Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pues

I Rey 28:4 Reunidos, pues,los filisteos, fueron y plantaron sus campamentos en Sunam. Asimismo Saúl, juntando todas las tropas de Israel, fue a Gelboé.
I Rey 28:6 Consultó, pues, al Señor; mas no le respondió, ni por sueños, ni por los sacerdotes, ni por los profetas.
I Rey 28:9 Le respondió la mujer: Sabes bien cuanto ha hecho Saúl por extirpar de todo el país los magos y adivinos, ¿por qué, pues, vienes a armarme un lazo para hacerme perder la vida?
I Rey 28:14 Le replicó Saúl: ¿Qué figura tiene? La de un varón anciano, dijo ella, cubierto con un manto. Reconoció, pues, Saúl que era Samuel, y le hizo una profunda reverencia, postrándose en tierra sobre su rostro.
I Rey 28:22 ahora, pues, escucha tú también la voz de tu sierva, y permite que te ponga delante un bocado de pan, para que comiendo recobres las fuerzas y puedas hacer tu viaje.
I Rey 29:6 Llamó, pues, Aquis a David, y le dijo: Vive el Señor que tú eres justo y bueno en mis ojos; y que es tal la conducta que has observado en el ejército, que no he hallado en ti falta ninguna, desde el día en que te pasaste a mí hasta el presente; pero no eres del gusto de los sátrapas.
I Rey 29:7 Vuélvete, pues, y vete en paz, por no incomodar con tu vista a los sátrapas filisteos.
I Rey 29:11 Se levantó, pues, David con su gente siendo aún de noche, para partir por la mañana, y volverse al país de los filisteos. Mas los filisteos subieron a Jezrael.
I Rey 30:9 Partió, pues, David con los seiscientos hombres que le seguían, y anduvieron hasta el torrente Besor, donde algunos de puro cansados se detuvieron.
I Rey 30:12 y además un pedazo de pan de higos secos, y dos cuelgas de pasas. Comido que hubo, le volvió el alma al cuerpo, y recobró el aliento; pues no había probado pan ni bebido agua en tres días y tres noches.
I Rey 30:16 Guiado, pues, por el egipcio, he aquí que hallan a los amalecitas tendidos en tierra por todo el campo, comiendo y bebiendo, y como celebrando un día de fiesta por todo el botín y despojos que habían tomado en el país de los filisteos y en el de Judá.
II Rey 1:18 Cántico llamado del Arco, que mandó a que se enseñase a los hijos de Judá, como está escrito en el Libro de los Justos. Dijo, pues, así: Considera, oh Israel, quiénes son los que fueron heridos y perdieron la vida sobre tus colinas.
II Rey 1:24 Llorad, pues, oh hijas de Israel, llorad sobre Saúl, que os adornaba con delicados ropajes de grana; y os daba joyeles de oro para engalanaros.
II Rey 2:5 y les envió comisionados para que les dijesen de su parte: Benditos seáis del Señor, pues habéis hecho tal obra de misericordia con Saúl, vuestro señor, y le habéis dado sepultura.
II Rey 2:15 Salieron, pues, y se presentaron doce jóvenes de la tribu de Benjamín, por parte de Isboset, hijo de Saúl, y doce de los jóvenes de David.
II Rey 2:19 Iba, pues, Asael al alcance de Abner, sin desviarse a la derecha ni a la izquierda, corriendo trás él incesantemente.
II Rey 3:1 Duró, pues, largo tiempo la lucha entre la casa de Saúl y la casa de David. Pero David iba siempre adelantado, y haciéndose más fuerte, mientras que la casa de Saúl iba decayendo cada día.
II Rey 3:6 Continuando, pues, la guerra entre la casa de Saúl y la de David, gobernaba Abner, hijo de Ner, la casa de Saúl.
II Rey 3:18 Reconocedle, pues, ahora por tal, ya que el Señor ha hablado y ha dicho de David: Por mano de mi siervo David salvaré a mi pueblo de Israel del poder de los filisteos y de todos sus enemigos.
II Rey 3:20 Llegó, pues, allí acompañado de veinte personas. Y David dio un banquete a Abner y a los que le acompañaban.
II Rey 3:22 llegó Joab con las tropas de David; las cuales habiendo muerto a una partida de ladrones, venían con un botín grandísimo. No estaba ya Abner en Hebrón con David; pues cuando llegó Joab con toda la tropa, ya David había despedido a Abner, y se había ido éste contento.
II Rey 3:30 Joab, pues, y Abisai, su hermano, mataron a Abner por haberles éste muerto a su hermano Asael en la batalla de Gabaón.
II Rey 3:35 Se levantó, pues, David y toda la gente para ir a comer, siendo aún día claro, juró David diciendo: No me haga Dios bien, y hágame si mucho mal, si antes de ponerse el sol probare yo pan, ni cosa ninguna.
II Rey 4:2 Tenía este hijo de Saúl dos caudillos de tropas ligeras o guerrillas, de los cuales uno se llamaba Baana, y el otro Recab, hijos de Remmón de Berot de la tribu de Benjamín; pues Berot era contada entre las ciudades de Benjamín;
II Rey 4:5 Marcharon, pues, los hijos de Remmón berotita, Recab y Baana, y entraron en la mayor fuerza del sol en casa de Isboset, el cual estaba sobre su cama durmiendo la siesta. La portera de la casa, limpiando trigo, se había quedado dormida.
II Rey 4:12 Dio, pues, David la orden a su gente, y los mataron; y cortándoles las manos y los pies, los colgaron junto al estanque de Hebrón; pero la cabeza de Isboset la pusieron en el sepulcro de Abner en Hebrón.
II Rey 5:9 Habitó, pues, David en el alcázar, y lo llamó Ciudad de David; e hizo construir varios edificios alrededor, e interiormente, comenzando desde Mello.
II Rey 5:20 Bajó, pues, David a Baal Farasim, y allí los derrotó. Por lo que dijo: El Señor ha dispersado delante de mí a mis enemigos, como agua que se derrama. Por eso se llamó aquel sitio Baal Farasim.
II Rey 6:11 Estuvo, pues, el arca en casa de Obededom de Get tres meses y bendijo el Señor a Obededom y toda su casa.
II Rey 6:12 Dieron luego aviso al rey David de que el Señor había echado la bendición sobre Obededom y sobre todas sus cosas, por causa del arca de Dios. Fue, pues, David, y trasladó el arca de Dios de la casa de Obededom a la Ciudad de David con gran regocijo; e iban junto a David siete coros de músicos y un becerro para el sacrificio.
II Rey 6:17 Introdujeron, pues, los levitas el arca del Señor, y la colocaron en su sitio, en medio del Tabernáculo que le había mandado levantar David, el cual ofreció holocaustos y víctimas pacíficas en acción de gracias delante del Señor.
II Rey 7:3 No te detengas, respondió el profeta Natán al rey: Haz lo que te dicta tu corazón, pues el Señor está contigo.
II Rey 7:25 Ahora, pues, ¡oh Señor Dios!, mantén siempre viva la promesa que has hecho a tu siervo para él y para su casa, y hazlo como has dicho;
II Rey 7:28 Ahora, pues, Señor y Dios mío, tú eres Dios, y se cumplirán tus palabras. Ya que has prometido a tu siervo tales bienes,
II Rey 8:10 envió a Joram, su hijo, a saludar a David, a fin de congratularse con él, y darle gracias por haber vencido y deshecho a Adarecer; pues Tou era enemigo de Adarecer. Joram trajo consigo alhajas de oro, de plata y de cobre;
II Rey 8:15 Reinó, pues, David sobre todo Israel, y daba audiencia, y administraba justicia a todo su pueblo.
II Rey 9:5 Envió, pues, David por él, y lo hizo venir de Lodabar, de la casa de Maquir, hijo de Ammiel.
II Rey 9:7 Y David: No tienes que temer, le dijo, pues yo pienso colmarte de mercedes por amor de Jonatás, tu padre, y restituirte todas las heredades de tu abuelo Saúl; y tú comerás siempre a mi mesa.
II Rey 9:9 Llamó, pues, el rey a Siba, criado de Saúl, y le dijo: He dado al hijo de tu amo todo cuanto poseía Saúl y todos los bienes de su casa.
II Rey 10:2 Dijo entonces David: Quiero demostrar mi afecto y compasión a Hanón, hijo de Naas, según hizo su padre conmigo. Le envió, pues, embajadores para consolarlo de la muerte de su padre. Mas luego que llegaron éstos al país de los hijos de Amón,
II Rey 10:8 Salieron, pues, los amonitas, y se formaron en batalla frente a la entrada de la puerta de la ciudad; pero los siros de Soba y de Rohob, de Istob y de Maaca estaban aparte en el campo.
II Rey 10:9 Viendo, pues, Joab que iban a acometerle de frente y por retaguardia, escogió entre todos los soldados de Israel a los más valientes, y se puso en orden de batalla contra los siros.
II Rey 11:3 Envió, pues, el rey a saber quién era aquella mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, heteo.
II Rey 11:12 Le dijo entonces David: Quédate también hoy aquí, que mañana te despacharé. Se quedó, pues, Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente.
II Rey 11:16 Estando, pues Joab en el sitio de la ciudad, puso a Urías frente al puesto donde sabía que estaban los más valientes de los enemigos.
II Rey 11:21 ¿Quién mató a Abimelec, hijo de Jerobaal? ¿No fue una mujer la que en Tebes desde la muralla arrojó sobre él un pedazo de una piedra de molino, y la mató? ¿Cómo, pues os arrimasteis al muro? Tú entonces dirás: También quedó muerto tu siervo Urías, heteo.
II Rey 11:22 Partió, pues, el correo; y llegando refirió a David todo lo que Joab le había mandado,
II Rey 12:1 El Señor, pues, envió Natán a David, al cual dijo Natán luego de llegado: Había dos hombres en una ciudad de tu reino, el uno rico y el otro pobre.
II Rey 12:9 ¿Cómo, pues, has vilipendiado mi palabra, haciendo el mal delante de mis ojos? A Urías, heteo, le hiciste perder la vida, y has tomado su mujer para mujer tuya, matándole a él con la espada de los hijos de Amón.
II Rey 12:11 He aquí, pues, lo que dice el Señor: Yo haré salir de tu propia casa los desastres contra ti, y te quitaré tus mujeres delante de tus ojos, se las daré a otro, el cual dormirá con ellas a la luz de este sol.