3 El pobre no tenía nada más que una ovejita que había comprado y criado, y que había crecido en su casa entre sus hijos, comiendo de su pan y bebiendo en su vaso, y durmiendo en su seno, y la quería como si fuese una hija suya.
II Rey 12:4 Mas habiendo llegado un huésped a casa del rico, no quiso éste tocar a sus ovejas, ni a sus bueyes para dar el convite al forastero que le había llegado; sino que quitó la ovejita al pobre, y la aderezó para dar de comer al huésped que tenía en casa.
II Rey 12:25 Y por medio del profeta Natán le puso también el nombre de Amado del Señor, en atención al amor que el Señor le tenía.
II Rey 12:30 Y quitó de la cabeza de su rey la corona, que pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosísimas; la cual fue puesta sobre la cabeza o trono de David. Además de esto, llevó de la ciudad muchísimos despojos.
II Rey 13:27 Al fin le importunó tanto Absalón, que dejó ir con él a Amnón con todos sus hermanos. El convite que Absalón tenía dispuesto era como un banquete de un rey.
II Rey 13:32 Entonces Jonadab, hijo de Semmaa, hermano de David, dijo al rey: No se imagine el rey mi señor que hayan sido asesinados todos los hijos del rey; sólo Amnón es el que ha perecido; porque Absalón tenía jurado perderle desde el día que violó a Tamar, hermana suya.
II Rey 15:14 Entonces David dijo a sus criados, que tenía consigo en Jerusalén : Daos prisa, huyamos; de lo contrario vamos a caer en manos de Absalón; apresurémonos a salir; no sea que nos sorprenda, y se arroje sobre nosotros, y pase a cuchillo la ciudad.
II Rey 17:18 Con todo, los vio un muchacho, y los delató a Absalón; mas ellos a toda prisa se metieron en la casa de cierto vecino de Bahurim, la cual tenía un pozo en su patio y se escondieron en él.
II Rey 20:10 Y no habiendo hecho Amasa ningún reparo en la daga o cuchillo que tenía Joab, lo hirió éste en el costado, y derramó por tierra sus entrañas, y sin repetir el golpe, lo dejó allí muerto. Luego Joab y Abisai su hermano, continuaron en seguimiento de Seba, hijo de Bocri.
II Rey 21:20 La cuarta guerra fue en Get, donde se presentó un hombre de estatura descomunal, que tenía seis dedos en cada mano y en cada pie, esto es, veinticuatro dedos, y era de la raza gigantesca de Arafa.
II Rey 23:21 Este mismo quitó la vida a un egipcio, varón de prodigiosa estatura, que tenía una lanza en la mano. Yendo, pues, contra él, con un palo, le arrancó a viva fuerza la lanza de la mano, y lo mató con ella.
III Rey 2:15 Ya sabes, dijo, que la corona me tocaba a mí, y que todo Israel me había preferido para que fuese su rey; pero el reino ha sido transferido y puesto en poder de mi hermano; porque lo tenía destinado el Señor para él.
III Rey 2:24 Ahora, pues, vive Dios, que me ha establecido y colocado sobre el solio de mi padre David, y que me ha fundado casa como lo tenía prometido, que hoy ha de morir Adonías.
III Rey 4:11 Benabinadab, que tenía toda la provincia de Nefatdor, estuvo casado con Tafet, hija de Salomón ;
III Rey 4:12 Bana, hijo de Ahilud, tenía la intendencia de Tanac, y de Mageddo, y de todo el país de Betsán, que está cerca de Sartana, debajo de Jezrael, desde Betsán hasta Abelmehula en frente de Jecmaam;
III Rey 4:13 Bengaber en Ramot de Galaad, tenía las villas de Avot-Jair, hijo de Manasés en Galaad, y gobernaba todo el país de Argod, que está en Basán, a sesenta poblaciones grandes y muradas, cuyas puertas se cerraban con barras de bronce;
III Rey 4:26 Además de esto tenía Salomón en sus caballerizas cuarenta mil caballos para carros de guerra, y doce mil de montar;
III Rey 4:28 Y asimismo conducían al lugar donde se hallaba el rey, cebada y paja para los caballos y bestias de carga, según la orden que se les tenía dada.
III Rey 5:3 Bien sabes el deseo que tuvo mi padre David, y que no pudo edificar el templo al Nombre del Señor su Dios a causa de las guerras que tenía con sus vecinos, hasta que el Señor se los puso bajo las plantas de sus pies.
III Rey 6:2 Y la casa que el rey Salomón edificaba al Señor tenía setenta codos de largo, veinte de ancho y treinta de alto.
III Rey 6:3 Delante del templo había un pórtico de veinte codos de largo, según la medida de lo ancho del templo, y tenía diez codos de ancho delante de la fachada del templo.
III Rey 6:6 El piso bajo o suelo tenía cinco codos de ancho, el de en medio seis codos, el tercero siete; y en todo el edificio por fuera asentó las vigas de tal modo que no estuviesen metidas en las paredes del templo.
III Rey 6:17 El templo desde la puerta del oráculo hasta abajo tenía cuarenta codos.
III Rey 6:24 Cinco codos tenía cada una de las dos alas del querubín; y así había diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.
III Rey 6:26 Esto es, un querubín tenía de altura diez codos y otros tantos el otro.
III Rey 7:2 Construyó asimismo la casa o palacio del bosque del Líbano que tenía cien codos de largo y cincuenta de ancho, y treinta de alto; y había cuatro galerías entre columnas de cedro; pues de los maderos de cedro había formado columnas.
III Rey 7:3 Y revistió de tablas de cedro toda la bóveda, la cual estribaba sobre cuarenta y cinco columnas o pilares. Cada hilera tenía quince columnas,
III Rey 7:6 Hizo también un pórtico de columnas que tenía cincuenta codos de largo y treinta de ancho. Además un segundo pórtico delante del pórtico grande, con columnas y arquitrabes sobre columnas.
III Rey 7:12 El atrio grande tenía a la redonda tres órdenes de piedra de sillería y uno de vigas de cedro labrado; y lo mismo tenía el atrio interior del templo, del Señor y su pórtico.
III Rey 7:12 El atrio grande tenía a la redonda tres órdenes de piedra de sillería y uno de vigas de cedro labrado; y lo mismo tenía el atrio interior del templo, del Señor y su pórtico.
III Rey 7:16 Fundió asimismo dos capiteles de bronce, para ponerlos sobre los remates de las columnas: un capitel tenía cinco codos de alto y otros tantos el otro;
III Rey 7:23 Hizo también de fundición una gran concha, toda redonda, de diez codos de diámetro, de un borde al otro; tenía cinco codos de profundidad, y un cordón o moldura de unos treinta codos ceñía toda su circunferencia.
III Rey 7:27 Fundió también diez basas de bronce; cada una tenía cuatro codos de largo, cuatro de ancho y tres de alto.
III Rey 7:31 En el remate de la basa había por dentro una concavidad donde encajaba la pila del baño; y lo que se descubría por fuera en espacio de un codo, era perfectamente redondo, y la boca entera tenía codo y medio; en las esquinas sostenidas de los zócalos había varias esculturas, y los intermedios de los zócalos eran cuadrados, no redondos.