Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

mano

Deut 32:40 Alzaré mi mano al cielo, y diré: Vivo yo para siempre,
Deut 32:41 que si aguzare mi espada y la hiciere como el rayo, y empuñare mi mano la justicia, tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.
Deut 33:2 Dijo así: De Sinaí vino el Señor, y de Seir nos esclareció; resplandeció desde el monte Farán, y con él millares de santos. En su mano derecha traía la ley que nos dio desde en medio del fuego.
Deut 33:3 El Señor amó a los pueblos: bajo su mano protectora están todos los santos, y aquellos que se sientan a sus pies, recibirán sus instrucciones y doctrinas.
Jos 4:24 para que reconozcan todos los pueblos de la tierra la mano todopoderosa del Señor, y vosotros asimismo temáis en todo tiempo al Señor Dios vuestro.
Jos 6:2 Mas el Señor dijo a Josué: Mira: yo he puesto en tu mano a Jericó y a su rey y a todos sus valientes.
Jos 8:18 dijo el Señor a Josué: Levanta el broquel que tienes en tu mano contra la ciudad de Hai, porque voy a entregártela.
Jos 8:26 Josué sin embargo no bajó la mano con que había levantado en alto el broquel, hasta que fueron pasados a cuchillo todos los moradores de Hai.
Jos 9:25 Mas ahora en tu mano estamos: haz de nosotros lo que te parezca bueno y justo.
Jos 10:41 desde Cadesbarne hasta Gaza. Tomó, y sin dejar la espada de la mano asoló todo el país de Gosén hasta Gabaón,
Jos 17:7 Y fueron los términos de Manasés desde Aser y Macmetat, que mira a Siquem, extendiéndose a mano derecha al lado de los que habitan en Fuente de Tafúa.
Jos 24:10 Mas yo no quise escucharlo; antes al contrario por boca de él os bendije, y os libré de su mano.
Juec 2:14 antes bien doquiera que quisiesen volverse, la mano del Señor descargaba sobre ellos, como se lo tenía dicho y jurado: con lo que se vieron en extremo afligidos.
Juec 3:14 Clamaron después al Señor quien les suscitó un salvador llamado Aod, hijo de Gera, hijo de la tribu de Benjamín; el cual era ambidextro. Sucedió que enviaron los hijos de Israel los presentes o tributos a Eglón, rey de Moab, por mano de Aod.
Juec 3:15 Aod se proveyó de una daga de dos cortes, con su guarnición, larga como la palma de la mano, y se la ciñó debajo del sayo en el muslo derecho.
Juec 3:20 y Aod tirando con su mano izquierda de la daga que llevaba al lado derecho se la envasó en el vientre,
Juec 3:24 Y después de haber aguardado mucho tiempo, hasta que preocupados de tanto esperar, y viendo que ninguno les abría, echaron mano de la llave, abrieron el cuarto y hallaron el cadáver de su señor tendido en el suelo.
Juec 3:29 Quedó, pues, Moab humillado en aquel día, bajo la mano de Israel, y el país estuvo en paz ochenta años.
Juec 4:23 Los cuales cobraron cada día más bríos contra Jabín y Canaán, a quien oprimieron con mano poderosa, hasta que le destruyeron enteramente.
Juec 6:21 extendió el ángel del Señor la punta del báculo que tenía en la mano, y tocó la carne y los panes ázimos; y salió fuego de la piedra, y consumió la carne y los panes ázimos, y el ángel del Señor desapareció de sus ojos.
Juec 6:36 Gedeón dijo entonces al Señor: Si has de salvar a Israel por mi mano, como lo has dicho,
Juec 6:37 he aquí que yo extenderé este vellocino de lana en la era: si el rocío solamente cayere en el vellocino, quedando todo el terreno enjuto, reconoceré en esto que por mi mano has de libertar a Israel, según tiene dicho.
Juec 7:5 Pues como las tropas bajasen al agua, dijo el Señor a Gedeón: Los que bebieron el agua llevada a su boca con la mano, como la cogen los perros con la lengua, los separarás a un lado; mas los que hubieren puesto las rodillas en tierra para beber con más comodidad, quedarán en otra parte.
Juec 7:6 Fueron, pues, los que bebieron el agua, llevándola a su boca con la mano, trescientos hombres: todo el resto de la tropa había doblado sus rodillas para beber más cómodamente.
Juec 7:7 En seguida dijo el Señor a Gedeón: Con estos trescientos hombres que han tomado con la mano el agua para llevarla a su lengua, los libertaré, y haré caer a Madián en vuestro poder. Retírese a su estancia toda la demás tropa.
Juec 7:18 Cuando sonare la trompeta que tengo en mi mano, sonad también vosotros las vuestras alrededor del campamento, y gritad todos a una: ¡Al Señor y a Gedeón, victoria!
Juec 7:20 y haciendo resonar el ruido alrededor del campamento, por tres puntos diferentes, rotas las vasijas, tomaron las luces en la mano izquierda, y prosiguiendo en tocar las trompetas que tenían en la derecha gritaron todos: ¡La espada del Señor y de Gedeón!
Juec 14:6 Mas el espíritu del Señor entró en Sansón, y despedazó éste al león haciéndole trizas, como si hubiese sido un cabrito; y eso que no tenía arma alguna en la mano; mas no quiso manifestar nada de esto al padre, ni a la madre.
Juec 15:15 Y hallando a mano en el suelo una quijada o mandíbula de asno, la agarró, y mató con ella mil hombres.
Juec 15:17 Y acabando de cantar estas palabras, arrojó de su mano la quijada y llamó aquel sitio Ramat-Lequí, que quiere decir: Elevación de la quijada.
Juec 17:3 Volvió, pues, Micás a su madre los siclos de plata. Y ella le dijo: Consagré y ofrecí con voto al Señor esta plata, para que recibiéndola mi hijo de mi mano, haga una imagen de talla y de fundición; y por lo mismo ahora te la entrego.
Rut 1:13 si quisieseis esperarlos a que creciesen, y llegasen a los años de la pubertad, seríais antes viejas que esposas. Os suplico, hijas mías, que no prosigáis: mirad que vuestra aflicción no hace más que acrecentar la mía; porque la mano del Señor está levantada contra mí.
I Rey 2:13 ni la obligación de los sacerdotes para con el pueblo, sino que cuando alguno, fuese el que fuese, había inmolado una víctima, venía el criado del sacerdote, mientras se cocían las carnes, y trayendo en su mano un garfio u horquilla de tres dientes,
I Rey 4:3 Vuelto el grueso del ejército al campamento, dijeron los ancianos de Israel: ¿Cómo es que el Señor nos ha derrotado hoy delante de los filisteos? Traigamos aquí de Silo el arca de la alianza del Señor, y venga en medio de nosotros, para que nos salve de la mano de nuestros enemigos.
I Rey 4:8 ¡Ay de nosotros! No estaban, no, ayer ni antes de ayer con tanta alegría. ¡Tristes de nosotros! ¿Quién nos librará de la mano de ese Dios excelso? Ese es aquel Dios que castigó a Egipto con toda suerte de plagas, y que condujo a Israel por el desierto.
I Rey 5:6 Tras esto, la mano del Señor descargó terriblemente sobre los azocios y los asoló; e hirió a los de Azoto y su comarca en la parte más secreta de las nalgas. Al mismo tiempo las aldeas y campos de aquel país comenzaron a bullir, y apareció una gran multitud de ratones; con lo que toda la ciudad quedó consternada por la gran mortandad que causaban.
I Rey 5:7 Viendo, pues, la plaga los vecinos de Azoto, dijeron: No quede más entre nosotros el arca del Dios de Israel; porque es muy pesada su mano sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón.
I Rey 5:9 Y conforme la iban así conduciendo de ciudad en ciudad, el Señor descargaba su mano sobre ellas, causando una mortandad grandísima; y hería a los moradores de cada pueblo, desde el menor hasta el mayor, de modo que sus hemorroides hinchadas y caídas se corrompían. Por lo que los geteos discurriendo entre sí, se hicieron unos asientos de pieles.
I Rey 5:12 Porque se difundía por todas las ciudades el terror de la muerte; y la mano de Dios descargaba terriblemente sobre ellas; pues aun los que no morían estaban llagados en las partes más secretas de las nalgas; y los alaridos de cada ciudad subían hasta el cielo.
I Rey 6:3 Si remitís el arca del Dios de Israel, no habéis de remitirla vacía; sino pagadle con algún presente lo que debéis por el pecado, y entonces sanaréis; y conoceréis por qué la mano de Dios no cesa de castigaros.
I Rey 6:5 Haréis de oro cinco figuras de hemorroides, y otras tantas figuras de ratones, también de oro, conforme al número de las provincias de los filisteos; pues todos vosotros y vuestros sátrapas, habéis padecido una misma plaga. Por tanto haréis unas figuras de hemorroides y otras de los ratones que han talado la tierra, y daréis gloria al Dios de Israel; a ver si con esto levanta su mano de vosotros y de vuestros dioses y de vuestro país.
I Rey 6:9 Y estaréis en observación; y si viereis que toma el camino que va a su país, hacia Betsamés, sabed que el Dios de Israel es quien nos ha causado tan grande mal; pero si no, no ha sido él; y sabremos que no es su mano la que nos ha azotado, sino que ha sido un efecto casual.
I Rey 7:13 Quedaron entonces humillados los filisteos, y ya no se atrevieron a venir más a las tierras de Israel. Así, pues, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos mientras vivió Samuel.
I Rey 10:4 y habiéndote saludado te darán dos panes, que tú recibirás de su mano.
I Rey 12:15 Mas si no escuchareis la voz del Señor, y fuereis rebeldes a sus mandatos, descargará sobre vosotros la mano del Señor, como hizo sobre vuestros padres.
I Rey 13:22 Y así fue que venido el día de la batalla, no se halló entre toda la gente que tenían consigo Saúl y Jonatás quien tuviese en su mano espada o lanza, a excepción de Saúl y de su hijo Jonatás.
I Rey 14:27 Pero Jonatás, que no había oído la protesta que su padre había hecho al pueblo con juramento, alargó la punta del bastón que tenía en la mano, y la mojó en un panal de miel, y la aplicó a su boca; con lo que recobró el vigor de sus ojos.
I Rey 14:34 Y añadió Saúl: Esparcíos entre la gente, y decidles que traiga acá cada uno su buey, su carnero y demás animales; degolladlos sobre esa piedra, y después comed; así no pecaréis contra el Señor, comiendo la carne con sangre. Trajo luego todo el pueblo cada uno por su mano hasta que fue de noche, la res que había de matar.
I Rey 14:43 Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
I Rey 16:20 En vista de lo cual tomó Isaí un asno, que cargó de panes, de un cántaro de vino, y de un cabrito recental, y se lo envió a Saúl por mano de su hijo David.