Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

somos

Jer 8:20 Se pasó la siega, dicen ellos, el verano se acabó, y nosotros no somos libertados.
Jer 48:14 ¿Cómo decís vosotros: Esforzados somos y robustos para pelear?
Bar 2:13 Aléjese de nosotros tu indignación; porque somos pocos los que quedamos ya entre las naciones en que nos dispersaste.
Bar 4:4 Dichosos somos nosotros, ¡oh Israel!, porque sabemos las cosas que son del agrado de Dios.
Ezeq 33:24 Hijo de hombre, los que habitan entre aquellas ruinas de la tierra de Israel, hablan de esta manera: Un solo hombre era Abrahán, y tuvo por herencia esta tierra; mas nosotros somos muchos, y se nos ha dado la posesión de ella.
Ezeq 37:11 Y me dijo el Señor: Hijo de hombre, todos esos huesos representan la familia de Israel; ellos dicen: Se secaron nuestros huesos y pereció nuestra esperanza, y nosotros somos ya ramas cortadas.
Dan 3:33 Y en esta sazón no podemos abrir la boca, siendo, como somos, objeto de confusión y de oprobio para tus siervos y para aquellos que te adoran.
Dan 13:40 Pero habiendo cogido a ésta, le preguntamos quién era el joven, y no nos lo quiso declarar, de este suceso somos nosotros testigos.
I Mac 3:17 Así que éstas vieron al ejército que venía contra ellas, dijeron a Judas: ¿Cómo podremos nosotros pelear contra un ejército tan grande y valeroso, siendo como somos tan pocos y estando debilitados por el ayuno de hoy?
I Mac 9:9 Mas ellos procuraban disuadirlo de eso, diciendo: De ningún modo podemos: pongámonos más bien a salvo, yéndonos a incorporar con nuestros hermanos, y después volveremos a pelear con ellos; ahora somos nosotros muy pocos.
Mc 5:9 Y le preguntó Jesús : ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Mi nombre es legión, porque somos muchos.
Jn 8:33 Le respondieron ellos: Nosotros somos descendientes de Abrahán, y jamás hemos sido esclavos de nadie, ¿cómo, pues, dices tú que vendremos a ser libres?
Jn 8:41 Vosotros hacéis lo que hizo vuestro padre. Ellos le replicaron: Nosotros no somos de raza de fornicadores, o idólatras, un solo padre tenemos, que es Dios.
Jn 9:28 Entonces le llenaron de maldiciones, y por fin le dijeron: Tú seas su discípulo, que nosotros somos discípulos de Moisés.
Jn 9:40 Oyeron esto algunos de los fariseos, que estaban con él, y le dijeron: Pues, ¿nosotros somos también ciegos?
Jn 10:30 Mi Padre y yo somos una misma cosa.
Jn 17:11 Yo ya no estoy más en el mundo, pero éstos quedan en el mundo; yo estoy de partida para ti. ¡Oh Padre santo!, guarda en tu Nombre a éstos que tú me has dado, a fin de que sean una misma cosa por la caridad, así como nosotros lo somos en la naturaleza.
Jn 17:22 Yo les he dado ya parte de la gloria que tú me diste, para que en cierta manera sean una misma cosa, como lo somos nosotros.
Hech 2:32 Este Jesús es a quien Dios ha resucitado de lo que todos nosotros somos testigos.
Hech 3:15 Disteis la muerte al autor de la vida, pero Dios le ha resucitado de entre los muertos, y nosotros somos testigos de su resurrección .
Hech 5:32 nosotros somos testigos de estas verdades, y lo es también el Espíritu Santo, que Dios ha dado a todos los que le obedecen.
Hech 10:39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en el país de Judea y en Jerusalén , al cual no obstante quitaron la vida colgándole en una cruz.
Hech 14:15 y diciendo: Hombres, ¿qué es lo que hacéis? También somos nosotros, de la misma manera que vosotros, hombres mortales que venimos a predicaros que, dejadas esas vanas deidades, os convirtáis al Dios vivo, que ha creado el cielo, la tierra, el mar y todo cuanto en ellos se contiene.
Hech 16:21 y quieren introducir una manera de vida que no nos es lícito abrazar ni practicar, siendo como somos romanos.
Rom 3:9 ¿Diremos, pues, que somos los judíos más dignos que los gentiles? No por cierto. Pues ya hemos demostrado que así judíos como gentiles todos están sujetos al pecado,
Rom 4:16 La fe, pues, es por la cual nosotros somos herederos, a fin de que lo seamos por gracia, y permanezca firme la promesa para todos los hijos de Abrahán, no solamente para los que han recibido la ley, sino también para aquellos que siguen la fe de Abrahán, que es el padre de todos,
Rom 8:12 Así que, hermanos míos, somos deudores no a la carne, para vivir según la carne, sino al espíritu de Dios,
Rom 8:16 Y con razón, porque el mismo espíritu de Dios está dando testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
Rom 8:17 Y siendo hijos, somos también herederos, herederos de Dios, y coherederos con Cristo , con tal, no obstante, que padezcamos con él a fin de que seamos con él glorificados.
Rom 8:24 Porque hasta ahora no somos salvos, sino en esperanza. Y no se dice que alguno tenga esperanza de aquello que ya ve y posee; pues lo que uno ya ve o tiene, ¿cómo lo podrá esperar?
Rom 8:36 (Según está escrito, por ti, ¡oh, Señor!, somos entregados cada día en manos de la muerte, somos tratados como ovejas destinadas al matadero).
Rom 8:36 (Según está escrito, por ti, ¡oh, Señor!, somos entregados cada día en manos de la muerte, somos tratados como ovejas destinadas al matadero).
Rom 14:8 Que como somos de Dios, si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos. Ora, pues, vivamos, ora muramos, del Señor somos.
Rom 14:8 Que como somos de Dios, si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos para el Señor morimos. Ora, pues, vivamos, ora muramos, del Señor somos.
I Cor 3:9 Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.
I Cor 4:10 Nosotros somos considerados como unos necios por amor de Cristo ; mas vosotros, sois los prudentes en Cristo ; nosotros flacos, vosotros fuertes; vosotros sois honrados, nosotros viles y despreciados.
I Cor 4:13 nos ultrajan, y retornamos súplicas; somos en fin tratados, hasta ahora, como la basura del mundo, como la escoria de todos.
I Cor 8:6 sin embargo, para nosotros no hay más que un solo Dios, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, y que nos ha hecho a nosotros para él; y no hay sino un solo Señor, que es Jesucristo, por quien han sido hechas todas las cosas, y somos nosotros por él cuanto somos.
I Cor 8:6 sin embargo, para nosotros no hay más que un solo Dios, que es el Padre, del cual tienen el ser todas las cosas, y que nos ha hecho a nosotros para él; y no hay sino un solo Señor, que es Jesucristo, por quien han sido hechas todas las cosas, y somos nosotros por él cuanto somos.
I Cor 11:32 Si bien cuando lo somos, el Señor nos castiga como a hijos con el fin de que no seamos condenados junto con este mundo.
I Cor 12:13 A cuyo fin todos nosotros somos bautizados en un mismo Espíritu para componer un solo cuerpo, ya seamos judíos, ya gentiles, ya esclavos, ya libres; y todos hemos bebido un mismo Espíritu.
I Cor 15:15 Además de eso somos convencidos por testigos falsos respecto a Dios; por cuanto hemos testificado contra Dios, diciendo que resucitó a Cristo , al cual no ha resucitado, si los muertos no resucitan.
I Cor 15:19 Si nosotros sólo tenemos esperanza en Cristo mientras dura nuestra vida, somos los más desdichados de todos los hombres.
II Cor 1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que se hallan en cualquier trabajo, con la misma consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.
II Cor 1:6 Porque si somos atribulados, lo somos para vuestra edificación y salud; si somos consolados, lo somos para vuestra consolación; si somos confortados, lo somos para confortación y salvación vuestra, cuya obra se perfecciona con la paciencia con que sufrís las mismas penas que igualmente sufrimos nosotros.