Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

oído

Gen 3:8 Y habiendo oído la voz del Señor Dios que se paseaba en el paraíso al tiempo que se levanta el aire después de mediodía, se escondió Adán con su mujer de la vista del Señor Dios en medio de los árboles del paraíso.
Gen 3:10 El cual respondió: He oído tu voz en el paraíso, y he temido y llenádome de vergüenza porque estoy desnudo, y así me he escondido.
Gen 16:11 Y prosiguió diciendo: He aquí que tú has concebido, y parirás un hijo; y le has de poner por nombre Ismael, por cuanto el Señor te ha oído en tu aflicción.
Gen 21:17 Pero Dios oyó la voz y clamores del muchacho; y el ángel de Dios desde el cielo llamó a Agar, diciendo: ¿Qué haces, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz de tu hijo desde el lugar en que se halla.
Gen 21:26 A lo que replicó Abimalec: No he sabido quién ha hecho tal cosa, ni tú tampoco me lo has avisado, ni yo lo había oído hasta ahora.
Gen 23:16 Abrahán, oído esto, hizo pesar el dinero determinado por Efrón, a presencia de los hijos de Het, es a saber, cuatrocientos siclos de plata de buena moneda corriente.
Gen 24:28 La muchacha se fue corriendo a casa de su madre, y contó todo cuanto había oído.
Gen 27:5 Lo que oído por Rebeca, luego que partió aquél al campo para cumplir el mandato de su padre,
Gen 30:6 Dijo entonces Raquel: El Señor me ha hecho justicia, y ha oído mi voz, dándome un hijo; y por eso llamó su nombre Dan.
Gen 34:7 he aquí que sus hijos venían del campo; y oído lo que había pasado, se irritaron sobremanera por la acción tan fea, y el enorme desafuero cometido contra la casa de Israel, violando a una hija de Jacob .
Gen 39:15 y oído él mismo voces, ha dejado la capa de que yo le así, y escapado fuera.
Gen 41:15 Le dijo Faraón: He tenido unos sueños, y no hay quien acierte a explicarlos: he oído de ti que tienes gran luz para interpretarlos.
Gen 42:2 He oído que se vende trigo en Egipto; bajad allá, y compradnos lo necesario, para que podamos vivir, y no muramos de hambre.
Gen 43:25 Ellos, por su parte, disponían los presentes para cuando entrase José al mediodía; porque habían oído que tenían que comer allí.
Ex 3:7 Le dijo el Señor: He visto la tribulación de mi pueblo en Egipto, y oído sus clamores, a causa de la dureza de los sobrestantes de las obras.
Ex 6:5 Yo he oído los gemidos de los hijos de Israel por la opresión que sufren de parte de los egipcios; y he tenido presente el pacto mío con ellos.
Ex 16:7 y mañana veréis brillar el poder del Señor, pues ha oído que os quejáis de él. Por lo que hace a nosotros, ¿qué somos para que andéis murmurando contra nosotros?
Ex 16:8 Y añadió Moisés: Esta tarde misma os dará el Señor a comer carnes y a la mañana pan, hasta que no queráis más, por cuanto ha oído vuestras quejas con que habéis murmurado contra él. Porque, ¿quiénes somos nosotros? Contra el Señor son, y no contra nosotros vuestras murmuraciones.
Ex 16:9 Dijo también Moisés a Aarón: Di a todo el pueblo de los hijos de Israel: Venid, presentaos al Señor, porque ha oído vuestras murmuraciones.
Ex 16:12 He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Diles: Esta tarde comeréis carnes, y a la mañana es saciaréis de pan; con lo que sabréis que Yo soy el Señor Dios vuestro.
Ex 18:1 Pues como hubiese oído Jetro, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, todo lo que Dios había hecho a favor de Moisés y de Israel su pueblo, y cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto,
Lev 5:1 Si una persona pecare, porque habiendo oído las palabras de uno que juró hacer algo, y pudiendo ser testigo de la cosa, o porque la vio, o porque la supo de cierto, con todo no quiso testificar, pagará la pena de su culpa.
Lev 10:20 Lo que oído por Moisés, se dio por satisfecho.
Núm 11:1 Entretanto se suscitó murmullo en el pueblo, como quejándose contra el Señor por el cansancio. Lo que habiendo oído el Señor se enojó; y encendido contra ellos fuego del Señor, devoró a los que estaban en la extremidad del campamento.
Núm 11:18 Dirás también al pueblo: Purificaos; mañana comeréis carnes, ya que os he oído decir: ¿Quién nos dará carnes para comer?, mejor nos iba en Egipto. Sí, el Señor os dará carnes para que comáis
Núm 14:14 y también los moradores de este país, que han oído que tú, ¡oh Señor!, estás en medio de este pueblo y te dejas ver cara a cara, y que tu nube los ampara, y que tú vas delante de ellos de día en la columna de nube y de noche en la de fuego,
Núm 14:27 ¿Hasta cuándo esta perversísima gente ha de murmurar contra mí? He oído las quejas de los hijos de Israel.
Núm 14:28 Diles, pues: Juro por mi vida, dice el Señor, que he de hacer con vosotros puntualmente lo que he oído que hablabais.
Núm 21:1 Y como hubiese oído Arad, rey de los cananeos, que habitaba al mediodía, que Israel había venido por el mismo camino de los exploradores, peleó contra él; y saliendo vencedor se llevó los despojos.
Núm 24:4 palabra de aquel que ha oído la voz de Dios; del que ha contemplado la visión del todopoderoso; del que ha caído, y con eso ha abierto los ojos:
Núm 24:16 palabra del que ha oído lo que ha dicho Dios, del que sabe la doctrina del Altísimo, y está viendo visiones del omnipotente, del que cayendo abrió los ojos:
Núm 30:7 en el día en que lo hubiere oído el marido sin contradecir, quedará obligada al voto y cumplirá todo lo prometido.
Deut 5:26 ¿Qué es el hombre, sea el que fuere, para poder escuchar la voz de Dios viviente hablando de en medio del fuego, como la hemos oído nosotros, y poder conservar la vida?
Deut 5:27 Mejor es que tú te acerques, y oigas todas las cosas que te dijere el Señor Dios nuestro. Tú nos las dirás después a nosotros; y nosotros habiéndolas oído, las cumpliremos.
Deut 5:28 Lo cual cuando oyó el Señor me dijo: He oído las palabras que ha dicho ese pueblo; en todo han hablado bien:
Deut 9:2 un pueblo de grande y alta estatura, los hijos de los enaceos, que tú mismo has visto y cuya fama has oído, y a quienes nadie puede contrarrestar.
Jos 2:10 Hemos oído que el Señor secó las aguas del mar Rojo para daros paso, cuando salisteis de Egipto; y la manera con que tratastéis a los dos reyes de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, Sehón y Og, a los cuales habéis muerto.
Jos 9:9 Respondieron: De un país remotísimo han venido tus siervos en nombre del Señor Dios tuyo; por cuanto hemos oído la fama de su poder, todo lo que hizo en Egipto,
Jos 10:1 Mas como Adonisedec, rey de Jerusalén , hubiese oído que Josué había conquistado a Hai, y arrasádola (pues lo que había hecho con Jericó y su rey, lo mismo hizo con Hai y el rey de esta ciudad), y que los gabaonitas se habían pasado al partido de Israel y se habían aliado con ellos,
Jos 22:11 Lo que oído por los hijos de Israel, y recibidas noticias ciertas de que los hijos de Rubén y de Gad, y la media tribu de Manasés habían edificado un altar en la tierra de Canaán en las cercanías del Jordán, enfrente de los demás hijos de Israel,
Jos 22:33 Y habiéndolo oído, quedaron satisfechos: y alabaron a Dios los hijos de Israel, y ya no hablaron más de salir contra ellos a hacerles guerra y asolar la tierra de su posesión.
Juec 7:15 Gedeón, oído el sueño y su interpretación, adoró al Señor; y vuelto al campo de Israel, dijo a los suyos: ¡Ea, vamos! al instante; porque el Señor ha entregado en nuestras manos el campamento de Madián.
Juec 9:46 Como hubiesen oído esto los que moraban en la torre de Siquem, se retiraron al templo de su dios Berit, en donde habían hecho alianza con Abimelec, y de lo cual le venía al lugar aquel nombre de Berit: lugar que estaba muy fortificado.
Rut 1:6 Resolvió, pues, volverse del país de Moab su patria, con sus dos nueras; por haber oído que el Señor había vuelto los ojos hacia su pueblo, y dándole alimentos.
I Rey 4:14 Helí, oído el clamor general, dijo: ¿Qué ruido tumultuoso es ese? Llegó entonces aquel hombre a toda prisa a Helí, y le dio la noticia.
I Rey 14:27 Pero Jonatás, que no había oído la protesta que su padre había hecho al pueblo con juramento, alargó la punta del bastón que tenía en la mano, y la mojó en un panal de miel, y la aplicó a su boca; con lo que recobró el vigor de sus ojos.
I Rey 17:28 Y habiéndolo oído hablar así con la gente Eliab, su hermano mayor se indignó contra él, y le dijo: ¿Por qué has venido aquí, dejando abandonadas en el desierto aquellas poquitas ovejas que tenemos? Bien conocida tengo yo tu altanería y la malicia de tu corazón. A ver la batalla es a lo que has venido.
I Rey 23:11 Y en seguida dijo David: Señor Dios de Israel, tu siervo ha oído decir que Saúl se prepara para venir a Ceila, y destruirla por mi causa.
I Rey 23:12 ¿Me entregarán los ciudadanos de Ceila en manos de Súl? ¿Vendrá en efecto Saúl, como ha oído decir tu siervo? Señor Dios de Israel, manifiéstaselo a este siervo tuyo. Y respondió el Señor: Sí, vendrá.
I Rey 31:11 Pero los moradores de Jabes Galaad, oído lo que los filisteos habían hecho con Saúl,