Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

respondió

I Rey 29:3 Y dijeron los príncipes de los filisteos a Aquis: ¿Qué hacen aquí esos hebreos? Les respondió Aquis: Pues, ¿no conocéis a David que sirvió a Saúl, rey de Israel, y está en mi compañía días hace, o ya años, sin que haya yo tenido queja de él desde el día que se pasó a mí hasta el presente?
I Rey 30:13 Le dijo entonces David: ¿De quién eres tú?, ¿de dónde vienes, y a dónde vas? El cual respondió: Yo soy un esclavo egipcio, que sirvo a un amalecita. Mi amo me ha dejado abandonado, porque caí enfermo antes de ayer.
II Rey 1:4 Le dijo David: ¿Pues qué ha sucedido?, decláramelo. Se trabó la batalla, respondió él, ha echado a huir la tropa, han quedado tendidos muchos en el campo, y hasta Saúl y su hijo Jonatás han perecido.
II Rey 1:6 Le respondió aquel mozo: Llegué yo casualmente al monte Gelboé, al tiempo que Saúl se había arrojado sobre la punta de su lanza; y cuando ya los carros de guerra y la caballería del enemigo se le acercaban,
II Rey 1:13 Dijo después David al joven que había traído la noticia: ¿De dónde eres tú? Soy hijo, respondió de un hombre extranjero, amalecita.
II Rey 2:1 Después de todo esto, consultó David al Señor, diciendo: ¿Iré a alguna de las ciudades de Judá? Le respondió el Señor: Ve. Preguntó más David: ¿A cuál? Dijo el Señor: A Hebrón.
II Rey 2:20 Y volvió Abner la vista atrás, y dijo: ¿No eres tú Asael? Asael soy, respondió él.
II Rey 2:27 Vive el Señor, respondió Joab, que si hubieses hablado antes, desde la mañana habría cesado la tropa de seguir el alcance a sus hermanos.
II Rey 3:8 ¿Cómo te has acercado a la mujer secundaria, viuda de mi padre? Mas él, sumamente indignado por esas palabras de Isboset, respondió: ¿Acaso valgo yo tan poco como un vil perro contra la tribu de Judá; yo que he sostenido la casa de Saúl, tu padre, y a sus hermanos y allegados, y no he querido entregarte en manos de David? Y en pago de esto, ¿vas buscando ahora cómo hacerme cargos por razón de una mujer?
II Rey 3:13 Le respondió David: Bien está, yo haré contigo las amistades; pero una cosa exijo de ti, y te prevengo; y es, que no verás mi cara sin que primero me hayas traído a Micol, hija de Saúl; bajo esta condición podrás venir, y verme.
II Rey 4:9 Pero David respondió a Recab y a Baana, su hermano, hijos de Remmón berotita, diciéndoles: Vive el Señor que ha librado mi alma de todos los apuros,
II Rey 5:19 Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Será bien que yo acometa a los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Ve, respondió el Señor, que en tus manos los pondré infaliblemente.
II Rey 5:23 Consultó David al Señor, diciendo: ¿Acometeré a los filisteos, y los entregarás tú en mis manos? Le respondió el Señor: No los acometas de frente, sino da la vuelta por sus espaldas, y embístelos por enfrente de los perales.
II Rey 6:21 Pero David respondió a Micol: Delante del Señor, que me eligió en lugar de tu padre y de toda su descendencia, y que me mandó ser el caudillo del pueblo del Señor en Israel,
II Rey 7:3 No te detengas, respondió el profeta Natán al rey: Haz lo que te dicta tu corazón, pues el Señor está contigo.
II Rey 9:2 Había a la sazón un criado de Saúl, llamado Siba. Lo hizo venir el rey, y le dijo: ¿Eres tú Siba? Sí, señor, respondió él, Siba soy, para lo que queráis mandarme.
II Rey 9:3 Le preguntó el rey: ¿Vive por ventura alguno de la casa de Saúl, para que pueda yo hacerle grandes mercedes? Le respondió Siba: Sí, señor; vive todavía un hijo de Jonatás, estropeado de los pies.
II Rey 9:6 Llegado que fue Mifiboset, hijo de Jonatás, hijo de Saúl, a la presencia de David, se postró sobre su rostro, haciéndole una profunda reverencia. Le dijo entonces David: ¡Mifiboset! Aquí tienes, señor, respondió él, a tu siervo.
II Rey 12:13 Dijo David a Natán: Pequé contra el Señor. Le respondió Natán: También el Señor, que ve tu dolor, te ha perdonado el pecado. No morirás.
II Rey 12:22 Les respondió David: He ayunado y llorado por el niño mientras vivía, porque decía yo: ¿Quién sabe si el Señor me lo dejará, y quedará con vida el niño?
II Rey 13:4 Le dijo, pues, éste a Amnón: ¿En qué consiste, príncipe mío, que cada día te vas poniendo más flaco? ¿Por qué no te descubres conmigo? Le respondió Amnón: Estoy enamorado de Tamar, hermana de Absalón, mi hermano.
II Rey 13:12 La cual le respondió: No quieras hacerme violencia, hermano mío, no, pues no es esto permitido en Israel; no hagas tal villanía,
II Rey 14:5 Le dijo el rey: ¿Qué es lo que tienes? ¡Ay de mí!, respondió ella, soy una mujer viuda; pues se me ha muerto mi marido.
II Rey 14:12 Dijo entonces la mujer: Permita mi rey y señor que esta sierva le hable una palabra. Habla, respondió el rey.
II Rey 14:18 A lo que respondió el rey a la mujer: No me ocultes nada de lo que voy a preguntarte. Y ella: Hablad mi rey y señor.
II Rey 14:32 Le respondió Absalón: Es que yo envié a llamarte, rogándote que vinieras, para que dijeses de mi parte al rey: ¿A qué fin he vuelto de Gesur? Para esto me era mejor estarme allí. Alcánzame, pues, la gracia de que pueda ver la cara del rey; y que si aún recuerda mi delito, quíteme la vida.
II Rey 15:9 Le respondió el rey David: Anda enhorabuena. Con esto se puso en camino; y marchó a Hebrón.
II Rey 15:21 Pero Etai le respondió: Vive Dios, y vive el rey mi señor, que doquiera que tú, ¡Oh rey mi señor mío!, estuvieres, o para morir o para vivir, allí estará tu siervo.
II Rey 16:2 Le dijo el rey: ¿Para qué todo esto? Los asnos, respondió Siba, son para que monte la familia del rey; los panes y la fruta para que coman tus criados; y el vino para que pueda beber por el desierto el que desfalleciere.
II Rey 16:3 Preguntó más el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió: Se ha quedado en Jerusalén , diciendo: Hoy me restituirá la casa de Israel el reino de mi padre.
II Rey 16:17 Le respondió Absalón: ¿Y ésta es la gratitud tuya para con tu amigo? ¿Cómo no has ido a acompañar a tu amigo?
II Rey 16:18 De ningún modo, respondió Cusai, porque yo he de ser de aquel a quien ha elegido el Señor, y todo este pueblo, y todo Israel y con él estaré.
II Rey 17:20 Y habiendo llegado los criados de Absalón a la casa, preguntaron a la mujer: ¿Dónde están Aquímaas y Jonatás? Les respondió: Pasaron de corrida, sin hacer más que beber un poco de agua. Con eso los que buscaban, no encontrándolos, se volvieron a Jerusalén .
II Rey 18:20 Le respondió Joab: No serás tú el mensajero en esta ocasión, sino en otra; hoy no quiero que vayas tú a llevar las noticias; pues ha muerto el hijo del rey.
II Rey 18:22 Instó Aquímaas, hijo de Sadoc, nuevamente a Joab diciendo: ¿Qué inconveniente hay en que yo vaya corriendo tras de Cusi? Le respondió Joab: ¿Para qué quieres ir a correr, hijo mío? Serás el portador de una mala noticia.
II Rey 18:29 Y dijo el rey: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Aquímaas: Cuando Joab, tu siervo, me envió a ti, oh rey, vi que se había levantado un gran tumulto; no sé otra cosa.
II Rey 18:32 Mas el rey preguntó a Cusi: ¿Está vivo y sano mi hijo Absalón? Le respondió Cusi: Tengan la suerte de ese joven los enemigos del rey, mi señor, y cuántos se levantaren contra él para dañarle.
II Rey 19:26 El cual respondió: ¡Ah! mi criado, oh rey y señor mío, se burló de mí, pues estando como estoy impedido de las piernas, le había dicho que me aparejase un asno para montar y seguirte;
II Rey 19:30 Sobre lo cual respondió Mifiboset al rey: Tómelo todo si quiere, puesto que el rey, mi señor, ha vuelto felizmente a su casa.
II Rey 19:34 A lo que respondió Berzellai al rey: ¿Y estoy yo en edad ahora de ir con el rey a Jerusalén ?
II Rey 19:38 Le respondió el rey: Venga, pues, conmigo Camaán; yo haré por él todo lo que quisieres; y cuanto tú me pidieres te será concedido.
II Rey 20:17 Se acercó Joab, y la mujer le dijo: ¿Eres tú Joab? Yo soy, le respondió. Oye, le dijo ella, las palabras de tu sierva. Ya te escucho, contestó Joab.
II Rey 21:1 Hubo también hambre en tiempo de David por tres años continuos; sobre lo cual consultó David el oráculo del Señor. Y le respondió el Señor: Esto sucede por causa de Saúl y de su casa sanguinaria; porque mató él a los gabaonitas.
II Rey 24:21 y saliendo al encuentro, hizo al rey profunda reverencia pegado el rostro en tierra, y dijo: ¿Qué motivo hay para que el rey mi señor venga a casa de su siervo? Al cual respondió David: Para comprarte esa era, y edificar en ella un altar al Señor; a fin de que cese la mortandad que se extiende por el pueblo.
III Rey 1:28 Mas el rey David respondió, y dijo: Llamadme a Betsabé. Así que hubo ésta entrado y estuvo delante del rey,
III Rey 1:36 Banaías, hijo de Joíada, respondió al rey, diciendo: Amén, así lo confirme el Señor y Dios del rey mi amo.
III Rey 1:43 No por cierto, respondió Jonatás a Adonías; porque David, el rey nuestro Señor, ha declarado por rey a Salomón .
III Rey 1:52 A lo que respondió Salomón : Si fuere hombre de bien, no caerá en tierra ni uno siquiera de sus cabellos; pero si se portare malamente, morirá.
III Rey 2:13 Mas Adonías, hijo de Haggit, fue a encontrar a Betsabé, madre de Salomón , la cual le dijo: ¿Es de paz tu venida? De paz, respondió él;
III Rey 2:14 y añadió: Tengo que hablar contigo. Habla, respondió ella. Y Adonías: